El sector bancario libanés y su papel en el diseño y reproducción del orden social, político y económico del Líbano contemporáneo
- Goenaga Sánchez, Amaia
- Ferran Izquierdo Brichs Directeur/trice
- Carmen Sanz López Directeur/trice
Université de défendre: Universidad Autónoma de Madrid
Fecha de defensa: 04 février 2016
- Ana I. Planet Contreras President
- Adolfo Calatrava García Secrétaire
- Olivia Orozco de la Torre Rapporteur
- Laura Feliu Martínez Rapporteur
- Ignacio Álvarez-Ossorio Alvariño Rapporteur
Type: Thèses
Résumé
Nos comenzamos a preguntar ¿Por qué está política? ¿Por qué los bancos están tan expuestos a un Estado tan problemático? Algunos de los autores arriba citados, ya han denunciado que esta política no es en absoluto peligrosa para la banca. Al contrario, el sector habría sido el gran beneficiado de este esquema (Gaspard, 2004; Dibeh, 2005; Srouji, 2005). Sin embargo, la literatura académica, hasta el momento, no ha explicado ¿por qué desarrollan los gobiernos libaneses de posguerra políticas tan beneficiosas para la banca, si son tan nocivas para otros sectores y para la economía en general? ¿Dónde está el origen de este esquema? ¿Por qué ningún gobierno ha sido capaz de revertir la situación? Llegados a este punto decidimos dedicar nuestra tesis doctoral a responder a estas cuestiones. Lo primero que debíamos averiguar era si este esquema, que sin duda favorece a la banca, nace de las presiones de la banca sobre el Estado, o si por el contrario, la banca aprovecha una situación no creada por ella. Nuestra hipótesis de partida es que efectivamente la banca ha jugado un papel fundamental en el diseño de este modelo, y tiene una gran responsabilidad en lo referente al endeudamiento del Estado, y a los problemas socioeconómicos del país. Sin embargo, no se puede hablar de una imposición, el proceso ha sido mucho más complejo. Se debe empezar por aclarar varios matices. La banca no es un actor, la banca es un sector económico, integrado por bancos al frente de los cuales hay personas que toman decisiones en función de varios criterios. El sector bancario libanés, que es un sector que engloba a un gran número de bancos de muy distintos tamaños, tiene una elite propia, formada por los dirigentes5 de los 8-10 grandes bancos que controlan el 80-85% del mercado. En esta tesis se defiende que esta elite, que también forma parte de la elite nacional, tiene una gran capacidad de influir sobre el proceso de toma de decisiones políticas. Pero ¿por qué puede este grupo imponer esta política de endeudamiento que tiene consecuencias tan lesivas para la economía libanesa?, ¿A través de qué mecanismos?, ¿Desde cuándo cuenta esta elite con tanto poder? La respuesta a la primera pregunta parece obvia. Dada la centralidad de la actividad bancaria para la economía de cualquier país, la banca, sobre todo los grandes bancos, son muy influyentes en cualquier sociedad. Sin embargo, consideramos que el grado de influencia política que tiene elite bancaria en Líbano, es especialmente remarcable. ¿Esa influencia nace 3 No podemos dejar de mencionar al economista Kamal Hamdan, muy crítico con este modelo, del que hemos recogido multitud de artículos que no vamos a citar aquí, pero que irán apareciendo a lo largo de la investigación. 4 Ver capítulo 11 5 Como dirigentes nos referimos al Consejo de administración, pero sobre todo a la figura del presidente-director general de cada banco, que en la mayoría de los casos es la misma persona, que también tiende a ser el accionista mayoritario de la entidad. Nos extenderemos más sobre la cultura de gobierno de los bancos en capítulo 4. 12 sólo del peso económico del sector? Lo cierto es que el volumen del sector bancario es tres veces superior al volumen de la economía libanesa, pero ¿la banca tiene tanto peso político debido a su centralidad en la economía nacional, o tiene tanto peso en la economía porque goza de una gran influencia política? En esta tesis se parte de la segunda opción. Es más, se a lo largo de esta investigación se planteará que, en realidad, el poder de la banca va más allá de su influencia sobre el diseño de la política económica. El sector, más concretamente las elites del sector, tienen un gran poder sobre todos los procesos sociales y políticos del país, y no solo durante la II República, esta será una constante en su historia contemporánea. A partir de aquí planteamos que la importancia que ha tenido la banca en la historia económica, pero también social y política, del Líbano contemporáneo deriva del papel que ha jugado la actividad bancaria en la reproducción del poder de las elites económico-políticas del país desde su misma creación. Esto tiene que ver con el hecho de que la elite