Cultura industrial, ludismo y proyección literaria
- Segura Martínez, Vicente
- Silvia Caporale Bizzini Directora
- Rosa Ana Gutiérrez Lloret Codirectora
Universidad de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante
Fecha de defensa: 23 de octubre de 2020
- Antonio Ballesteros González Presidente/a
- José Miguel Santacreu Soler Secretario
- Carmen Escobedo de Tapia Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
INTRODUCCIÓN El interés por desarrollar una investigación sobre la génesis del sindicalismo democrático y la cultura proletaria ha estado estimulado por los conocimientos que adquirí de la historia y la literatura británica durante mis estudios en el departamento de Filología Inglesa de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alicante en la promoción 1998-2002. Estos conocimientos me ayudaron a penetrar en la historia de Gran Bretaña y de los Estados Unidos de Norte América desde sus orígenes hasta nuestros días. Además, los estudios en Filología Inglesa también me ayudaron a adquirir conocimiento del contexto religioso, cultural, económico, literario y laboral que evolucionaban paralelos a la Revolución Agraria e industrial en el Reino Unido. Luego vinieron los dos años de cursos de doctorado que realicé entre 2003 y 2005 en la Universidad de Alicante, al final de los cuales comencé a elaborar una tesina que me ejercitó en la tarea de investigación, mediante la cual me propuse conocer las causas que produjeron la Revolución Agraria e Industrial en Inglaterra y sus consecuencias. En este proceso de investigación tuve conocimiento por primera vez del fenómeno sindical del Movimiento Ludita que nació paralelo a ambas revoluciones en Inglaterra. Este descubrimiento es el que me ha ayudado a comprender la importancia que para mi han tenido los valores democráticos que viví en el seno del sindicalismo democrático de las Comisiones Obreras en España durante los primeros años 70 del siglo pasado, y a estimularme en escribir una tesis que mostrara los resultados de la cultura industrial, la producción literaria que desarrollaron los luditas, la literatura anónima y la literatura del romanticismo británico que se ha revelado como referente de los valores democráticos que se vivían en el seno del Movimiento ludita del West Riding. Esta tesis también muestra la proyección literaria que tuvo el ludismo en la literatura romántica desarrollada por Mary Shelley en la novela Frankenstein (1818), en la literatura victoriana relacionada con el ámbito laboral y sindical desarrollada por Elizabeth Gaskell en la novela, Mary Barton (1848), en la novela de Charles Dickens, Hard Times (1854), y en la novela de Charlotte Brontë, Shirley (1849) El hecho de que los artesanos y los trabajadores cualificados de diferentes gremios integrados en el Movimiento Ludita del West Riding fueron quienes cimentaron las bases del futuro sindicalismo democrático en el Reino Unido en 1812, todavía no ha sido reconocido desde el ámbito académico internacional, como uno de los agentes y aporte primerizo de la creación y posterior desarrollo de la cultura del proletariado en Inglaterra. Por otra parte, el análisis de la ideología de los luditas desde el ámbito académico internacional es incompleto e incluso en algún caso podría incurrir en contradicción, de acuerdo con los estudios que se han realizado desde las diferentes escuelas historiográficas que han analizado el fenómeno del ludismo. De hecho, aún reconociendo que en algunos casos sus aportaciones son muy valiosas, el vacío existente sobre algunos de los aspectos que más favorecieron la evolución ideológica de los luditas sigue siendo significativo, ya que subyace entre los economistas, historiadores, ecologistas, anticapitalistas, periodistas y novelistas una marcada tendencia a identificar a la organización Ludita como un todo homogéneo. El resultado de este hecho se ha reflejado en una diversidad de opiniones divergentes que plantean enfoques que yo no comparto. CONCLUSIONES Este trabajo ha centrado su análisis en el Movimiento Ludita, su evolución ideológica en el contexto de la cultura industrial y, en especial, en su proyección literaria. Para un mejor desarrollo de esta investigación se ha optado por el método de estudio de proceso en tanto que se estudia la evolución ideológica de los artesanos y los