Análisis y seguimiento de diferentes variables ambientales y su influencia en el sobrepeso y obesidad infanto-juvenil

  1. MARTÍNEZ AMORÓS, NATALIA
Dirigida por:
  1. Mercedes Rizo Baeza Directora
  2. Ernesto Cortés Castell Codirector

Universidad de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante

Fecha de defensa: 30 de junio de 2017

Tribunal:
  1. Vicente Gil Guillén Presidente
  2. Isabel Sospedra López Secretaria
  3. Vicente María Bosch Giménez Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 484783 DIALNET lock_openRUA editor

Resumen

Introducción. El aumento excesivo del sobrepeso y la obesidad ha llegado a convertirse en la epidemia del siglo XXI. En los niños la prevalencia de obesidad ha aumentado gravemente, convirtiéndose en un problema de gran magnitud, tanto a nivel mundial como nacional. Los hábitos alimentarios y la actividad física son dos factores que se han relacionado desde hace mucho tiempo con la obesidad infantil, sin embargo, existen otros factores que pueden influir, como el descenso de las horas de sueño. Material y Métodos. Se trata de un estudio descriptivo, observacional y transversal, seguido de un estudio longitudinal de seguimiento de los participantes por un periodo de 1,5 años. La población a estudio eran niños y adolescentes de 7 a 16 años. De los participantes se obtuvieron datos referidos al peso, talla, perímetro abdominal, tensión arterial, hábitos alimentarios, percepción de la imagen corporal, actividad física y descanso. Resultados y Discusión. Participó el 26% de población en edad a estudio, obteniendo una prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad del 31,6%. Se encontró relación significativa entre el estado nutricional y las variables antropométricas. En el análisis de la ingesta energética se observó una desviación de las ingestas recomendadas, encontrando déficit en el consumo de hidratos de carbono, y exceso, de proteína y grasa. Los padres perciben a sus hijos delgados a pesar de presentar exceso de peso, siendo los participantes obesos los que comen el mayor número de veces con sus padres. En el análisis de la actividad física, no hay diferencias significativas entre los grupos de diferentes estados nutricionales. Solamente se consiguió realizar seguimiento, en el 20% de los sujetos que iniciaron el estudio. Conclusiones. 1. Los niños y niñas de 7-16 años de edad de una población de entorno rural de Castilla-La Mancha presentan una prevalencia de sobrepeso y obesidad combinada del 31,6%, sin diferencias significativas por sexo. 2. No existen en estas edades diferencias por sexos entre los parámetros antropométricos analizados (peso, talla, IMC, Z-Score del IMC y cintura), ni en la tensión arterial (sistólica y diastólica). 3. Además del incremento lógico de los parámetros antropométricos definitorios del estado de nutrición, hay un incremento muy significativo (p<0,001) del perímetro de cintura y del índice cintura/talla con el estado de nutrición (definido por el Z-Score del IMC), así como de la presión arterial sistólica. 4. No hay diferencias en la alimentación por grado del estado nutricional, tanto evaluado por la cuantificación de los alimentos ingeridos durante una semana, como por la adecuación a la Dieta Mediterránea mediante la encuesta Kidmed. 5. Tampoco se aprecian diferencias en cuanto al número de comidas y su horario. 6. Sin embargo, se aprecia una diferencia (p=0,009) en la distribución de con quién comen, siendo más frecuente hacerlo con los padres y con otros familiares entre los niños con sobrepeso y obesidad. 7. En relación a la autopercepción, es más frecuente entre los que tienen exceso de peso el verse con normopeso (p<0,001), tanto en chicos como en chicas. 8. Más preocupante todavía es el hecho de la distorsión percibida por los padres, que tienden a ver a sus hijos incluso delgados cuando están en obesidad o sobrepeso (p<0,001), siendo esta percepción mayor con sus hijas. 9. No se han observado diferencias relativas a las horas de descanso y actividad física entre los grupos de estado de nutrición. 10. El seguimiento de estos niños durante un año y medio después de la primera entrevista y las charlas realizadas ha repercutido en una disminución en todos ellos del Z-Score del IMC, un aumento del índice cintura/talla y una disminución de la tensión arterial diastólica. ­