La cooperación al desarrollo de España con Palestina y la construcción de paz (2004-2011)

Laburpena

Esta investigación analiza la cooperación española con Palestina para la promoción de construcción de paz durante la anterior legislatura del Partido Socialista Obrero Español entre los años 2004 y 2011. Este trabajo tiene por objetivo mostrar que la cooperación al desarrollo con Palestina ha estado condicionada políticamente por los diferentes acuerdos que, desde 1991, constituyen el denominado proceso de paz entre palestinos e israelíes. Este proceso ha venido marcado por los presupuestos de la corriente dominante de la paz liberal. Dicha narrativa parte del convencimiento de que unas instituciones que garanticen la democracia, el Estado de derecho, el respeto por los derechos humanos, una sociedad civil activa y una economía de libre mercado, deberán establecer una paz sostenible entre ambos pueblos y reforzar la seguridad en la región. Partir del modelo de la paz liberal, implicó considerar que Palestina e Israel habían entrado en una etapa de postconflicto. Esto tuvo una repercusión enorme en el enfoque de construcción de paz con el que se estaba interviniendo desde la ayuda exterior. Dicha preconcepción condujo a que los donantes internacionales tendiesen a omitir las causas profundas de la naturaleza colonial del conflicto; manteniendo una visión de construcción de paz basada en la creación de instituciones gubernamentales palestinas, pero con unas fuertes restricciones sobre su soberanía nacional e independencia económica, al tiempo que se promovía una economía de libre mercado bajo un régimen de ocupación y colonización que nunca cesó de consolidarse. La ayuda de la cooperación española destinada a la construcción de paz, gobierno y sociedad civil en Palestina —reflejo de una política exterior alineada con esta corriente dominante— basó su cooperación en un apoyo incuestionable a la narrativa del proceso de paz de Oslo, mediante la financiación de la ANP, la reforma de sus sistemas de seguridad y la promoción del papel de la sociedad civil como constructora de paz. No obstante, desde el Gobierno, se defendía en gran medida a aquellas organizaciones que secundaban el modelo de la paz liberal, llegando a manifestarse cierta oposición con propuestas de paz alternativas, que partían de un análisis colonial del conflicto y eran contestatarias con la solución de los dos Estados que sostiene el proceso de paz.