trabajadores cualificados de diferentes gremios británicos a principios del siglo XIX en Inglaterra. Consiguientemente, este estudio ha quedado enmarcado en la realización de un análisis de dos casos de estudio debido a que el caso de la cultura, intereses económicos y las tareas desempeñadas por los tundidores del West Riding era diferente al caso de la cultura e intereses económicos que se manifestaban en los tejedores de medias de las Midlands. La transferencia de conocimiento y la evolución cultural en el seno de estos gremios del textil británicos se manifestaba de manera sustancialmente diferente en cada caso. Por ello, la formación del Movimiento Ludita en estos dos casos, aunque nació como herramienta de solución a unos problemas reales en el ámbito de la industria textil británica, sin embargo, su rechazo con respecto a determinada maquinaria industrial respondía a unos intereses económicos y culturales distintos. Por lo tanto, a través de un estudio descriptivo de cada caso hemos desvelado, por una parte, el modo en que se integró la perspectiva sindical democrática en el seno del Movimiento Ludita del West Riding y el pérfil ideológico con el que diseñaban sus estrategias político-sindicales y, por otra parte, hemos mostrado por qué se produjo el estancamiento de la evolución ideológica del Movimiento Ludita de las Midlands. Este hecho ha puesto de relieve que la evolución ideológica de ambos casos no se puede entender sin antes haber analizado las interrelaciones e influencias del contexto geográfico, cultural, económico, laboral, político, religioso y literario en los artesanos y los trabajadores cualificados en sus distintas variables en la producción textil. En este sentido, nuestro estudio avala que la estructura orgánica horizontal creada por el Movimiento Ludita del West Riding la heredaron quienes les sucedieron en 1813, y que su acción derivó en una serie de conquistas laborales, acciones políticas y sociales que auspiciaron la reforma electoral en 1832. Este proceso se inserta en el cambio de paradigma que se produce en la economía británica, a partir de 1626, cuando la alianza entre la Iglesia y el Estado durante el reinado de Charles I liberó las energías económicas de la nación y se cimentaron las bases del sistema capitalista. Pero con ello, también se estimuló el lucro y la pérdida de los valores puritanos del cristianismo, favoreciendo la extensión de un sectarismo religioso en la sociedad británica que contribuyó a la crisis social que condujo a una guerra civil en Inglaterra. Tras la Restauración monárquica en el siglo XVII se consolida y se expande la cultura capitalista, que tuvo una proyección literaria con la publicación de la novela de Daniel Defoe, Robinson Crusoe, quien contribuyó a fortalecer en la sociedad la idea de crear una clase media con una moral y valores diferentes a los de la gentry y la clase trabajadora. A finales de este siglo se consolida el cambio de una economía rural a una economía urbana industrial producido por la Revolución Agraria e Industrial. Esta trasformación, de acuerdo con la doctrina económica liberal diseñada por Adam Smith, liquidó la cultura de las corporaciones gremiales, produjo la proletarización de la población campesina y de quienes emigraron a las ciudades industriales, la división del trabajo en las fábricas del textil y el nacimiento del Movimiento Ludita. En la década previa al nacimiento de este movimiento sindical el Parlamento británico promulgó las Combination Acts para evitar la unidad de los gremios, bloquear acciones sindicales y poner fin al derecho consuetudinario que amparaba a las corporaciones gremiales desde la Edad Media. El levantamiento de los luditas destruyendo telares anchos en Nottinghamshire en 1811 provocó la reacción del Parlamento británico con la promulgación de la Framebrake Law; una ley que castigaba con la pena de muerte a quienes eran considerados culpables de haber destruido maquinaria industrial. Esta ley la rechaza el poeta y parlamentario romántico Lord Byron en la House of Lords, a través de un discurso político que pronunció el 27 de febrero de 1812 en el que se solidarizó con los actos violentos de los luditas contra determinada maquinaria industrial, mostrándose rotundamente contrario a la promulgación de esta ley. Byron también proyecta su