Empleo informal y salud en centroamérica. Una aproximación desde las desigualdades de género

  1. López Ruiz, María
Dirigida por:
  1. Fernando García Benavides Codirector/a
  2. Lucía Artazcoz Lazcano Codirector/a

Universidad de defensa: Universitat Pompeu Fabra

Fecha de defensa: 29 de enero de 2016

Tribunal:
  1. Elena Ronda Pérez Secretaria
  2. Vanessa Puig Barrachina Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 404518 DIALNET

Resumen

A pesar de las graves consecuencias que el empleo informal tiene para la población trabajadora, así como para la sociedad en general, este tipo de empleo constituye un pilar estructural y permanente de una gran parte de los mercados laborales alrededor del mundo. Sin embargo, existen importantes diferencias entre regiones, variando entre el 82% de la población trabajadora del sur de Asia y el 10% de Europa del Este y Asia. Igualmente, las mujeres, junto con las personas jóvenes, mayores y aquellas en situación de pobreza, se encuentran en mayor medida dentro de la economía informal. Por ejemplo, en 2011 en Centroamérica, el 64% de las mujeres tenían empleos informales no agrícolas, frente al 58% de los hombres. Desde que a principio de los años setenta se acuñara el término “sector informal” se ha desarrollado un gran debate internacional acerca de su naturaleza, definición, medición y relación con las desigualdades sociales. Sin embargo, no existe apenas evidencia sobre su relación con la salud, a pesar de ser un importante determinante de la misma. Esta investigación nace por tanto de la urgente necesidad de abordar el empleo informal y su relación con el estado de salud, desde una perspectiva de género. Para ello, utilizamos la I Encuesta Centroamericana de Condiciones de Trabajo y Salud, realizada en el año 2011 en colaboración entre el Programa Salud, Trabajo y Ambiente en América Central (SALTRA), la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS), la Universidad de Texas y el el Centro de Investigación en Salud Laboral (CiSAL) de la Universitat Pompeu Fabra. El empleo informal es un importante pero poco estudiado determinante social de la salud que afecta a un gran número de personas trabajadoras alrededor del mundo. Las mujeres constituyen una parte importante de la economía informal y, entre otras razones, han utilizado este tipo de empleo como forma de insertarse en el mercado laboral debido a las mejores posibilidades para combinar el empleo y el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. El objetivo principal de esta tesis ha sido valorar la relación entre el estado de salud y la informalidad o formalidad del empleo entre la población trabajadora no agrícola centroamericana. A través de dos estudios empíricos realizados con la I Encuesta Centroamericana de Condiciones de Trabajo y Salud de 2011 y sobre una muestra de 8.823 personas trabajadoras no agrícolas, hemos obtenido los siguientes resultados principales. Tanto mujeres como hombres con empleos informales tuvieron peor estado de salud en comparación con el perfil más formal de empleo (personas asalariadas con cobertura a la seguridad social y contrato escrito). La falta de cobertura a la seguridad social es un elemento clave del empleo informal, y el predictor más fuerte de mala salud. Asimismo, la asociación entre mal estado de salud y la combinación de empleo y responsabilidades de cuidados se limitó básicamente a las mujeres con empleos informales. Estos resultados muestran cómo el empleo informal no agrícola es un factor significativo en las desigualdades en salud entre la población trabajadora centroamericana. Además, también ponen en evidencia desigualdades en salud en relación con el trabajo no remunerado de cuidados, que depende de la interacción entre el género y el empleo informal. Por tanto, dada la estrecha relación entre las esferas del mercado laboral y de los cuidados, para reducir todas las desigualdades encontradas sería necesario implementar políticas enfocadas a ambas esferas.