De Iberia in HispaniamLa adaptación de las sociedades ibéricas a los modelos romanos

  1. Abad Casal, Lorenzo coord.

Editorial: Servicio de Publicaciones ; Universidad de Alicante / Universitat d'Alacant ; Fundación Duques de Soria

ISBN: 84-7908-748-X

Año de publicación: 2003

Tipo: Libro

Resumen

De Iberia in Hispaniam pretende ser una crónica de la adaptación de las sociedades ibéricas a los estímulos y modelos romanos. Rastrear las líneas maestras de este cambio cultural a través de sus vestigios materiales es el objetivo del libro. Este proceso es largo y complejo, hunde sus raíces en los siglos anteriores y va más allá de los límites que aquí nos hemos impuesto, pues continúa desarrollándose incluso cuando ya, aparentemente, todo es romano. Desaparecen núcleos de población, se crean otros nuevos y se transforman muchos de los existentes, como consecuencia de la incorporación de las ciudades al sistema jurídico romano; en un primer momento son intervenciones limitadas que alteran parcialmente el paisaje, pero en las que ya aparecen los elementos que van a definir la imagen de la nueva ciudad: el opus caementicium, el arco y la bóveda, los ornamentos en tierra cocida y los órdenes arquitectónicos, en una secuencia temporal dórico-toscano, jónico y corintio que no siempre se cumple. Se reorganizan los paisajes agrarios, se desarrollan los sistemas de regadío y de traída de agua y se tiende a una mayor especialización económica y productiva, con la privatización de las mejores tierras. Las necrópolis reciben nuevos equipamientos monumentales que en algunos casos reflejan tradiciones anteriores, pero que en la mayoría incorporan cambios tipológicos y rituales en consonancia con los nuevos modelos. Todo ello no son sino anticipos, en ocasiones extraordinariamente complejos, de los grandes programas de transformación urbana que vamos a encontrar en época augustea, momento en que podemos decir que cristaliza el modelo romano en Hispania. Las antiguas sociedades ibéricas se han integrado en un orden político y económico nuevo, dominado por la impronta romana, que tiene su propio lenguaje expresivo y que, entre otras cosas, convierte los tradicionales contactos con otras áreas del Mediterráneo en algo sistemático y rutinario. Aunque los cambios más visibles son los que se producen en las ciudades y los monumentos, los de mayor calado tuvieron lugar sin duda en la vida cotidiana; la relación entre gentes de diferentes culturas, unidas por lazos de afecto o de interés, tuvo que ser vivaz y continua, como un río fluyente cuyo destino estaba aún por definir. Un día, por cualquier circunstancia, esta corriente subterránea sale a la superficie y se manifiesta en forma de obras que son un reflejo, espectacular, pero reflejo al fin y al cabo, de la sociedad que en cada momento las realiza. Cambios en los gustos culinarios y en las pautas de consumo de los bienes de primera necesidad se manifiestan en las transformaciones de la vajilla de mesa y de los recipientes de transporte; otros afectan a la vestimenta, a las actitudes, a a las costumbres y la lengua. La escritura latina sustituye a la ibérica y facilita el desarrollo del hábito epigráfico y la proliferación de documentos.