El cuento de nunca acabarEvaluando voy, evaluando vengo
- Rodríguez Lifante, Alberto
- Stefatou, Ioanna
- Molina Muñoz, Pedro Jesús (coord.)
Editorial: Universidad de Chipre. Centro de Lenguas = Πανεπιστήμιο Κύπρου
ISBN: 978-9963-700-30-1
Año de publicación: 2012
Páginas: 124-133
Congreso: Jornadas de Formación para Profesores de Español en Chipre (4. 2012. Nicosia)
Tipo: Aportación congreso
Resumen
La evaluación es un elemento fundamental en muy diversos ámbitos y no menos importante lo es en el campo de la pedagogía. Todos sabemos que es necesario evaluar para mejorar y, por ello, cada vez son más las empresas que se dedican a la evaluación: control de calidad de los productos, de los procesos, auditorías económicas, financieras, de organización� Todo esto es, en definitiva, evaluación. En nuestro campo, el de la enseñanza, nos encontramos con un concepto de evaluación bastante limitado y cuya aplicación sobre la actuación del profesor debe replantearse. Si lo pensamos bien, sólo evaluamos los resultados de los alumnos y cuando nos referimos a evaluación lo hacemos como un sinónimo de �calificación� de los alumnos. Hoy en día se presenta como elemento común el enfoque centrado en el aprendiz y sus necesidades personales, sociales y profesionales en correspondencia al enfoque pedagógico que se aleja del rol tradicional del docente, como transmisor de los conocimientos, y del papel pasivo del alumno. También está la idea generalizada de que el profesor es el que evalúa y lo único que hace es evaluar la memorización de conocimientos descontextualizados. De hecho, entre las múltiples tareas del docente (diseñador del currículo, investigador, orientador/tutor, transmisor de valores, miembro de un equipo, etc.), la de evaluador de resultados, procesos y sistemas es una de las que mayor relevancia tiene.