Arqueología del poblamiento de un territorio del Mediterráneo Occidental (Alicante, España) desde época tardía a la primera ocupación islámica.Un espacio activo sin ciudad: de villas a aldeas
- Lorenzo Abad Casal Director
Universidad de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante
Fecha de defensa: 15 de julio de 2013
- Manuel Bendala Galán Presidente/a
- Sebastián F. Ramallo Asensio Secretario/a
- Juan Manuel Abascal Palazón Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
MOTIVACIÓN DE LA TESIS: En el año 1992, al hilo de la inauguración del edificio rehabilitado del Palacio Llorca (actual sede del Archivo Municipal de Alicante) en sus nuevas funciones, coordinábamos la publicación de un magnífico trabajo de varios autores (ROSSER, P. (coord.), 1992). En él se hacía, entre otras cosas, un primer avance de las investigaciones arqueológicas desarrolladas dentro del proyecto de rehabilitación del inmueble (ROSSER; PÉREZ; ROBEY, 1992: 17-28). No obstante, quedaba pendiente la terminación de los estudios correspondientes, y la publicación extensiva de la excavación, y de sus importantes conclusiones. No obstante, a medida que nos introducíamos en el tema, nos dimos cuenta de que la importancia de los hallazgos hechos en esa excavación nos obligaba a abrir una reflexión mucho más amplia sobre el origen de los asentamientos en el casco urbano de Alicante -incluso en su término municipal-, y su evolución en los primeros momentos de época islámica. Si, además, unimos a ello el hecho de que desde 1994 prácticamente nada se ha podido publicar sobre las muchas intervenciones arqueológicas realizadas con posterioridad a la que nos ocupa en el desarrollo del Plan RACHA, y en la Albufereta, fundamentalmente, no podíamos llegar a otra conclusión que la de modificar el proyecto inicial que nos habíamos marcado, para ¿siendo más ambiciosos- abordar un trabajo de reflexión más integral. Los importantes hallazgos de la Albufereta, iniciados en el año 1987 desde el COPHIAM y continuados hasta prácticamente hoy en día, aportaban nuevos datos y planteamientos que apoyaban en muchos casos, y refutaban en otros los planteamientos iniciales que nos habíamos hecho. Del mismo modo, la revisión de todo el material de las intervenciones de urgencia realizadas en el actual Barrio de Benalúa (la antigua Meseta dels Antigons), la visión de conjunto que de ello se deriva, y la información proporcionada por las otras zonas, terminaron de perfilar un cuadro que, sin embargo, aún no estaba completo. Nuevas intervenciones en el casco antiguo deparaban novedades impensables (espacios rupestres de ocupación), que se unían a las pocas pero importantísimas que deparaban las excavaciones arqueológicas realizadas en el Castillo de Santa Bárbara, al hilo de los proyectos de rehabilitación que se pusieron en marcha a partir del Plan Director de Rehabilitación Integral y usos culturales que tuve el honor de redactar. Somos conscientes que quedan caminos por recorrer, intervenciones que aportarán nuevos datos, por ejemplo, en el entorno de la Sierra de Fontcalent, en donde pese a numerosos intentos para realizar intervenciones arqueológicas y documentar la zona, no han sido posibles hasta ahora debido a problemas de identificación de propietarios y demás cuestiones administrativas que no vienen al caso. En esa misma línea, era importante poder demostrar algo tan evidente como que la ciudad de Alicante cuenta con una dilatada historia, perfectamente recogida en un registro material arqueológico de primera magnitud. Historia que tiene un capítulo muy importante y apasionante, prácticamente desconocido hasta hace poco, en ese momento de transición -ahora vivimos otro distinto pero cargado como aquél de interrogantes- entre la cultura hispano-romana y el mundo islámico. La primera influyó en estas tierras durante algo más de seis siglos, el segundo perduró mucho más, llegando a los diez siglos, momento de la lamentable y vergonzosa expulsión de los moriscos de España, uno de cuyos puertos de salida fue, precisamente, Alicante. DESARROLLO TEÓRICO: Hay que tener en cuenta, como planteamiento previo inicial, que no estamos ante el estudio de un solo yacimiento acotado tanto espacial como cronológicamente sino, bien al contrario, ante una serie de zonas más o menos dispersas unas de otras que si bien mantienen como denominador común su carácter litoral, no se encuentran ni en el mismo espacio, ni presentan igual tipo de evolución en el tiempo. Ello no quita para que, como iremos viendo en este trabajo, se produzca prácticamente una lógica contemporaneidad de los acontecimientos que determinaron su uso en las distintas etapas que acabaremos por dividir un periodo comprendido entre el s. IV d.C. y la 1ª 1/2 del s. X d.C. Sin embargo, y pese a lo dicho, la evolución de los asentamientos en cada uno de los puntos a tratar no será igual respecto de otros, de ahí el interés de esta investigación. Es más, los condicionantes no sólo históricos, sino también ambientales, del paisaje, hidrológicos y topográficos acabarán dejando en desuso unas zonas y potenciando otras hasta poner la semilla de lo que, ya avanzado el s. XI y, sobre todo en el s. XII será la madîna Laqant, primera ciudad en el territorio de Alicante desde la Lucentum/Lucentes romana del Tossal de Manises, en la Albufereta. El objetivo fundamental de la investigación, por lo tanto, será el estudiar la evolución de la arqueología del poblamiento en la zona de Alicante desde la desaparición del núcleo urbano que la articulaba en época romana alto-imperial, y más concretamente, a partir del inicio de la recuperación del hábitat en las zonas analizadas. Un segundo objetivo será, en la medida que la información lo permita, establecer de qué tipo de asentamientos se trataba, a qué se dedicaban y por