Evaluation of some management measures for trawling fishery in the western mediterranean

  1. Samy Kamal El-Sayed, Mohamed
Dirigida por:
  1. José Luis Sánchez Lizaso Director
  2. Aitor Forcada Almarcha Codirector

Universidad de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante

Fecha de defensa: 05 de diciembre de 2014

Tribunal:
  1. Montserrat Demestre Alted Presidente/a
  2. Elena Guijarro García Secretario/a
  3. José M. Bellido Millán Vocal
Departamento:
  1. CIENCIAS DEL MAR Y BIOLOGIA APLICADA

Tipo: Tesis

Teseo: 374885 DIALNET lock_openRUA editor

Resumen

Resumen Desde hace muchos años las pesquerías mundiales están amenazadas por la sobrepesca y otros problemas, principalmente antropogénicos. El Mediterráneo no se encuentra apartado de esta situación, y se considera que gran porcentaje (33%) de los stocks evaluados se encuentran sobreexplotados, mientras que el 50% de los recursos evaluados totalmente explotada y solamente 17% subexplotados. Las Pesquerías del Mediterráneo son multi-específicas, incluyendo una amplia diversidad de recursos pesqueros; hasta 100 especies y categorías registradas en los desembarques en algunas áreas. Los recursos explotados de pesca en el Mediterráneo se pueden clasificar en tres categorías principales: pequeños pelágicos, grandes pelágicos y recursos demersales. Los pequeños pelágicos presentan la principal contribución (alrededor del 60%) a los desembarques totales del Mediterráneo. La mayoría de las pequeñas especies pelágicas están dispersas principalmente cerca de la costa, sobre la plataforma continental. La mayoría de estas especies son especies migratorias que migran en estaciones bien definidas, lo que explica la estacionalidad de sus pesquerías. Los recursos de grandes pelágicos se refieren principalmente a las grandes especies pelágicas migratorias. El atún rojo y el pez espada son los grandes pelágicos más importantes en el Mediterráneo. Los grandes pelágicos representan alrededor del 4-8% del total de los desembarques declarados, pero su valor económico es mucho mayor. Los recursos demersales están compuestos por aquellas especies que viven y se alimentan cerca del fondo marino. La pesca demersal se dirige a una gran cantidad de especies y muchas de ellas tienen alto valor de mercado, lo que refleja la importancia de esta pesquería. Las especies demersales representan alrededor del 30% de las capturas totales declaradas en el Mediterráneo. Por otro lado, las flotas Mediterráneas se pueden clasificar en tres tipos: la flota artesanal "de pequeña escala", la flota industrial "a gran escala" y una flota intermedia que se suele denominar flota semi-industrial. La flota de pequeña escala tiende a usar los denominados artes menores y los barcos de menor eslora. El término también se refiere, a veces, al concepto de unos bajos niveles de tecnología y de capital invertido por pescador, aunque ese no es siempre el caso. El término "flota industrial" se refiere a las grandes flotas con inversiones realizadas por empresas o grupos financieros. En el Mediterráneo, se limita principalmente a la pesca del atún por los grandes cerqueros y palangreros. La flota "semi-industrial" es un grupo que se encuentra entre la flota artesanal y la industrial, pero más cerca de un perfil artesanal. Se refiere sobre todo a los arrastreros, cerqueros y algunos palangreros. La evaluación y la gestión de las pesquerías mediterráneas conlleva importantes dificultades. La falta de información, las amplia distribución de las flotas dominadas por barcos de pequeña escala, la sobrecapacidad de las flotas, un gran número de puntos de desembarque, pesquerías multi-especificas, el nivel de cumplimiento de una normativa muy irregular y una cooperación en la gestión de la pesca limitada entre los países, son algunas de las dificultades para la gestión sostenible de la pesca en el Mediterráneo. Esto le da a las pesquerías del Mediterráneo una característica particular en su gestión frente a otras regiones. Esta situación, ha desempeñado un papel significativo en la promoción de la necesidad de nuevos enfoques para la gestión de la pesca y la reevaluación de las medidas de gestión actuales. En el Mediterráneo, la gestión global de todas las pesquerías se realiza en el marco de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM). Las pesquerías de los países de la Unión Europea (UE) se gestionan de acuerdo con la Política Pesquera Común (PPC). En la mayoría de los casos en el Mediterráneo, esta política se ha armonizado con la política de la CGPM. Los países no pertenecientes a la UE definen sus propias medidas de gestión pesquera, aunque la mayoría de ellos tratan de asegurarse de que son compatibles con las medidas de la CGPM. Las medidas