Alteraciones de las lentes de contacto producidas por fármacos

Laburpena

En la adaptación y uso de lentes de contacto requieren una frecuente manipulación de las mismas; de modo que existe un riesgo de infección, sobre todo en el caso de lentes hidrofílicas que obligaran al portador a consumir productos de mantenimiento. Por otra parte, el usuario de este tipo de lentes de contacto está expuesto a tener que recurrir a diferentes fármacos, administrados por vía general o local. Si la matriz del material que constituye la lente y la molécula del fármaco tienen la relación adecuada o si existe una determinada polaridad que permita una interacción iónica, podrá incorporarse el fármaco a la lente. Esta incorporación puede significar una doble acción: A) sobre las lentes de contacto. Alterando sus parámetros óptico-físicos y produciendo deformaciones que pueden desvirtuar su función correctora. B) sobre los ojos del portador de las mismas debido a que las lentes hidrofilias poseen poder de sorción/desorción sobre soluciones acuosas. Se estudia la acción de cada uno de diez fármacos, dos de ellos en su preparación comercial además de la unidosis, sobre dos tipos de lentes (EWC igual a 37,5% y 55%, respectivamente), así como la posibilidad de utilizar las lentes de contenido en agua en equilibrio del 55% como vehículo o reservorio de diclofenac sódico y sulfato de gentamicina. Nomenclatura internacional de la unesco para ciencia y tecnología: 2209.99 (contactología) y 3208.01 y 2301.99.