Las migraciones en femeninoCambios familiares y redes sociales de las mujeres migrantes

  1. Escartín Caparrós, Maria José
Dirigida por:
  1. María Teresa Algado Ferrer Directora

Universidad de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante

Fecha de defensa: 14 de diciembre de 2015

Tribunal:
  1. Benjamín Oltra Martín de los Santos Presidente
  2. María Paz García-Longoria Serrano Secretario/a
  3. Inmaculada Serra Yoldi Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 398716 DIALNET lock_openRUA editor

Resumen

El propósito fundamental de esta tesis es abordar desde un enfoque cualitativo, a través de las historias y experiencias de un grupo de veinte mujeres inmigrantes, procedentes de diversos países latinoamericanos y del Norte de África, el impacto que, desde una perspectiva de género ha supuesto para ellas el hecho migratorio, tomando como ejes de análisis los siguientes: Los cambios en los roles tradicionales de género. El poder dentro de sus familias. La cultura familiar y las creencias que influyen en su autopercepción como personas. Las redes personales e la sociedad de acogida, como proveedoras de apoyo social. Si hasta hace algunas décadas, el fenómeno migratorio parecía ser una actividad fundamentalmente de los hombres, en la actualidad hoy esta realidad ha cambiado: las migraciones tienden a feminizarse, como se feminiza la pobreza en el planeta. Así, comienza a contemplarse como una realidad el hecho de que las mujeres dejan sus hogares y sus familias en busca de mejores oportunidades para la subsistencia, en busca de trabajo y mejores condiciones de vida para ellas mismas y para sus familias, sin que, necesariamente, ello repercuta en un incremento de su poder, ni en el plano familiar, ni en el comunitario. Lo que se aborda en esta tesis es en primer lugar, un análisis de la familia como origen de lo que somos como personas, su influencia en la construcción del self y en nuestra posición en y frente al mundo que nos rodea. La familia, además es el primer agente de socialización en la vida de las personas y, entre otras funciones básicas, produce y reproduce desigualdades de género, enseñando comportamientos diferenciados a los niños y las niñas. Es evidente que la variable familia por sí sola no puede explicar la amplitud del fenómeno, ya que este va asociado a múltiples variables de tipo económico, político, social, pero si es relevante en cuanto contribuye a la construcción de la identidad del ser humano. Por otra parte, este trabajo también se ha centrado en el análisis de las redes personales de las mujeres que han colaborado en esta investigación, redes personales adquiridas en la sociedad de acogida, ya que sus relaciones primordiales con familia, amigos, vecinos, etc., las han dejado en sus países de origen. Por tanto, y como las relaciones interpersonales son proveedoras de apoyo social en situaciones de necesidad, las personas migrantes desarrollan nuevas redes en los contextos inmediatos del país de acogida. En muchos casos, como se demuestra en esta tesis, son únicamente redes étnicas, con compatriotas con los cuales comparten apoyo, pero que no ayudan a la integración en la sociedad de acogida; en otros casos, se pone de relieve la existencia de redes formales de apoyo (servicios de salud, escolares, servicios sociales o asociaciones de ayuda a inmigrantes). Así, lo que se ha pretendido también es evaluar la cantidad y calidad de apoyo social que reciben estas mujeres en momentos de crisis y/o necesidad, tanto por parte de sus familias, como proveedoras primarias de apoyo, como de otras redes naturales o formales en el país de acogida. De los hallazgos detectados, hay que reseñar, por una parte, la variedad de organizaciones familiares de estas mujeres, en unos casos, anteriores al hecho migratorio y, en otros, como consecuencia de la migración: situaciones de monoparentalidad o familias recompuestas en la sociedad de acogida. La familia global o transnacional, también está presente en esta investigación. Un factor a destacar en la mayoría de los casos es la importancia que las mujeres entrevistadas conceden a sus familias como soporte y ayuda para afrontar el hecho