del control del esfuerzo de pesca son las principales medidas utilizadas para la gestión de las pesquerías multi-específicas, como las pesquerías del Mediterráneo, en combinación con otras medidas técnicas, tal como, de tamaño o forma de la malla y las tallas mínimas de las especies desembarcadas o vedas espacio-temporales. Debido a la diversidad tanto de las características de la flota y la composición de las capturas, la CGPM ha puesto énfasis en el control directo de la capacidad pesquera y el esfuerzo, en lugar de limitación de capturas como una forma efectiva de reducir la mortalidad por pesca. El Golfo de Alicante (SE España) sostiene una importante actividad pesquera, que comprende hasta el 10% de la flota del Mediterráneo español, que cada año desembarca hasta 20000 toneladas. La amplia extensión de la plataforma continental en esta zona, ha favorecido la pesca de arrastre con el desarrollo de una gran flota que opera en la plataforma continental fangosa y arenosa y en el talud entre 50 y 800 metros de profundidad. Por otra parte, los desembarques se venden, todos los días, a los intermediarios en cada puerto local en la lonja de pesca bajo la supervisión de las cofradías de pescadores, lo que facilita el control de los desembarques diarios por barco. La pesca de arrastre de la flota en la zona, es la segunda flota más importante en cuanto a los desembarques después la flota de cerco, y proporciona alrededor del 40% de los desembarques anuales. La flota de pesca de arrastre es la más grande en términos de número de barcos, con 109 arrastreros distribuidos en 12 puertos (desde Dénia hasta Torrevieja), y en términos de eslora del barco y potencia del motor. Los barcos se caracterizan por la escala semi-industrial de sus operaciones, y cada flota pesquera está registrada en un puerto base donde los barcos suelen volver todos los días o dentro de unos pocos días. Al igual que otras flotas de arrastre del Mediterráneo, sus actividades se llevan a cabo en zonas de pesca bien determinadas, que son seleccionadas por los pescadores dependiendo a las especies objetivo. Generalmente estos caladeros son utilizados por la flota pesquera del puerto más cercano. Los objetivos de esta tesis son analizar los datos de desembarque y esfuerzo de pesca a largo plazo (2002-2011) (capítulo 2), así como identificar los métiers de la pesca de arrastre en tres puertos en el Mediterráneo occidental. Por otra parte, analizar la mejora de la selectividad modificando la forma o el tamaño de la malla en el copo (capítulo 3) y los efectos de las vedas temporales (capítulo 4), como dos medidas de gestión aplicadas en la pesquería. Como último objetivo, evaluar la medida de gestión de la reducción de un día de pesca a la semana (cuando los precios son más bajos) como alternativa a las vedas temporales (capítulo 5). En las pesquerías de arrastre del Mediterráneo, donde algunas de las especies objetivo han estado sometidas a sobrepesca, el esfuerzo pesquero se puede dirigir hacia una u otra especie objetivo durante ciertos períodos, dependiendo del nivel de capturas obtenido en ese momento y a los precios de las especies objetivo en el mercado. Estas características aumentan la heterogeneidad de la pesquería y complican la evaluación, el seguimiento y la gestión de sus actividades. En tal marco de gestión de la actividad pesquera, las actividades de la flota en un área determinada, debe desagregarse en sub-segmentos que definan actividades específicas en el tiempo, el espacio y las oportunidades de captura que corresponde estrechamente con el concepto de "métier". Un métier se define como un grupo de operaciones pesqueras dirigidas a un grupo similar (un conjunto) de especies, con artes similares durante el mismo período del año y / o dentro de la misma zona, y que se caracterizan por un patrón de explotación similares. Por otro lado, debido a la diversidad de las características de la flota y composición de las capturas en las pesquerías del Mediterráneo, la Comisión General de Pesca del Mediterráneo ha puesto énfasis en el control directo de la capacidad y del esfuerzo pesquero, en lugar de establecer limitaciones de capturas. El objetivo del capítulo 2 fue analizar la evolución del esfuerzo pesquero, los desembarques y los métier (o tácticas de pesca) en tres puertos de pesca de arrastre del Mediterráneo occidental entre 2002 y 2011. Se aplicaron métodos no paramétricos que combinan el escalamiento no métrico multidimensional (nMDS) y de conglomerados jerárquicos (CLUSTER), para evaluar las diferencias en la biomasa de la composición de las capturas entre las muestras (barco / día). Una vez identificados los grupos, se utilizó el análisis del porcentaje de similitud (SIMPER) para