Las estrategias urbanas pasivasun instrumento para las smartcities

  1. Enrique Mínguez Martínez
  2. María Vera Moure
  3. Diego Meseguer García
Revista:
WPS Review International on Sustainable Housing and Urban Renewal: RI-SHUR

ISSN: 2387-1768

Año de publicación: 2017

Número: 5

Páginas: 95-128

Tipo: Artículo

DOI: 10.24310/WPS.VI5.14268 DIALNET GOOGLE SCHOLAR lock_openDialnet editor

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Objetivos de desarrollo sostenible

Resumen

A fin de lograr ciudades autosuficientes, sostenibles e inteligentes resulta imprescindible que la planificación urbana y el desarrollo tecnológico se coordinen, aportando soluciones urbanas innovadoras en el ámbito del desarrollo urbano sostenible (Smart Environment), la incorporación de tecnologías de la información en la gestión de servicios (Smart Economy), la generación de espacios participativos de colaboración e innovación (Smart Governance) y la formación de ciudadanos responsables (Smart Citizen). Todas estas tecnologías se deben desarrollar dentro de una planificación urbanística estructurada impulsando un nuevo modelo de ciudad sustentable. Para mejorar la eficiencia energética de un edificio resulta mucho más eficaz contar con sistemas pasivos que utilizar estrategias activas. Las ciudades se comportan del mismo modo; los sistemas pasivos urbanos aplicados a la planificación, son una herramienta innovadora tanto para lograr nuevos desarrollos urbanos sostenibles, como para el reequilibrio de tejidos consolidados, optimizando los recursos existentes e incrementando la eficacia de las nuevas tecnologías aplicadas en la ciudad. “Se deberá fomentar la innovación para apoyar la transición hacia las Ciudades del Mañana. Las Ciudades del Mañana deberían ser ciudades dispares, cohesionadas y atractivas, deberían ser ecológicas y saludables y deberían ser lugares propicios para una economía fuerte e integradora.” (Hermant‐de Callataÿ & Svanfeldt, 2011. Los sistemas urbanos pasivos (como el Sistema de Polinúcleos Sostenibles) se basan en establecer los patrones numéricos deseables para implantar, de una manera gradual, un modelo urbanístico “que apoyándose en la movilidad sostenible y mediante un reparto equilibrado del tejido urbano consiga ciudades vivas, compactas y diversas de distancias cortas. Mediante un análisis sistémico complejo, se han determinado estos parámetros imprescindibles para conseguir tejidos equilibrados dentro de un modelo urbano compacto, donde tengan cabida las actividades presentes y futuras para que nuestras ciudades evolucionen hacia el ideal de la Smart City Sustentable. “La tarea es promover la vida urbana de los ciudadanos, alojados –esperémoslo‐ en concentraciones lo bastantes densas y diversas como para ofrecerles una sólida oportunidad de desarrollar la vida urbana” (Jacobs, 2012).