financiera de finales del S. XIX y de principios del S.XX participó activamente en el diseño del Líbano contemporáneo, introduciendo en el ADN del sistema en construcción elementos que favorecerían la centralidad de las actividades financieras y el poder de aquellos actores que dominaban esta actividad. Se defenderá además, que el papel de la banca en la economía, la política y la sociedad libanesa en la actualidad se ha ido moldeando a través de un proceso socio-histórico con tres puntos de inflexión fundamentales, la independencia y la creación del orden económico del nuevo Líbano, la guerra civil (1975-1990) y las dinámicas socio-económicas y políticas que se desarrollaron durante el conflicto; y los primeros años de la posguerra, en los que se diseñó el orden de posguerra que sustenta la II República. Así, vamos a prestar una atención especial a los momentos de creación y transformación del sistema. Los momentos de creación y transformación de un sistema social dado y de las instituciones que los sustentan, son momentos de máximo interés para el analista, ya que el orden institucionalizado determinará la estructura de poder del sistema, su jerarquía interna, definirá los espacios de competición entre los actores y sus oportunidades. Por tanto los momentos de creación y cambio institucional son fundamentales para entender qué grupos sociales o actores están mejor posicionados para ejercer su poder sobre el sistema (North, 1990; Fligstein, 1996, 2001Fligstein y Mcadam, 2012; Izquierdo, 2013; Lordon, 2009). Esta investigación se iniciará buscando los orígenes del modelo en su conjunto. Se analizará la formación socio-histórica del sistema político y económico libanés remontándonos a finales del S.XIX, y veremos qué fuerzas participaron en su creación. Todo ello con el objetivo de ver qué papel jugaron la banca y los banqueros en dicho proceso. En este sentido se planteará que varias dinámicas que venían moldeando la realidad de la región desde finales del S.XIX, cristalizaron durante los años 30 y 40, dando forma a un marco político y económico propicio para el desarrollo de actividades financieras, al tiempo que se institucionalizaba un orden socio-cultural que hizo que población libanesa asimilara como una verdad establecida que una economía centrada en las finanzas y el comercio era la única alternativa para la viabilidad del país. Un hombre fue clave en este proceso, Michel Shiha, banquero, político y quizá el intelectual libanés más destacado del S. XX. En este contexto la actividad bancaria adquirió un gran valor social y un gran prestigio, y se convirtió en un recurso de poder de primera magnitud. 13 Es importante señalar que la formación política del Líbano contemporáneo está orgánicamente ligada al desarrollo y consolidación del modelo económico "ultra-liberal" y rentista que rige el país, con algunas variaciones importantes, desde finales de los años 40. Desde entonces se ha establecido una relación muy estrecha entre los grupos sociales que dominan la economía, incluidas las finanzas, y la clase política, hasta el punto de que la línea divisoria entre ambos grupos sociales es, a menudo, invisible. Uno de los factores que hacían de la banca una actividad tan importante en este esquema era su papel en la producción y redistribución de rentas entre los estratos más altos de la sociedad. Como se explicará, desde finales del S.XIX la región desarrolló una economía rentista dependiente del exterior, y desde entonces el poder político, el poder económico y la influencia social de las elites libanesas ha sido tributaria, en buena parte al menos, del acceso a esas rentas. Desde la independencia y hasta los años 80, la principal actividad de la banca libanesa era la de financiar operaciones comerciales de carácter internacional (entre Occidente y Oriente) desarrolladas por un reducido número que familias, que también tenían intereses políticos y financieros de primera magnitud, e intermediar entre el capital del Golfo y las plazas occidentales, donde se reinvertían. Esa labor de intermediación dejaba grandes beneficios no productivos en los bancos libaneses, sobre todo en los grandes bancos que pertenecían a la elite político-económica del momento. Este sistema alimentó el particular modelo económico libanés pero también su sistema sociopolítico, concretamente el sistema elitista que caracteriza al país, a través de unas políticas crediticias muy concretas que se analizarán en el capítulo 4. En esta línea, la banca también fue un importante instrumento de control social. Es bien sabido que uno de elementos clave en la reproducción del poder de las elites es el de contar con mecanismos de control sobre el acceso a la elite. En Líbano la