El poblamiento rural romano en la provincia de AlbaceteLa Villa de Balazote. Un ejemplo de la vida en la campiña

  1. SARABIA BAUTISTA, JULIA
Dirigida por:
  1. Lorenzo Abad Casal Director

Universidad de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante

Fecha de defensa: 22 de octubre de 2010

Tribunal:
  1. Sonia Gutiérrez Lloret Presidenta
  2. Ignasi Grau Mira Secretario
  3. Alicia Fernández Díaz Vocal
  4. Virginia García Entero Vocal
  5. Rubí Sanz Gamo Vocal
Departamento:
  1. PREHISTORIA, ARQUEOLOGIA, HISTORIA ANTIGUA, FILOLOGIA GRIEGA, Y FILOLOGIA LATINA

Tipo: Tesis

Teseo: 295683 DIALNET lock_openRUA editor

Resumen

La investigación que hemos llevado a cabo para la realización de nuestra tesis doctoral se basa en el estudio de un contexto histórico que se ha venido definiendo como transitorio entre el mundo romano propiamente dicho y el mundo medieval. En estos momentos, alrededor de los siglos II al V d.C., se experimenta, aunque de forma diacrónica, un notable crecimiento de la población rural en todas las provincias del Imperio Romano, multiplicándose los hasta entonces minoritarios enclaves de producción agropecuaria o lo que los agrónomos latinos definían como villae. Estas villae, a partir sobre todo del siglo III d.C., empezarán a adquirir ambientes arquitectónicos más complejos en los que, además de las infraestructuras propias de una explotación agraria, se englobarán todos los espacios necesarios para la vida privada (estancias propias de una domus urbana) y en muchas ocasiones para la vida pública (conjuntos termales o balnea que servían a los fines del propietario como lugares de representación y de prestigio). En este contexto poblacional es donde se enmarca nuestro estudio sobre la Villa romana de Balazote (Albacete), construida alrededor de los siglos II y III d.C., y de la que se conocen hasta el momento dos espacios diferenciados que se integrarían en lo que parece ser una villa monumental compleja, al menos en época bajoimperial; por un lado contamos con un conjunto termal monumental con estancias de residencia (yacimiento del Camino Viejo de las Sepulturas) y por otro unas estancias que parecen conformar lo que sería la zona rústica o de servicios de ese complejo tardorromano (yacimiento de La Vega), en el que se ha encontrado un numeroso conjunto de marmora de gran calidad, motivo por el que tradicionalmente este sector se ha considerado como un taller de marmolista. Hasta hoy, y desde su excavación en la década de los 70, únicamente se han realizado algunos estudios parciales de los materiales hallados, sobre todo en el complejo termal, de ahí que se impusiera un análisis arqueológico más completo de una de las villas más emblemáticas y monumentales de la Península Ibérica. En nuestro estudio, además de revisar cada uno de esos estudios puntuales referidos a los registros materiales más atractivos de la villa, pretendíamos averiguar la vinculación real entre ambos yacimientos; si éstos pertenecieron al mismo complejo rural desde su fundación entre finales del siglo I d.C. y principios del siglo II d.C. o si por el contrario conformaron dos villas altoimperiales independientes que a partir del siglo III d.C., con los cambios en la administración territorial sufrida por Roma, sí se incluirán como parte de una nueva explotación de corte "latifundista