indignación contra el Gobierno a través de su literatura en el poema “An Ode to the Framers of the Frame Bill” en 1812. Ese mismo año nace el Movimiento Ludita del West Riding integrado por artesanos y trabajadores cualificados de diferentes gremios, pero no sólo para destruir las tundidoras mecánicas, porque también en su seno se observa una conexión política con el radicalismo político que estimuló a desarrollar en esta organización estrategias político-sindicales. Es por ello que sostenemos la tesis que el sindicalismo democrático lo crearon los luditas en el West Riding por los efectos que produjo su estructura basada en la unidad y solidaridad establecida entre los artesanos y los trabajadores cualificados de diferentes oficios, que esta unidad y solidaridad produjo el cambio de paradigma en la cultura de las corporaciones gremiales y se cimentó la base de la cultura del proletariado en el Reino Unido. Después de consultada gran parte de la bibliografía especializada sobre el ludismo, inmediatamente identificamos el problema de que el análisis realizado desde el ámbito académico internacional sobre la ideología de los luditas es incompleto e incluso en algún caso podría incurrir en contradicción, como se refleja en la existencia de una diversidad de opiniones divergentes que plantean enfoques que yo no comparto, especialmente en las obras de los historiadores británicos que han escrito sobre el sindicalismo británico, como Sidney & Beatrice Webb, E. P. Thompson y Eric Hobsbawm, quienes lo enfocan desde una interpretación tradicional del ludismo que no contempla la diferencia cultural e ideológica que se manifestó entre los luditas del West Riding y los de las Midlands. En este sentido, su contribución ha arrojado como resultado una definición estereotipada de la palabra “Ludita”, la cual, desde mi punto de vista, está siendo usada por otros historiadores, ecologistas, anticapitalistas y novelistas adaptándola a su propia interpretación de la historia y sus intereses ideológicos para introducirla en sus ensayos y relatos literarios. Creemos que en este sentido nuestra investigación contribuye a clarificar la cuestión, ya que en ella se pone de relieve que el concepto de sindicalismo que crearon los luditas del West Riding debe entenderse como que dinamizó la evolución ideológica y cultural del proletariado en el West Yorkshire y Lancashire que, desde la segunda década del siglo XIX, ha estado estrechamente ligada a la evolución de la cultura industrial avalada por la política gubernamental del gobierno británico. Esto explica que el perfil ideológico de los luditas del West Riding fuera distinto al de las Midlands; una diferencia que, particularmente, se hace evidente en el ámbito cultural y la producción literaria de los luditas de ambos territorios. Por lo tanto, consideramos que la relación entre el ámbito cultural y literario es fundamental para discernir que la estrategia sindical de los luditas y, en especial para que la palabra “Ludita” no deba entenderse como un todo homogéneo. Por ello, confiamos en que este trabajo contribuya a crear una nueva perspectiva de análisis comparativo de las distintas realidades culturales de la industria textil de Inglaterra es posible ofrecer una definición clara de la evolución ideológica de los artesanos y los trabajadores cualificados del West Riding que abarca desde el conservadurismo entroncado con la estructura orgánica vertical de las corporaciones gremiales hasta el cambio de paradigma en la estructura orgánica horizontal que creo Movimiento Ludita en 1812, y que tendría su prolongación en el sindicalismo democrático de quienes les sucedieron en 1813. Para desarrollar esta tesis hemos focalizado nuestro análisis en los siete contextos, mencionados previamente, que enmarcaron e influyeron en el nacimiento del ludismo, su evolución ideológica y su proyección literaria en la novela romántica y victoriana. En relación a este último aspecto señalado, las obras literarias de William Blake, Lord Byron y Percy Bysshe Shelley contribuyeron a que se propagara la denuncia de la inmoralidad aparejada a la cultura capitalista industrial, y, que esta imputación de estos tres autores románticos a los responsables de la infelicidad del proletariado en las ciudades y pueblos industriales se irradiase a través de la London