reconocer las principales especies que caracterizan a cada grupo de muestras en peso y los ingresos, y de esta manera identificar los métier. Por otra parte, el Análisis de la Varianza (ANOVA) se utilizó para analizar las diferencias en la eslora total, arqueo bruto, la biomasa total y el ingreso total entre puertos y entre los métiers identificados en cada puerto. Finalmente, para explorar la relación entre los desembarques (total y también por cada métier) y distintas variables del esfuerzo pesquero (eslora del barco, arqueo bruto, y la potencia del motor), se utilizaron gráficos de dispersión y el coeficiente de correlación de Pearson. El uso de técnicas multivariantes permitió la identificación de cuatro métiers o tácticas de pesca: el salmonete, la merluza europea, la cigala y la gamba roja. La composición media de captura dentro del mismo métier fue similar entre los puertos, aunque la importancia relativa de las especies difería ligeramente de un puerto a otro. La variación observada en el esfuerzo de pesca dedicado a cada métier, refleja las diferencias en la importancia y el uso de cada métier por puerto. Se detectaron variaciones temporales entre los diferentes métiers a escalas estacionales y anuales. Estas variaciones temporales mostraron que el métier del salmonete y de la merluza europea se alternaban. Se observaron correlaciones positivas significativas entre los desembarques y las diferentes variables del esfuerzo pesquero con una excepción, el de la relación con la potencia del motor en el métier de la cigala, que presentó una correlacion negativa. Se detectaron diferencias significativas en la eslora total del barco, arqueo bruto, CPUE total y el ingreso total, entre los cuatro métier en función de cada puerto, con pocas excepciones. Estos resultados se consideran claves y necesarios para implicaciones de gestión más prácticas, y ayudar así a los gestores pesqueros en el proceso de toma de decisiones. El cambio de la selectividad como una medida de gestión se analizó en el capítulo 3. La pesca de arrastre del Mediterráneo tradicionalmente operaba usando en el copo mallas mínimas de 40 mm en forma rómbica, y éstas tienen una baja selectividad. Estas mallas suelen estirarse bajo la tensión durante la operación de pesca y tienen una tendencia a cerrarse cuando se llena el copo. Por tanto, tienden a retener un gran número de individuos de las especies objetivo por bajo de su tamaño mínimo de desembarque (MLS). En consecuencia, aumentan la mortalidad por pesca, impide la consecución de beneficios económicos en el futuro al tiempo que disminuyen el rendimiento por recluta. Por otra parte, estas mallas tienen efectos indirectos sobre otras capturas accesorias y las especies no comerciales, lo que contribuye desfavorablemente a la composición de las capturas aumentando las tasas de descartes, especialmente en la plataforma continental. Sin embargo, si en los copos se emplea una malla cuadrada del mismo tamaño nominal, ésta permanece abierta durante la operación de pesca y es más selectiva, es decir, tiene un L50 superior (Lx es la longitud en la que x% de los individuos que son retenido) y un rango de selección (SR) inferior en comparación con la malla rómbica tradicionalmente empleada. Por estas razones, el diseño de malla del copo se ha establecido como un factor importante que determina la selectividad de las redes de arrastre. Se ha recomendado, por parte de la CGPM, mejorar la selectividad de arrastre, ya que se considera que es una herramienta para reducir el impacto de arrastre en los ecosistemas y mejorar el patrón de explotación de las especies objetivo. La UE introdujo una mejora sobre la selectividad en el reglamento que regula las artes de arrastre que debía aplicarse, como muy tarde, a partir de junio de 2010. En este capítulo se evalúaron las consecuencias de la introducción, ya sea a 40 mm de malla cuadrada o a 50 mm de malla rómbica en los copos (en lugar de la malla rómbica tradicional de 40 mm) de los arrastreros españoles. Para ello se compararon los desembarques antes y después del cambio de malla en términos de biomasa, ingresos y composición de las capturas para cada uno de los cuatro métiers identificados en la pesqueria: merluza europea, salmonete, gamba roja y cigala. No se observaron diferencias significativas entre antes y después del cambio a la nueva malla, ni en la biomasa ni en los ingresos, tanto en el métier de la merluza europea y como en el de salmonete. Por el contrario, la biomasa total del métier de la gamba roja y la biomasa de Nephrops norvegicus del métier de la cigala, fueron significativamente más altos después del cambio de la malla. En cuanto a la composición de las capturas, sólo el métier de merluza europea