Three essays on bank runs
- Kiss -, Hubert János
- Luis Ubeda Rives Director
Universitat de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante
Fecha de defensa: 17 de de juny de 2009
- Huberto M. Ennis President/a
- Marco van der Leij Secretari/ària
- James Costain Vocal
- Margarita Samartín Sáenz Vocal
- B.M. Parigi Vocal
Tipus: Tesi
Resum
La crisis económica en la que se encuentra el mundo ha mostrado la importancia de la estabilidad financiera. El pánico que se generó en 2007 alrededor del banco inglés Northern Rock era el presagio de lo que iba a ocurrir posteriormente. Depositantes haciendo cola en la entrada de las sucursales del banco citado demostraron que los pánicos bancarios no eran fenómenos del pasado, y pueden ocurrir también hoy en día. La imagen de depositantes intentando retirar su dinero de los bancos se ha repetido durante la crisis (véase, por ejemplo, Bank of East Asia, Washington Mutual, Indymac Bank), y el fenómeno no se ha limitado a los bancos comerciales. Por ejemplo, en los Estados Unidos la crisis se hizo patente al caer el banco de inversión Bear Sterns, y la causa era las retiradas masivas de los fondos por parte de los inversores. Varios fondos de inversión también pasaron por la misma experiencia y perdieron sus fondos. Al retirar el dinero de los bancos y de los fondos, éstos no pueden canalizar los ahorros a las empresas y personas que necesitan crédito, lo que conlleva serias consecuencias macroeconómicas. No es sorprendente, por tanto, que el primer paso que dieron los gobiernos para tratar la crisis enfocaba el restablecimiento de la confianza, por ejemplo, a través de la elevación del nivel de los depósitos cubiertos por el fondo de seguro de depósitos u ofreciendo garantías para las inversiones de las entidades financieras. La dependencia de la economía de la estabilidad financiera convierte la decisión de los inversores en un tema de estudio muy importante. De hecho, si entendemos mejor la causa y la dinámica de estas decisiones, podremos construir un mejor marco regulatorio para evitar pánicos en el futuro. Esta tesis pretende ayudar en este proceso de comprensión centrándose en diferentes estructuras de información que los depositantes puedan encontrar y estudiando el comportamiento de los mismos. Hechos empíricos apuntan a que las retiradas masivas de depósitos no se deben meramente al deterioro de las variables fundamentales que puedan afectar al banco que las sufre. Retirar los depósitos puede ser consecuencia de pánico. Por ejemplo, Calomiris and Mason (2003) señalan que las variables fundamentales no explican econométricamente una parte considerable de los problemas bancarios durante la Gran Depresión. Ennis (2003) llama la atención al hecho de que en el pasado bancos bien dirigidos y en buen estado financiero también fueron objetivos de retiradas masivas. Todo esto sugiere que el pánico entre los depositantes tiene un rol importante en las crisis financieras. Por ejemplo, varias olas de retiradas en los últimos años (Abacus Federal Savings Bank (USA), Bank of East Asia (Hong Kong))(1) se produjeron en bancos que no parecían tener ningún problema fundamental. Las retiradas se dispararon después de la diseminación de rumores falsos y maliciosos. Los estudios de esta tesis analizan situaciones donde el problema radica en el pánico, o - dicho con términos más técnicos - donde las retiradas son consecuencia de la falta de coordinación entre los depositantes. El punto de partida es el trabajo de Diamond y Dybvig (1983), que se establece como un modelo de consenso para estudiar el comportamiento de los depositantes. Una literatura completa nació de este estudio original, uno de cuyos supuestos básicos es que los depositantes deciden si retirar o no su dinero del banco sin saber qué es lo que hacen los otros agentes. Es, por tanto, como si los inversores decidieran simultáneamente. Sin embargo, los pánicos ocurridos durante la historia sugieren que los inversores sí que observan acciones de otros depositantes y además reaccionan ante estas observaciones. Leyendo descripciones de los pánicos bancarios del siglo XIX (Sprague (1910)) o de los años de la Gran Depresión (Friedman and Schwartz (1971), Wicker (2001)), se revela que las retiradas se produjeron en olas. Los pánicos llegaron a durar incluso meses, y las retiradas no empezaban simultáneamente en cada región. Starr and Yilmaz (2007) analizan un pánico más reciente que tuvo lugar en