Corresponding Society, otras asociaciones similares esparcidas por Inglaterra y a través de los artesanos y los trabajadores cualificados que formaron el Movimiento Ludita. Por otra parte, la denuncia de Blake, Byron y Shelley a la cultura capitalista industrial no pasó desapercibida a novelistas románticos como Mary Shelley, y a novelistas victorianos como Elizabeth Gaskell, Charlotte Brontë y Charles Dickens, pues, en sus novelas, Frankenstein, Mary Barton, Shirley y Hard Times respectivamente, realizaron su propia interpretación de las consecuencias negativas que producían los avances tecnológicos y la cultura capitalista industrial en los más vulnerables social y económica mente. A título de ejemplo, Mary Shelley muestra en Frankenstein la influencia del rechazo de Lord Byron a la Frame Bill en defensa de los luditas, estableciendo un paralelismo con el carácter violento que la novelista otorga al monstruo, lo cual refleja que Mary Shelley no pudo escapar a la realidad histórica que le tocó vivir y que este contexto en el que se desarrollan los avances tecnológicos y biológicos lo introdujo en la novela. La novelista también pone de relieve en el relato la influencia de Percy Bysshe Shelley, al mostrar un gran domino en poner en práctica la imaginación creativa que Percy desarrolló para crear poesía, usando un hilo conductor con el que hilvana su propia imaginación creativa para establecer el modo en que debía comenzar a relatar esta historia de terror. Elizabeth Gaskell introduce en Mary Barton la influencia que ella recibe de los efectos negativos de la cultura capitalista industrial, a través de las relaciones laborales, las condiciones de vida de la clase trabajadora y el resultado de la quiebra moral de la sociedad victoriana durante la industrialización de Inglaterra. Todo ello en un relato en el que efectúa una acertada interpretación histórica de las condiciones de vida del proletariado de Manchester a mediados del siglo XIX, creando el personaje de John Barton; un sindicalista al que la escritora le dota de un sentimiento clasista, y descarga sobre sus hombros todos los padecimientos y penalidades de las que ella fue testigo cuando visitaba los sótanos donde se hacinaba, vivía y moría el proletariado mancuniano. Por su parte, Charlotte Brontë en Shirley recoje la influencia que recibe de la unidad y solidaridad de los luditas con el metodismo primitivo, situando la trama de la novela en el contexto industrial y laboral del West Riding en 1812, estableciendo un paralelismo entre la aspereza de la condición de la mujer soltera victoriana con la situación desesperada de los luditas que luchaban por mantener su puesto de trabajo. Brontë, con esta semejanza, apuntala el argumento principal de la novela relacionado con la situación de la mujer de clase media soltera en un mercado matrimonial condicionado por las convenciones sociales. Finalmente, la particularidad de la narrativa de Dickens en Hard Times estriba en su crítica a la ética de la cultura capitalista industrial, pero también al sindicalismo de la época victoriana, el cual lo tacha de utilitarista, demagógico y antidemocrático. Con ello, Dickens muestra la influencia que recibe del sindicalismo que se desarrolló después de publicarse el Manifesto of the Communist Party en 1848, e introduce en el texto literario su interpretación de la ideología de un sindicalismo entroncado con la ideología marxista, mostrando que las decisiones individuales de los proletarios carecían totalmente de significado si no sometían sus intereses personales al sindicato. Por otra parte, debemos subrayar que la diversidad interpretativa sobre el ludismo está profundamente arraigada en el ámbito académico. Aunque no somos capaces de señalar las razones por la que se sigue sin aclarar esta situación, si creemos que la mayor influencia de los historiadores marxistas y corrientes de pensamiento anticapitalista y ecologista, unido a la existencia de opiniones divergentes desde determinados enfoques sobre la génesis del sindicalismo británico, puede haber ejercido un efecto disuasorio. Con nuestra investigación pretendemos plantear un enfoque más completo desde la perspectiva histórica, cultural, política, literaria y religiosa, que creemos aporta una visión más real de la que se ha realizado hasta ahora sobre el ludismo.