banca ha funcionado tradicionalmente como una vía de ascenso social en contextos muy concretos, pero al mismo tiempo, también ha sido una gran barrera a la movilidad social y al cambio. Durante la I Republica (1943-1975) el grueso del crédito se movía entre las elites nacionales y sus redes, lo que favorecía la reproducción del poder de las elites económicas y políticas, y el clientelismo, a través de mecanismos que se detallarán en profundidad en el capítulo 4. Por tanto, en primer lugar nos interesa la banca como elemento fundamental en la formación, consolidación y reproducción del sistema de poder libanés. Sin embargo, como sector económico más o menos definido, la banca libanesa tiene también unas lógicas internas que deben ser analizadas. En este sentido, trataremos el sector bancario como un campo organizacional, lo que nos permitirá analizar con más precisión las dinámicas internas del sector, que también son fundamentales para entender su papel en la historia del Líbano contemporáneo. Así, trataremos de observar el proceso de estructuración del sector como campo organizacional a lo largo del tiempo, ya que fue un proceso lento. ¿Qué actores participaron?, ¿qué tensiones se generaron en ese proceso?, ¿cuándo se consolidó como tal? y ¿qué fuerzas de cambio han ido afectando a la banca como sector económico con sus lógicas internas? Este proceso se inició en los años 50, cuando, tras la aprobación de la ley de secreto bancario (1956), la banca sufrió un auténtico boom, y el número de bancos aumentó exponencialmente. En este contexto, la comunidad bancaria local dejó de estar formada por un pequeño círculo de familias que formaban parte de la elite político-económica nacional. El sector adquirió una 14 estructura heterogénea y jerárquica. Se creó un nuevo orden en el que convivían distintos grupos definidos por una superposición de elementos, tamaño del banco, confesión y tendencia política de los propietarios, visión sobre la actividad bancaria (mayor regulación menor regulación, dinamismo-conservadurismo), origen social de los propietarios, etc. Desde un principio se estableció una relación fuertemente competitiva entre los distintos grupos, lo que convirtió a la banca en un sector muy inestable. En este contexto, ya a finales de los años 50, algunos de estos grupos trataron de organizar el sector. Primero, fueron las elites tradicionales, la vieja oligarquía económico-financiera, la que en un intento por mantener una posición de dominio creó la Asociación de Banqueros del Líbano (ABL). En los años 60 se avanzó en esta dirección a iniciativa del Estado y de algunos actores recién llegados a la plaza, con la creación del Banco Central y una nueva legislación bancaria. En este sentido, merece la pena mencionar que la relación entre el shehavismo, y un sector en ascenso de la banca en los años 60 y 70 será fundamental para esta investigación. De hecho, los elementos de cambio que el shehavismo introdujo en el sector bancario libanés y en la composición de las elites nacionales están en el origen de la estructura actual del sector bancario libanés. Lo que se conoce como el periodo shehavista, es decir los mandatos de Fuad Shehab (1958-1964) y Charles Helu (1964-1970), se caracterizó por la impronta modernizadora del Estado, y en esos años se creó la arquitectura institucional del actual sistema financiero libanés. También se pusieron las bases para el ascenso de un nuevo grupo de banqueros, gracias a su alianza con la nueva elite político-administrativa, o tecnocrática, que prosperó social y políticamente durante este periodo6 . Este nuevo grupo de banqueros estaba formado por una serie de financieros con experiencia internacional, más modernos, preparados y profesionales que los banqueros tradicionales, que compartían muchos principios del shehavismo. En las décadas posteriores este grupo, ira imponiendo su dominio sobre el sector, adaptando su forma y su papel en la economía a su visión del mundo y a sus intereses. Estos banqueros shehavistas, con alguna aportación posterior, son los que dominan el sector bancario en la actualidad. Con todo, el proceso de estructuración del sector fue muy lento, hubo muchas resistencias. En realidad el sector no se convirtió en un campo estable hasta los años 90, por lo que, entre los años 50 y los años 90, la relación entre los distintos banqueros o grupos de banqueros fue violenta y conflictiva, y la estructura interna del sector cambiante. Tanto es así, que el Líbano vivió dos graves crisis financieras en este periodo. La primera entre 1966 y 1970, y la segunda entre 1989 y 1992. Los conflictos dentro del sector eran al mismo tiempo de carácter interno, es decir, ligados a las dinámicas internas de la