Turquía en 2001. Clasifican a los depositantes según el tamaño de sus depósitos (pequeños, medianos y grandes depositantes) y estudian con métodos estadísticos su comportamiento. Demuestran que en todos los grupos los depositantes respondieron tanto a las acciones de otros depositantes en el mismo grupo como a las acciones observables de depositantes pertenecientes a otros grupos. Iyer and Puri (2008) examinan datos de depositantes de un banco indio que sufrió retiradas masivas en 2001. En dicho artículo, demuestran la importancia de efectos de la red social de los depositantes sobre su toma de decisión. Todos estos estudios sugieren que secuencialidad, en el sentido usado en teoría de juegos, debería ser parte de los modelos que investigan pánicos bancarios. Siguiendo esta idea, los modelos presentados en los tres estudios de esta tesis suponen que los depositantes observan en cierta medida las acciones de otros depositantes. Difieren en la medida de observabilidad y en las estructuras de información. Específicamente, en el capítulo 1 los depositantes toman la decisión de retirar o no su dinero del banco uno por uno, como si estuvieran en una cola. La pregunta que queremos responder es cómo cambia la posibilidad de pánicos bancarios en diferentes estructuras informacionales: (a) cuando se observan todas las acciones previas, (b) cuando se observa solamente el número de retiradas previas, y (c) cuando se observan los retiradas previas y las señales de depositantes que indicaron al banco que no iban a retirar su dinero. En el capítulo 2 estudiamos un pequeño modelo donde la observabilidad se ve determinada por los enlaces que unen a los depositantes. Después de caracterizar teóricamente qué redes sociales pueden conducir a pánicos bancarios, comprobamos la validez de estos resultados mediante métodos experimentales. El capítulo 3 parte del supuesto que los depositantes observan una muestra de acciones previas. Estudiamos la posibilidad de pánicos en dos dimensiones: el muestreo y la racionalidad de los depositantes. Antes de introducir detalladamente los capítulos, presentamos brevemente el modelo de Diamond y Dybvig. Este modelo justifica la raison d'étre de los bancos por la provisión de liquidez que efectúan. El sistema bancario está representado por un único banco, y los depositantes son ex ante idénticos. Sin embargo, algunos sufrirán un shock de liquidez que no es observable. Hay dos tipos de depositantes y la proporción de cada tipo es constante. Los depositantes impacientes sufren un shock de liquidez, y necesitan su dinero en el primer período. Por consiguiente, retiran sus ahorros en el primer período, pues esperar les resultaría en utilidad cero. Los depositantes pacientes no sufren ningún shock, no tienen necesidad de retirar sus fondos del banco. Sin embargo, como el tipo de depositantes no es observable, pueden fingir ser impacientes e intentar retirar en el primer período. El banco ofrece depósitos simples que fijan la cantidad a pagar a los que retiran en el primer período. El contrato óptimo puede asegurar las necesidades de liquidez de los impacientes, maximizando la utilidad de la sociedad. Esta asignación eficiente es la consecuencia del reparto eficiente de riesgo. No obstante, el contrato de depósitos no implementa un único equilibrio Nash. Aparte del equilibrio "bueno", en el que en el primer período solamente retiran los agentes impacientes, existe un equilibrio caracterizado por las retiradas masivas de depósitos. La intuición detrás de las retiradas es que si un depositante paciente piensa que todos los demás depositantes van a retirar el dinero del banco, entonces es óptimo intentar a retirar. Si no retirasen pero los otros depositantes sí lo hicieran, el banco no sería capaz de pagarles en el segundo período, porque quedaría sin fondos a causa de las retiradas. El banco invierte los depósitos en un activo seguro, así que el pánico se debe enteramente a la falta de coordinación entre los depositantes. Los autores demuestran que si no hay incertidumbre a nivel agregado con respecto a las necesidades de liquidez, entonces la política de suspender la convertibilidad tras un cierto número de retiradas previene el pánico y se alcanza el óptimo social. (1)El caso del banco Abacus es tratado concisamente en Doug Campbell (2005). Sobre el segundo caso se puede leer, por ejemplo, siguiendo el url: http://www.nytimes.com/2008/09/25/business/worldbusiness/25emerging.html.