Salud mental en las personas con discapacidad intelectual

  1. Serna Álvarez, Ana Mª
Dirixida por:
  1. María Elena García-Baamonde Sánchez Director
  2. Juan Manuel Moreno Manso Co-director

Universidade de defensa: Universidad de Extremadura

Fecha de defensa: 30 de outubro de 2023

Tribunal:
  1. Francisco Cruz Quintana Presidente/a
  2. Manuel Fernández Alcántara Secretario
  3. Eloísa Julia Guerrero Barona Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 823181 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumo

Durante muchos años no se ha considerado la posibilidad de que las personas con discapacidad intelectual tuvieran problemas de salud mental. Ambas situaciones (discapacidad intelectual y trastorno mental), casi siempre ha sido infradiagnosticada y, por lo tanto, o no ha sido tratada o se ha n aplicado tratamientos inadecuados La finalidad última de esta Tesis Doctoral es aportar un mayor conocimiento sobre los problemas de salud mental de las personas adultas con discapacidad intelectual en Extremadura. La investigación se ha centrado en la Fase I en estudiar la presencia de trastornos mentales, las principales alteraciones de conducta que presentan, analizar el uso de psicofármacos, estudiar en qué medida tener necesidades de apoyo en la comunicación y/o relaciones interpersonales interviene en los problemas de salud mental y conocer la respuesta que reciben las personas con discapacidad intelectual desde los servicios de atención. La Fase II se ha dirigido a identificar psicopatología en la población con discapacidad intelectual, detectar la sospecha de infradiagnóstico y analizar en qué medida la severidad de la discapacidad intelectual y el número de alteraciones de conducta que se presentan, dificultan el diagnóstico de un trastorno mental, así como obtener información sobre el seguimiento médico que reciben las personas con discapacidad intelectual en las que se sospecha de un infradiagnóstico. De los resultados obtenidos se concluye que las personas con discapacidad intelectual tienen una alta prevalencia de problemas de salud mental. Concretamente las personas con discapacidad intelectual grave-severa de manera habitual expresan síntomas psiquiátricos atípicos, siendo las alteraciones de conducta el principal motivo de consulta psiquiátrica, sobre todo conductas agresivas. Son éstos, aspectos relevantes a tener en cuenta en la evaluación, pues dichas alteraciones conductuales pueden enmascarar trastornos mentales. Además, son personas que suelen tener más dificultades en la comunicación. Todo ello nos lleva a plantear la necesidad de enfocar la respuesta en una comprensión más funcional de las alteraciones de conducta, así como en progresar en la búsqueda de estrategias para que estas personas logren niveles de comunicación óptimos. La intervención farmacológica debe formar parte de un plan de atención multidisciplinar y centrado en la persona. Estas técnicas deben impulsar, de manera proactiva y menos restrictiva, una respuesta a las alteraciones de conducta desde un enfoque funcional, con el uso de metodologías como apoyo activo o apoyo conductual positivo, así como la reducción de restricciones. Como respuesta al derecho fundamental de las personas con discapacidad intelectual a gozar del más alto nivel posible de salud, debemos evitar las consecuencias de no detectar o tratar de una forma errónea los trastornos mentales, puesto que puede generar un incremento de la severidad de los síntomas y la cronicidad de la enfermedad. Todo ello puede causar sufrimiento innecesario, así como un deterioro de funcionalidad y capacidad de interacción social que impactará de forma negativa en la calidad de vida de la persona.