qué. Como consecuencia de lo anterior, se establecerá igualmente un tercer objetivo: una evolución de la arquitectura y el urbanismo, esta vez no tanto por zonas sino, sobre todo, por periodos. Hay que tener en cuenta que, aunque no disponemos de una ciudad, sí que tenemos estructuras arquitectónicas suficientes como para estudiar, precisamente, cómo evolucionó el urbanismo y la arquitectura de la vivienda en una etapa de transición de todo, también de estos aspectos. Incluso, se podrá indagar cómo el mundo tardo-antiguo en Alicante empieza a evolucionar hacia un sistema de aldeas -como en otras regiones- que en parte es truncado por la llegada de los musulmanes. Y digo, en parte, porque recogerán el testigo del incipiente urbanismo aldeano, pero con un sistema económico distinto que plasmarán en las alquerías que se diseminarán por las huertas de Alicante hasta conformar el germen de lo que luego sería la madîna Laqant, la actual ciudad de Alicante. Un cuarto objetivo, será el ver cómo evoluciona el registro cerámico -que sigue siendo la documentación más importante para estos periodos-, haciendo especial mención a las posibles producciones locales, a la importación de otras piezas, y a la red de intercambios que en cada momento existen y que permiten la consolidación y el auge de los espacios estudiados. En tal sentido, la zona de Los Antigons (Benalúa) se convertirá -como en época ibérica lo fue la Albufereta con el Tossal de les Basses- en un importantísimo punto de entrada y salida de todo tipo de mercancías. Un quinto y último objetivo, será el investigar cómo y de qué manera fue evolucionando el mundo de las creencias en estos asentamientos. Hay que tener en cuenta que su carácter litoral los convertía en auténticos catalizadores de todo tipo de ideas y corrientes. El final del mundo pagano oficial, la llegada y expansión del cristianismo -detectada por primera vez de manera científica en Alicante-, y sus distintos matices según quién sea el que mande (hispanorromanos, bizantinos o visigodos), así como la incipiente implantación de la religión islámica en los inicios del siglo VIII d.C., serán abordados en este trabajo. No sólo se tratarán aspectos de tipo ritual o simbólico, sino en qué medida influyó en el urbanismo, introduciendo un apartado absolutamente novedoso y es el de la arquitectura templaria en Alicante. Es cierto que seguimos sin documentar restos constructivos de basílicas (aunque sí tenemos un posible Oratorio rupestre), pero sí han aparecido en distintos puntos elementos arquitectónicos o decorativos que pertenecerían a dichos templos. Pero la novedad no sólo llega ahí sino que, prácticamente, los podemos documentar en las tres zonas de estudio: Albufereta, Casco Antiguo/Benacantil y Benalúa que, si las unimos a la de Fontcalent, en donde todo apunta a que había una comunidad religiosa asentada, nos abre un panorama absolutamente distinto, y de gran importancia para un territorio que, aunque no tuvo Sede Episcopal -por no tener ciudad y depender de Ilice- se podrá demostrar que sí tuvo amplia actividad y presencia religiosa. A nadie se le escapa que, muy probablemente, el control económico de la producción y/o comercialización de los productos que entraban y salían por las distintas zonas estudiadas, estaría detrás de esa importante -hoy lo sabemos- presencia de la jerarquía cristiana en Alicante. Para una mayor comprensión de los espacios que se van a tratar, se empezará por describir -en cada caso- la zona de estudio (Albufereta, Casco Antiguo/Benacantil, Benalúa), así como los cambios que sobre ella se hayan ido produciendo en el tiempo, y su repercusión en los restos arqueológicos de la misma. Si existe información disponible de estudios auxiliares, se hará el correspondiente uso de los mismos, citando lógicamente su procedencia y autor o autores. Seguidamente, se pasará a realizar una historiografía de la investigación histórico-arqueológica que nos permitirá indagar en cómo se descubrieron los restos, quién intervino, qué se dijo en cada momento, qué conclusiones se obtuvieron, etc. Para ello se ha hecho un vaciado de documentación de archivo, tanto escrita como de cartografía histórica, haciendo especial mención a documentación inédita de la Comisión Provincial de Monumentos de Alicante, que funcionó hasta poco antes de la llegada de D. Enrique Llobregat al Museo Arqueológico Provincial. Es este un aspecto que, por desgracia, se suele olvidar en muchas investigaciones, aunque recientemente se ha empezado a corregir. Valga como ejemplo positivo los distintos trabajos publicados por D. Jorge A. Soler Díaz, y por Manuel Olcina y Rafael Pérez, para yacimientos tan importantes y con tanta tradición investigadora como la Cova del Montgó (SOLER, 2007), la Cova d'en Pardo (SOLER, 2012), o Lucentum en el Tossal de Manises de Alicante (OLCINA DOMÉNECH, 2009). Posteriormente, pasaremos a describir la, o las, intervenciones arqueológicas susceptibles de estudio directo en este trabajo en cada zona, con especial hincapié en aspectos claves para su posterior interpretación cultural y evolución cronológica: las relaciones estratigráficas, las dataciones absolutas y, por ultimo pero no por ello menos importante, el estudio del registro material. Será al final de este proceso de estudio, y tras el cotejo de todos los aspectos antedichos que, en un primer momento, estableceremos una hipótesis sobre la evolución y etapas cronológicas de cada zona. Una vez ultimado el estudio de todas las zonas, y a partir de sus conclusiones parciales, se desarrollará la conclusión general para todo el territorio del actual término municipal de Alicante en esa horquilla histórica que hemos comentado, dando respuesta a los cinco objetivos que nos hemos planteado en esta investigación, y que han sido expuestos más arriba.