migratorio, así como a los valores familiares que han recibido. Asimismo se han detectado cambios en los roles de las mujeres, especialmente en el colectivo latinoamericano que han redundado en un mayor empoderamiento y, por tanto, les ha hecho reivindicar una mayor equidad en las relaciones con sus parejas, a diferencia de las mujeres magrebíes que han mostrado mayor conformidad con su posición dentro de la familia. De los hallazgos detectados, hay que reseñar, por una parte, la variedad de organizaciones familiares de estas mujeres, en unos casos, anteriores al hecho migratorio y, en otros, como consecuencia de la migración: situaciones de monoparentalidad o familias recompuestas en la sociedad de acogida. La familia global o transnacional, también está presente en esta investigación. Un factor a destacar en la mayoría de los casos es la importancia que las mujeres entrevistadas conceden a sus familias como soporte y ayuda para afrontar el hecho migratorio, así como a los valores familiares que han recibido. Asimismo se han detectado cambios en los roles de las mujeres, especialmente en el colectivo latinoamericano que han redundado en un mayor empoderamiento y, por tanto, les ha hecho reivindicar una mayor equidad en las relaciones con sus parejas, a diferencia de las mujeres magrebíes que han mostrado mayor conformidad con su posición dentro de la familia. No obstante, a pesar de las diferencias observadas entre ambos colectivos, en cuanto a las relaciones entre géneros, destaca el hecho de que dos de las mujeres magrebíes, víctimas de violencia de género, han conseguido romper con esa situación, al poco tiempo de residir en Alicante. En ambos casos, las redes sociales y personales de estas mujeres han sido determinantes en su decisión de abandonar al agresor. Otro hecho a destacar es que, a pesar de que la mayoría de las mujeres afirman sentirse acogidas por la sociedad alicantina, se han detectado actitudes xenófobas hacia el colectivo magrebí, provenientes de figuras de autoridad como enseñantes o personal sanitario; otro tipo de discriminación que esas mujeres han señalado, está relacionado con el mantenimiento de señas de identidad como el uso del pañuelo, mientras que en el caso de las mujeres latinoamericanas, esa percepción se ha limitado a aquellas que presentan rasgos indígenas. Una diferencia destacable entre ambos colectivos de mujeres es que las latinoamericanas, cuando han hablado de sus familias, la palabra principal para referirse a ellas ha sido amor, mientras que en el caso de las mujeres procedentes del Magreb, la palabra más repetida ha sido obediencia. Otro elemento que evidencia la realidad de estas mujeres es la falacia del estereotipo de mujer inmigrante analfabeta y atrasada desde el punto de vista cultural. La mayoría de estas mujeres tienen preparación laboral y buena formación y en cambio, su estatus laboral ha disminuido respecto a sus países de origen, ya que han tenido que entrar en el círculo de la economía doméstica, con largas jornadas de trabajo, poco prestigiado y mal retribuido. No obstante, podría decirse que el capital personal y social de estas mujeres sale fortalecido con la experiencia migratoria al afrontar situaciones donde la resiliencia y la capacidad de afrontamiento de situaciones estresantes es fundamental. Pero sin embargo, no hay que olvidar el sacrificio de esas mujeres en beneficio, principalmente de sus familias y de sus hijos o hijas Por tanto podemos decir que las mujeres de este estudio viven una realidad compleja provocada por múltiples factores interrelacionados. A su llegada al país receptor sin ningún tipo de seguridad (económica, sentimental, material y laboral) su naturaleza les hace relacionarse con su grupo de iguales, encontrando en ellos una forma de apoyo e identificación con el otro o la otra, y creando grupos de relación donde el intercambio de apoyo socio emocional es el objetivo principal. Esto se produce principalmente dentro del mismo conjunto inmigrante. La familia, la que dejan en sus países y la que tienen aquí son las principales fuentes de apoyo, con fuertes lazos de solidaridad que, aunque parezca paradójico se refuerzan en la distancia.