El prejuicio en la enseñanza y aprendizaje de enfermería psiquiátrica y salud mental
- SANCHEZ FERNANDEZ, MARIA
- José Luis Medina Moya Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante
Fecha de defensa: 2016(e)ko uztaila-(a)k 04
- José Siles González Presidentea
- Pilar Isla Pera Idazkaria
- María Aurora Rodríguez Borrego Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
Después de las observaciones realizadas en mi experiencia docente, parto de la convicción de que los alumnos llegan a sus prácticas de psiquiatría con prejuicios y actitudes negativas hacia la enfermedad y el enfermo mental, fruto de su socialización en su grupo social estigmatizante. La “distancia social” es lo que los sociólogos han llamado a las actitudes negativas hacia personas, situaciones o cosas, que conductualmente son los prejuicios. Prejuicios que la psiquiatra y la enfermedad mental produce en la población en general (Ruiz 1970, Yllá y Ozamiz 1981- 1982). Prejuicios a los que no son inmunes los profesionales sanitarios (Eker & Oner, 1999), mostrando un rechazo perjudicial para las relaciones entre médico y paciente, difícil de modificar (Hillert et al. 1999, Angermeyer & Matschinger 1999). Fenómeno que también se ha podido observar en la formación práctica de los alumnos de enfermería en sus aprendizajes prácticos. Donde su calidad educativa debe abarcar el proceso enseñanza – aprendizaje: Conceptual, procedimental y actitudinal con perspectiva integral y holística, para proporcionarles calidad educativa. El conocimiento práctico, como señala Medina (1999) “es aquella forma de conocimiento que los profesionales construyen a partir de su actitud”, que se van construyendo por medio de sus experiencias (Schön, 1987). Que en los alumnos sería el conocimiento práctico que construyen a lo largo de sus periodos prácticos en un contexto real. Por lo que las practicas poseen un destacado valor en la formación de la diplomatura de Enfermería, ya que proporcionan al alumno la oportunidad de ejercitar diversas destrezas y conocimientos que resultan indispensables para el desarrollo de su actuación futura, pues es en el ámbito de la actuación real, donde el alumno puede aprender el desempeño de la profesión. Si centramos la practica en el área de la psiquiatría y salud mental encontramos dificultades añadidas, los prejuicios sociales y culturales hacía la enfermedades mentales, están en ambas partes del proceso enseñanza – aprendizaje (Yllá et al., 1993) (Bartoli, 1989). En esta tesis se describen las actitudes de los estudiantes hacia la enfermedad y el enfermo mental antes, durante y después de sus prácticas en psiquiatría, el desarrollo de sus prácticas desde la acogida en la unidad, la relación pedagógica entre tutores y/o profesionales asistenciales y las relaciones con los enfermos, el papel que estas desempeñan en su formación práctica en las diferentes dimensiones (habilidades y actitudes clínicas, relacionales y éticas, reflexión e integración sobre cómo cuidar), y la influencia de las actitudes en el aprendizaje práctico de los estudiantes. Se trata de una investigación situada en un contexto educativo, desde una perspectiva teórica fenomenológica hermenéutica y desde una aproximación metodológica de casos múltiples de tipo etnográfica. El trabajo de campo fue desarrollado en el marco de la asignatura Enfermería psiquiátrica y salud mental y las prácticas clínicas de los estudiantes en la Unidad de Agudos del Servicio de Psiquiatría de un hospital. Las estrategias de recogida de datos fueron la observación participante, la conversación informal, la entrevista en profundidad antes y después del periodo de prácticas y el material escrito en formato diario de prácticas. Los ejes cualitativos emergentes que actúan como estructurales y estructurantes del discurso formativo se han denominado estigma y aprendizaje práctico. La influencia en al aprendizaje práctico de las actitudes negativas hacia la enfermedad y el enfermo mental era clara, pero las relaciones pedagógicas con los tutores y/o profesionales asistenciales y el contacto y las relaciones terapéuticas con el enfermo mental fueron cambiando las actitudes y la capacidad del aprendizaje práctico.