Factores técnicos y ambientales implicados en la electrocución de aves en los tendidos eléctricos

  1. Izquierdo Rosique, Alejandro
  2. Martín Cantarino, Carlos
  3. Rico Alcaraz, Luis
Revista:
Informes de la construcción

ISSN: 0020-0883

Año de publicación: 1997

Volumen: 49

Número: 451

Páginas: 49-56

Tipo: Artículo

DOI: 10.3989/IC.1997.V49.I451.937 DIALNET GOOGLE SCHOLAR lock_openAcceso abierto editor

Otras publicaciones en: Informes de la construcción

Resumen

En Cantabria, al N. de España, Altamira, enclave de gran importancia y concentración humana hace 100.000 años, nos abre las puertas de la prehistoria cuando María, en las excavaciones que realizaba su padre, D. Marcelino Sanz de Sautuola, en 1879, descubre las pinturas rupestres de lo que a partir de entonces será la "Cueva de Altamira", uno de los conjuntos rupestres más importantes del mundo. La masiva afluencia de visitantes de las últimas décadas comienza a poner en peligro las pinturas, tomándose fuertes medidas restrictivas, que tan sólo permiten el acceso a 8.500 personas al año, desde 1982. Surge entonces la idea de la reproducción facsimilar de la cueva, englobada en el "Proyecto Altamira", conjunto arquitectónico de primer orden encargado al arquitecto Navarro Baldeweg. En 1999, a las puertas de un nuevo milenio, Altamira podrá acoger de nuevo a cuantos visitantes quieran acercarse a la prehistoria.