Valoración del estado nutricional y sus diferencias en mujeres mayores de 60 años con y sin práctica de ejercicio
- Gutierrez Gomez, Tranquilina
- Rosa Ferrer Diego Zuzendaria
- Ernesto Cortés Castell Zuzendarikidea
Defentsa unibertsitatea: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante
Fecha de defensa: 2014(e)ko urtarrila-(a)k 22
- Vicente Gil Guillén Presidentea
- María Flores Vizcaya Moreno Idazkaria
- Salvador Pedro Sánchez Pérez Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
El estado nutricional en los mayores es un factor que se asocia fuertemente a su morbilidad y calidad de vida. Profundizar en los factores que influyen en la malnutrición, esencialmente en los tratables o modificables, permitiría plantear medidas preventivas orientadas a mejorar el estado nutricional y su calidad de vida. La práctica de ejercicio en adultos mayores se ha mostrado como elemento clave para un envejecimiento activo y saludable, demostrando su influencia en la prevención de problemas de autonomía e independencia en dicho grupo poblacional. Sin embargo, no se ha particularizado suficientemente su relación con la presencia de riesgo de malnutrición en mayores, ya sea por exceso o defecto, ni en especial entre las mujeres mayores de 60 años. Existen resultados de estudios que establecen la alta prevalencia de malnutrición en adultos mayores. Sin embargo, son muy pocos los estudios enfocados a la situación nutricional de la mujer mayor de 60 años. El presente estudio tuvo como objetivo valorar el estado nutricional en mujeres mayores de 60 años entre grupos con y sin práctica de ejercicio físico e identificar otros factores relacionados con la presencia de riesgo de malnutrición en dicho grupo etario, como factores psicosociales, sociodemográficos, económicos, fisiológicos, de salud y físicos. Es un estudio transversal, comparativo, realizado en una muestra total de 418 mujeres divididas en dos grupos, uno formado por mujeres mayores de 60 años que practican ejercicio sistematizado, integrantes del Club de ¿La edad de oro¿ del Gimnasio Multidisciplinario del Centro Universitario Tampico-Madero (CUTM) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), y otro grupo de control cuyos componentes no practican ejercicio sistematizado y que acuden a la Clínica de Medicina Familiar del Instituto de Seguridad y Servicio Social de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Se incluyeron como variables el estado nutricional, evaluado según la Escala ¿Mini Nutritional Assessment¿ (MNA), y otros factores asociados (psicosociales, socio demográfico, económicos y fisiológicos) detectados por medio de la Encuesta de antropometría y estado actual (EAEA) y la Encuesta de aspectos demográficos, de salud y físicos (EFA). De las 418 mujeres mayores de 60 años estudiadas, 208 forman parte del grupo sin ejercicio y 210 al grupo con ejercicio. La media de edad en el total de mujeres es de 67.0 (SD 4.7) años, con un mínimo de 60 años y un máximo de 81años. El 58.4% tiene estudios de nivel Bachillerato o superior (medio superior), el 53.6% tiene de 4 hijos o más y el 67.9% tiene un ingreso económico mensual igual o superior a 4000.0 pesos mexicanos (246.6 euros). Comparando los grupos de estudio, se encuentran diferencias en la edad, educación e ingreso económico, siendo el grupo que no hace ejercicio el de mayor edad, mayor nivel de estudios y mayores ingresos económicos (p< 0.05). La enfermedad que afecta a un mayor porcentaje de mujeres es la hipertensión (33%), seguida por la diabetes (21%) y por ambas enfermedades a la vez (14%). En función del grupo, se encuentran diferencias en la presencia de la diabetes, que es más frecuente en el grupo de mujeres que hace ejercicio (29% vs 13%). En relación a los resultados del MNA, el 57.4% se encuentra en riesgo de malnutrición, habiéndose encontrado diferencias estadísticas entre los grupos en estudio, siendo el grupo que no hace ejercicio el de mayor riesgo nutricional (71% vs 44%). En términos de los niveles establecidos por la OMS para el índice de masa corporal (IMC), el 81.1% del total está ubicado en niveles de sobrepeso y obesidad y el 18.7% en nivel normal. El análisis de regresión logística se realizó por separado para ambos grupos de mujeres, las que hacen ejercicio y las que no lo hacen. Los factores que resultaron influyentes para problemas nutricionales fueron los mismos para ambos grupos y para el total: los problemas psicológicos y la pérdida de peso reciente. La normoglicemia se comporta como factor protector para ambos grupos. En el grupo que hace ejercicio, se identificó como factor influyente la pérdida del apetito, a diferencia del grupo que no hace ejercicio, donde se identificó la presencia de hipertensión como factor influyente en el deterioro nutricional. Se concluye que contenidos elevados de glucosa en sangre y problemas psicológicos o depresión leve son factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecer problemas nutricionales, con independencia del ejercicio físico. La anorexia y la pérdida de peso reciente son igualmente factores de riesgo de malnutrición, independientemente de si se hace ejercicio o no. La hipertensión aparece como un factor de riesgo de malnutrición sólo en el grupo que no hace ejercicio. La práctica de ejercicio es un factor protector de malnutrición en la mujer mayor de 60 años, incluso con enfermedad crónica, para la población estudiada. Algunos de estos factores de riesgo pueden ser modificables o prevenibles y en todos los casos la práctica de ejercicio mejora las perspectivas del estado nutricional satisfactorio.