banca, relacionadas sobre todo con la competencia que se establece entre distintos grupos por dominar el sector; y de carácter externo, es decir, conflictos derivados del contexto socio-político general que tenían, y tienen, efectos directos sobre el mismo, debido a que los banqueros, o las elites bancarias, tenían, y tienen, intereses sociopolíticos y económicos importantes. De hecho, hasta los años 60 fueron pocas las familias o actores libaneses7 que teniendo negocios en la banca pudieran identificarse como banqueros. La mayoría de los libaneses que decidían abrir sus propios bancos eran miembros 6 De hecho, como se constatará, uno de los secretos de la consolidación de los tecnócratas shehavistas, fue precisamente la de colocarse en posiciones estratégicas dentro de la nueva arquitectura institucional de las finanzas. La otra gran baza de este grupo fue su alianza con este grupo de banqueros en ascenso. 7 Los bancos extranjeros, que eran los más importantes en este periodo, siguen otras lógicas. 15 consolidados de la elite nacional (política, mercantil, industrial, etc.), o ricos libaneses que volvían de la diáspora, y entraban en el negocio por el deseo de acumular influencia y prestigio, pero, en líneas generales, no se identificaban a sí mismos como banqueros sino como hombres de negocios en sentido más general, o como políticos. Consecuentemente, las dinámicas internas del sector tenían derivas sociopolíticas importantes, ya que éstas se entrelazaban con el juego político. Una de las aportaciones, a nuestro entender, más interesantes de esta investigación es, precisamente, que analiza los mecanismos a través de los cuales las elites que dominan el sector en cada momento acumulan y materializan su influencia política a lo largo del tiempo. Asimismo, entre los factores exógenos a tener en cuenta, están los elementos de orden regional e internacional. El Líbano es un país muy abierto al exterior, en lo económico y en lo político. En este sentido, las dinámicas de orden supranacional afectan a menudo al sistema de poder nacional, y, al mismo tiempo, a las dinámicas internas del sector bancario, y, por tanto, no se puede obviar este ámbito de análisis. Por tanto, se defenderá que las dinámicas internas del sector han estado siempre completamente ligadas al juego de poder político y económico nacional, así como a los intereses del capital internacional. Consecuentemente, dichas dinámicas también tienen efectos concretos sobre la realidad sociopolítica y económica del país. A partir de aquí, una de las mayores aportaciones de este trabajo al conocimiento de la realidad libanesa, es que se analizará con detenimiento cómo se concretan estos efectos en la práctica y qué resultados específicos tienen sobre la evolución general del sistema de poder, y sobre las políticas públicas, lo que, en última instancia, nos permitirá ver cómo afectan los juegos entre las elites financieras a la vida cotidiana de los ciudadanos. Es preciso aclarar que la finalidad última de esta investigación no es la de describir el funcionamiento del sector bancario, sino la de analizar qué consecuencias tiene el sistema de poder, y el papel que la banca desempeña en él, sobre la realidad sociopolítica y económica del país, para ver cómo afecta todo ello a los libaneses. En este sentido esta investigación es completamente novedosa. Si bien existe una bibliografía relativamente importante sobre el papel de las elites económicas en la formación y reproducción del sistema político libanés, la banca como tal jamás ha sido estudiada desde un punto de vista sociológico, y, salvo una excepción reciente y muy limitada en el tiempo que luego mencionaremos, tampoco se ha investigado sobre las repercusiones que los juegos de poder en el sector financiero tienen sobre los procesos sociales y políticos en el Líbano, y en última instancia sobre la vida de sus ciudadanos. Habría, por tanto, una laguna en el análisis de la realidad libanesa que se pretende llenar con este trabajo. Así, nuestra investigación aspira a quedar incluida en una tradición académica que desde hace varias generaciones trata de abrir el prisma con el que se mira el Líbano, para llevar el análisis de las problemáticas de este país más allá de los elementos de orden sectario-confesional, o cultural, que siguen dominando en la producción literaria centrada en el país levantino. Este trabajo no pretende en ningún caso negar la importancia de este tipo de elementos que, sin ninguna duda, son claves para la comprensión de la sociedad libanesa. Sin embargo, sí pretendemos reivindicar la importancia de otros factores de orden socio-económico o material, que se solapan a los anteriores dando forma al complejo sistema libanés.