mostró ligeros cambios -no significativos- después de aplicar la nueva malla. Teniendo en cuenta estos resultados, no hubo un efecto a corto plazo (pérdida sustancial en términos biológicos y económicos) como se esperaba según estudios previos. Probablemente, esto podría estar relacionado con un mayor rendimiento de la nueva malla, que puede compensar la menor retención de individuos de menor tamaño. El capítulo 4, tuvo como objetivo determinar los efectos de las vedas temporales en términos biológicos y económicos, utilizando datos de 10 años de desembarques de dos puertos de pesca de arrastre representativos del Mediterráneo occidental: Dénia y La Vila Joiosa. La adopción de las veda temporales es una de las medidas más simples utilizadas en la gestión de las pesquerías. La veda temporal en una pesquería significa un cierre total de la actividad pesquera durante un período determinado, que se traduce en una reducción del esfuerzo anual. Esta estrategia de gestión se basa principalmente en el control del esfuerzo que reduce la intensidad de pesca y protege stock objetivo de la mortalidad en una etapa específica de la historia de vida, es decir, cuando una especie se congrega en un área o en una estación específica para desovar. Desde una perspectiva económica, la veda temporal puede tener beneficios a corto plazo a los pescadores: (i) los beneficios derivados de la reducción de los costos operativos; (ii) la compensación económica derivada de la recuperación de las poblaciones ya que se deja de pescar ahora con el fin de aumentar la captura después; y (iii) el beneficio derivado de las subvenciones de compensación (en el caso de que la administración financie la veda). Sin embargo, el paro de la flota en períodos largos (por ejemplo, veda de uno o dos meses) provoca graves problemas logísticos y económicos, tales como: (i) el desempleo de los pescadores que tienen que buscar otro trabajo durante el período de cierre o consumir su subvención por desempleo; (ii) "efecto frontera" como resultado de los desequilibrios entre la actividad de las flotas pertenecientes a los puertos adyacentes a donde se produce el cierre; (iii) el desabastecimiento de algunas especies de alta demanda; (iv) los desequilibrios en los precios de mercado, debido a la irregularidad del suministro de pescado al mercado; y (v) los costos adicionales en la administración en forma de subsidios estatales. Como análisis preliminar, se estandarizaron las tasas de captura para separar la parte de la variabilidad de los datos que no es directamente atribuible a las variaciones en la abundancia. Para estandarizar la captura por unidad de esfuerzo (CPUE), se utilizaron modelos lineales generalizados (GLM). Los GLM se llevaron a cabo en la CPUE total (kg ¿ barco-1 ¿ día-1), así como la CPUE de cada especie objetivo (Mullus spp., M. merluccius, N. norvegicus y A. antennatus) en su respectiva táctica de pesca (los métiers identificados en el capítulo 2). El Análisis de Varianza (ANOVA) se utilizó para detectar diferencias significativas en la CPUE así como en los precios de venta en el puerto de origen y en el puerto vecino, antes y después de la veda temporal en diferentes epocas del año (al principio y final de verano). Los resultados de los ANOVAs mostraron que la CPUE de M. merluccius y la CPUE total del métier de cigala fueron significativamente mayores tras la veda a principios de verano, pero no para todos los años. Por el contrario, se observaron significativamente menores la CPUE total del métier de gamba roja y la CPUE de A. antennatus, también a principios de verano. Se observaron CPUE similares en todos los métiers cuando la veda se llevó a cabo a finales del verano. En términos económicos, los precios de mercado de las especies objetivo disminuyeron, o no mostraron ningún cambio, tras la veda del puerto de origen y en el puerto vecino. La única excepción fue el aumento significativo del precio de A. antennatus en Dénia durante la veda en La Vila Joiosa. La veda podría tener algunos efectos positivos biológicos en algunas especies objetivo en función de su temporización. Sin embargo, esto lleva a una reducción inevitable en la mayoría de los precios de las especies objetivo. Una medida alternativa de gestión, basada en la reducción del esfuerzo en las pesquerías multi-específicas, podría ser prohibir la pesca un día a la semana, cuando los precios de mercado de las especies objetivo son menores, y que además se podría realizar independientemente de las subvenciones. En las pesquerías multi-específicas, es necesaria la evaluación de medidas de gestión alternativas, porque la eficacia de las medidas de gestión actuales puede ser mejorable (véase el capítulo 3 y 4). Por ello, se analizó la variación