Campanarios del siglo XVIII en el Bajo SeguraConstrucción y geometría

  1. García González, Encarnación
Dirixida por:
  1. Pablo Martí Ciriquián Director

Universidade de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante

Fecha de defensa: 09 de decembro de 2015

Tribunal:
  1. Gabino Ponce Herrero Presidente
  2. Pascual Saura Gómez Secretario
  3. María Victoria de la Fuente Aragón Vogal
Departamento:
  1. EDIFICACION Y URBANISMO

Tipo: Tese

Teseo: 399498 DIALNET lock_openRUA editor

Resumo

A lo largo del s. XVIII, se construyeron numerosos campanarios en el Bajo Segura que se caracterizan por la presencia del ladrillo en la ejecución de sus muros, dejando atrás el uso de la piedra como material principal. La personalidad de estos campanarios, su orientación, disposición respecto al templo y geometría marcan un perfil típico de los pueblos de la comarca a la que pertenecen. Cuando las villas o poblados disponían de casas de planta baja o de dos alturas, la torre campanario representaba la identidad del mismo en la lejanía. De hecho, las características sociales de la comarca del Bajo Segura durante el siglo XVIII, impulsan su construcción junto a parroquias levantadas en poblados de nueva creación y así organizar, con el toque de las campanas, la vida social y religiosa de sus habitantes. Con el objeto de estudiar estos elementos arquitectónicos unidos a edificaciones eclesiásticas, se aborda la investigación desde dos ámbitos: el primero obteniendo datos que facilitan el conocimiento y la interpretación de la torre campanario desde un punto de vista constructivo, y el segundo, averiguando si se sigue un patrón constructivo. Analizando la geometría de los elementos que conforman el campanario así como, el basamento o torre sobre la cual se construyen, se han obtenido unos parámetros que sirven para relacionarlos. Los resultados de esta relación llegan a establecer un patrón de torre campanario en el Bajo Segura avalado por datos técnicos. Tanto para los datos cualitativos como cuantitativos obtenidos, se han tenido en cuenta las recomendaciones establecidas para su ejecución en los tratados de construcción y de arquitectura de los siglos XVII y XVIII, así como las advertencias y recomendaciones realizadas por Borromeo en el s. XVI y por el Arzobispo Aliaga en el Reino de Valencia en el s. XVII, dentro del ámbito eclesiástico para su diseño y construcción a partir del Concilio de Trento.