Conocimiento y actitudes de los profesionales sanitarios de urgencias y emergencias sobre la violencia de género
- De Gea Guillen, Blas Ignacio
- Matilde Campos Aranda Director/a
- María José López Montesinos Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Murcia
Fecha de defensa: 18 de julio de 2018
- Manuel Canteras Jordana Presidente/a
- Florentina Pina Roche Secretario/a
- María Eugenia Galiana Sánchez Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La Violencia de Género (VG) constituye uno de los problemas de salud pública más importantes que afecta a la mujer, con una prevalencia relativamente alta y que normalmente pasa desapercibida si no se realiza una acción vigilante. Los profesionales sanitarios desempeñan un papel primordial para realizar una detección, protección y atención adecuada de la víctima. Estas acciones, se deben de llevar a cabo cuando las mujeres acuden a los servicios de Urgencias y Emergencia, que constituyen el eslabón inicial para la puesta en marcha de todas las medidas recogidas en el Protocolo Común de actuación Sanitaria, que se encuentra para la utilización en sus centros de trabajo. Los profesionales sanitarios deben de tener una formación adecuada, para reconocer y atender adecuadamente a la víctima, pero además deben conocer el Protocolo y aplicarlo, ya que se considera fundamental para poder beneficiar a la víctima. Los profesionales sanitarios, si lo demandan o lo necesitan, pueden acudir a cursos de formación en VG puestos a su servicio. Objetivo. Estudiar la opinión, experiencia, formación y conocimiento de los profesionales sanitarios (médicos/as y enfermeros/as) sobre la VG en los servicios de Urgencias Extrahospitalaria y Hospitalaria. Métodos. Para responder a este objetivo se realizo un estudio observacional trasversal empleando un cuestionario en el que se han analizado variables sociodemográficas, sociolaborales, y otras propias del estudio, tales como la experiencia que tienen los profesionales objeto del mismo sobre la VG, el conocimiento y la utilización del Protocolo Específico de actuación sanitaria, la formación que tienen de pregrado, la necesidad de formación específica, el interés que manifiestan por su formación, la opinión sobre la consideración de la VG como un problema de salud y sobre la necesidad de profesionales sanitarios especialistas. El análisis de los cuestionarios se realizó utilizando el programa informático IBM SPSS Statistics 19©, se analizaron las frecuencias absolutas y los porcentajes, el cálculo de medias y desviaciones típicas, análisis factorial, contraste de proporciones, análisis de tablas de contingencias mediante el test de la Chi cuadrado de Pearson complementado con el análisis de residuos, comparando variables con la T de Student combinada y el Análisis de Varianza Simple (ANOVA). Resultados. El número total de cuestionarios estudiados fue de 635, repartidos de forma aleatoria en profesionales sanitarios de los servicios de urgencias hospitalarias y extrahospitalarias, entre los meses de enero y diciembre de 2013, evitando las fechas estivales. Tras analizar los datos obtenidos, se observó que más del 85% de los profesionales sanitarios de Urgencias y Emergencias habían atendido casos de VG, principalmente violencia física, de éstos más del 13% tenían mucha experiencia en VG. Sin embargo, más del 20% de estos profesionales no conocen la existencia del Protocolo Específico de actuación en caso de VG, destacando que de los profesionales que lo pueden aplicar, más del 20% no lo aplica. Con respecto a la formación de pregrado, más del 51% la considera como mala o muy mala, además más del 75% de éstos opinan que necesitan mayor formación específica en VG, no obstante más del 42% no tienen ningún interés por la misma. Finalmente, más del 20% de estos profesionales siguen sin considerar a la VG como un problema de salud pública, mientras que más del 84% opinan que es necesario la creación de profesionales sanitarios especialistas. Conclusiones: Es fundamental que, debido al alto porcentaje de casos de VG atendidos por profesionales sanitarios de Urgencias y Emergencias conozcan el Protocolo y lo apliquen en su atención a las víctimas, así como que reciban formación adecuada sobre la VG para incrementar sus conocimientos y evitar la infradetección y falta de atención de mujeres con VG.