diaria del precio de primera venta de la lonja en el capítulo 5, para determinar qué día de la semana sería mejor para prohibir la pesca como una medida de gestión alternativa a la veda temporal. Se utilizaron los datos de 10 años de desembarques de dos puertos de pesca de arrastre representativos del Mediterráneo occidental: Dénia y La Vila Joiosa. El Análisis de la Varianza (ANOVA) se utilizó para detectar diferencias significativas entre los días de la semana en el precio de primera venta de las principales especies objetivo. Los precios medios más bajos para la mayoría de las especies objetivo se observaron los martes y los miércoles, y eran más altos los lunes y viernes, con pocas excepciones. La prohibición de un día por semana (martes o miércoles), cuando los precios de mercado de las especies objetivo son más bajos, puede reducir el doble de esfuerzo que una parada de la flota de un mes y, probablemente, se podría mantener sin necesidad de subvenciones. En el Mediterráneo, aunque la pesca de arrastre se dirige a un número restringido de especies objetivo, los desembarques totales y su valor económico también se generan a partir de varias especies pertenecientes a las denominadas "especies accesorias" y por esta razón, la pesquería de arrastre del Mediterráneo ha sido clasificada como multi-específica. A pesar del gran número de especies, alrededor del 80% de los desembarques estuvieron representados por sólo 15 especies. Las especies dominantes en los desembarques de la pesca de arrastre del Mediterráneo occidental son: la merluza europea Merluccius merluccius, la bacaladilla Micromesistius poutassou, la gamba roja Aristeus Antennatus, los salmonetes Mullus spp., el pulpo Octopus vulgaris, y la cigala Nephrops norvegicus. La existencia de una gestión de las pesquerías multi-especifica, donde se explotan cuatro especies objetivo principales, asume que cualquier cambio en la intensidad de la pesca o de la selectividad se aplicará a todas las especies por igual. La realidad de la actividad de la flota de arrastre de fondo en el Mediterráneo es más complicada: Las cuatro especies objetivo no son capturadas simultáneamente. Como hemos visto (capítulo 2) cada métier opera en diferentes zonas de pesca y en temporadas diferentes durante el año. Es evidente que una reducción del esfuerzo pesquero global, así como la selectividad, no afectarán a todas las especies objetivo por igual, a menos que las características de las especies objetivo y la actividad de los barcos en cada uno de los métiers que se tengan en cuenta. Aunque los organismos de gestión pesquera tratan de garantizar la selectividad de forma más eficaz para mejorar el rendimiento, algunas de las pesquerías en el Mediterráneo todavía dependen mayoritariamente de los individuos pequeños de las especies objetivo, capturándolos antes de que puedan reproducirse, como la merluza. La mejora de la selectividad de los artes de pesca en el Mediterráneo es un reto, debido a su naturaleza multi-específica. El carácter multi-específico de las pesquerías mediterráneas también complica la adopción de otras medidas de gestión, tales como la veda temporal. La dificultad de ajustar la veda temporal para proteger a diversas especies objetivo, con diferentes ciclos de reproducción y distintos patrones estacionales de cambios de capturabilidad, dificulta la adopción de la veda temporal sobre bases biológicas. La integración de los pescadores en los procesos de toma de decisiones de gestión, ayudaría a mejorar su cumplimiento y los resultados para el éxito global de la gestión. Sin embargo, este es un punto débil en el Mediterráneo. Sólo puede haber gestión eficaz de la pesca cuando exista un colaboración entre el sector, la administración y los científicos mucho mayor que la que se da actualmente en las pesquerías mediterráneas. El futuro de la pesca en el Mediterráneo requiere la formulación de nuevas estrategias de gestión, incorporando el enfoque basado en el ecosistema, porque la complejidad de la pesca hace que los enfoques de gestión clásicos no sean realistas. El enfoque ecosistémico de la pesca, requiere de nuevas herramientas para que el gestor pueda implementar medidas de gestión adecuadas y proteger así la integridad del medio ambiente. Ante la falta de información sobre la situación actual del medio ambiente o de determinados recursos pesqueros, así como la incertidumbre de gestión, existe un creciente énfasis en el uso de las restricciones espaciales mediante el uso de las áreas marinas protegidas (AMPs). Ambas herramientas se permiten conservar y restaurar la biodiversidad, promover la resiliencia de los ecosistemas, mantener la sostenibilidad de la pesca y contribuir al enfoque basado en los ecosistemas.