Del soberano como un gran hombre al monarca divino, del Zigurat mesopotámico a la pirámide egipcia

  1. Roche Cárcel, Juan Antonio
Aldizkaria:
Huelva arqueológica

ISSN: 0211-1187

Argitalpen urtea: 2004

Zenbakien izenburua: Actas del III Congreso Español de Antiguo Oriente Próximo

Zenbakia: 19

Orrialdeak: 59-85

Mota: Artikulua

Beste argitalpen batzuk: Huelva arqueológica

Laburpena

El objetivo de este trabajo es poner en relación el zigurat mesopotámico y la pirámide egipcia en la medida en que ambas, como formas sociales y culturales que son, expresan los elementos característicos de sus respectivas civilizaciones. Para realizar el análisis parto de la idea de que tanto el zigurat como la pirámide representan la encrucijada entre los mundos divino, humano y natural y, en este sentido, reflejan una estructura jerarquizada, se insertan en un orden natural-teocéntrico y encarnan, con sus formas y sus colores, la conciliación del cielo y de la tierra. Sin embargo, también muestran importantes diferencias. Mientras el zigurat expresa el poder de los dioses y, por eso, culmina con un templo dedicado a ellos, la pirámide manifiesta el poder del hombre divinizado y se remata con una piedra cimera símbolo del propio faraón. Por eso, la distinta concepción de la monarquía es la causa de fondo que explica por qué son distintas las formas del zigurat y de la pirámide.