Condicionamientos técnicos y convencionalismos de género en el retrato fotográfico de estudio. El retrato de gabinete de antonio garcía peris (1841-1918)

  1. Sánchez Cardete, Marta Leticia
Dirixida por:
  1. Iván Albalate Gauchía Director
  2. José Vicente Martín Director

Universidade de defensa: Universidad Miguel Hernández de Elche

Fecha de defensa: 02 de decembro de 2015

Tribunal:
  1. Enric Mira Pastor Presidente
  2. José Luis Maravall Llagaria Secretario/a
  3. José Maldonado Gómez Vogal
  4. Elena Martí Ciriquián Vogal
  5. José Luis Cueto Lominchar Vogal

Tipo: Tese

Resumo

Esta investigación ha tenido como objeto el estudio de las convenciones establecidas en torno al retrato de encargo, y la relación entre inmovilidad y rigidez en el posado fotográfico a partir de los retratos de gabinete de Antonio García, donde constatamos la pervivencia de convencionalismos formales asociados al género del retrato, reforzados por el condicionante técnico de la necesaria inmovilidad requerida en los primeros tiempos del retrato fotográfico. En el caso de la pintura, a través de un recorrido histórico por el retrato de encargo desde su autonomía como género en el Renacimiento hasta el surgimiento de la fotografía en el siglo XIX, hemos establecido una serie de características recurrentes que configuran el modelo de lo que luego sería el retrato fotográfico de estudio, donde podemos encontrar unas convenciones formales propias del género, así como una determinada actitud por parte del retratado, cuya pose y gesto denotan el estatus que ostenta o las cualidades que desea transmitir. En el caso de la fotografía se introduce el condicionante del tiempo de exposición y la necesidad de inmovilidad, lo que introdujo el uso de apoyadores y elementos de atrezo que producían poses hieráticas y concentradas en conseguir la propia estabilidad. Sin embargo, una vez superado este condicionante técnico se da una pervivencia de modelos que prolongan el estatismo físico más allá de la necesidad técnica de inmovilidad, por lo que podemos entender que este condicionamiento fijó en sus orígenes unos clichés de pose y estatus, herederos del género del retrato, que luego pervivieron como normativos.