La figura de la dona à l'Aplec de Rondaies Mallorquines d'Antoni M. Alcover

Zusammenfassung

La presente investigación estudia como aparece la figura de la mujer en el Aplec de Rondaies Mallorquines de Antoni M. Alcover. La contextualitzación explica cual es el marco de acción que condicionó su vida y obra y cuales fueron las figuras que más le influyeron, destacan especialmente el obispo Josep Torras y Bages y el escritor vasco Antonio de Trueba. Se analitza la tarea de Alcover como recopilador y autor del Aplec de Rondaies, se estudia el papel de la mujer en esta obra y se defiende que es un personaje clave. Se examina un corpus de 433 cuentos populares analizados a partir de una base de datos compuesta por 25 campos y 81 subcampos, que sirve para analizar, establecer porcentajes y generalizaciones. El analisis abarca diversas perspectivas: desde el estatus social o la situación civil hasta como aparecen las mujeres en las diferentes etapas de la vida o como se describen y presentan. Respecto al protagonismo de las mujeres, se ofrece una comparación entre personajes masculinos y femeninos y se destaca el papel de la mujer como modelo de inteligencia. También se muestran los principales estereotipos y las figuras más destacadas: heroína, hada, giganta, bruja, ama de casa, etc. A los cuentos populares que constituyen la base de la investigación, se les aplican los siete roles actanciales de Vladimir Propp: agresor, donante, auxiliar, personaje buscado, mandatario, héroe y heroína y falso héroe y falsa heroína. Esto permite observar y estudiar el repartimiento que se hace de los roles entre hombres y mujeres. Entre otros aspectos, resulta significativa la presencia en el Aplec de un modelo social matriarcal implícito y se muestran sus trazas. También se analizan los episodios de violencia, los prejuicios y tópicos contra las mujeres y el peso de la palabra como arma poderosa en manos femeninas. Se dedica una parte importante del estudio a explicar el resultado de la comparación entre los manuscritos y las ediciones para demostrar el peso de Alcover en la configuración final de la obra. De ahí se constata que el canónigo resulta ser un potenciador de la figura de la mujer.