Estudio sobre el uso de Internet y sus aplicaciones en el alumnado de último año de carrera de la Universidad de Alicante

  1. LAGUNA SEGOVIA, MARÍA ISABEL
Dirigida por:
  1. María Cristina Cardona Moltó Directora

Universidad de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante

Fecha de defensa: 16 de mayo de 2013

Tribunal:
  1. Ramón Pérez Juste Presidente/a
  2. Salvador Peiró Gregori Secretario
  3. María Luisa Sevillano García Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 343581 DIALNET lock_openRUA editor

Resumen

Introducción Nos hallamos inmersos en la Sociedad de la Información y de la Comunicación (SIC), espacio en el que Internet, es de vital importancia para el desarrollo del mundo moderno. Diferentes autores (Castells, 2000; Rodríguez de las Heras, 2004) la han venido a llamar sociedad red o sociedad del conocimiento. Esta nueva sociedad ha sido definida (Comisión Especial para el Desarrollo de la Sociedad Información, 2003) como un estadio de desarrollo social caracterizado por la capacidad de sus miembros (ciudadanos, empresas y administraciones públicas) para obtener, compartir y procesar cualquier información por medios telemáticos, desde cualquier lugar del mundo y en la forma que se prefiera. La manera en que se transmite y accede al saber en esta sociedad red ha cambiado. Por tal motivo los gobiernos e instituciones de nuestro país han llevado a cabo distintas iniciativas y acciones (eEurope, e-España, e-Inclusión, España.es, Plan Info XXI, etc.) con el objetivo de acercar las tecnologías a sus ciudadanos e instituciones, evitando así el retraso de España con respecto a los países y economías más pujantes. Es necesario conocer el uso que hacen los estudiantes universitarios de Internet con fines académicos para poder orientar su aprendizaje, otorgándoles un papel más activo. Desarrollo teórico Existe también un amplio abanico de indicadores elaborados por organismos oficiales (OCDE, EUROSTAT, organismos de estadística de distintos países) y privados que aportan datos sobre las infraestructuras en TIC y una serie de indicadores como la actividad en Internet, uso que hacen los ciudadanos y las empresas de esta tecnología, el coste de acceso a Internet, los servicios públicos accesibles a través de la red, el número de alumnos por ordenador con conexión a Internet, los usuarios con problemas de seguridad en la red, el porcentaje de facturación del comercio electrónico, los efectos económicos y sociales de Internet, la importancia de Internet en el sector económico, etc. pero no dejan de ser todos ellos un conjunto de datos que giran en torno a aspectos referidos al consumo de tecnología por parte de los ciudadanos y las empresas. Con frecuencia se olvida estudiar con qué finalidad se emplea esta potente herramienta. Aunque bien es cierto que el Observatorio de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, en nuestro país ha realizado periodicamente una serie de estudios sobre el uso de las tecnologías en los hogares españoles y el perfil de los usuarios de la red en España que han ayudado a conocer cual es la situación de nuestro país respecto al uso de las tecnologías y que patrón de uso presenta el internauta español. Por otro lado existen una serie de estudios que han sacado a la luz (Hargittai, 2002; NTIA, 1995;Van Dijk, 2005) que el acceso o no a la tecnología está dando lugar a la llamada brecha digital ¿digital divide¿ entre las personas e incluso entre los países. Este término en general se puede entender como la distancia que existe entre las personas¿que utilizan las tecnologías como una parte rutinaria de su vida diaria y aquellas que¿no tienen acceso a las mismas y que aunque lo tengan no saben como utilizarlas sacándoles máximo partido. Este vocablo se acuñó a mediados de los años noventa y ha evolucionado desde concebir dicha desigualdad digital en el mero sentido del acceso o no a la tecnológica, hacia dar lugar a la aparición una brecha digital de segundo orden. La segunda brecha digital se entendería como la distancia existente entre las personas que poseen diferentes habilidades y destrezas que le permiten un uso beneficioso de la tecnología y las que no (Hargittai, 2002). La educación debe lograr lo que muchos han denominado alfabetización tecnológica, entendida como la ¿capacidad para utilizar las tecnologías, tanto en la vida diaria como en el mundo laboral¿ (Lorenzo Delgado, 2002: 1). En esta misma línea, Vilches (2002: 31), consideraba que la ¿alfabetización tecnológica abarca el conjunto de competencias y destrezas necesarias para poder determinar qué información y qué herramientas necesita la persona para utilizar efectivamente los recursos tecnológicos, saber acceder a ellos, seleccionarlos y usarlos de manera adecuada¿. En este sentido, la educación debe, no sólo fomentar dicha alfabetización tecnológica entre los individuos, si no tener presente el impacto que tienen las tecnologías e Internet en el entramado educativo. La presencia de una amplia oferta educativa en la red, tanto académica como no académica, aumenta día a día. La inclusión de las TIC, particularmente de Internet, en el ámbito educativo, conduce a un cambio en los procesos enseñanza-aprendizaje. Actores, escenarios, metodologías y materiales se ven afectados y envueltos por el abanico de oportunidades que aporta esta herramienta tecnológica. Tan es así que resulta obvio la necesidad de reformular los modelos de enseñanza, los entornos de aprendizaje, la metodología en las clases y los roles de los docentes y del alumnado para aprovechar realmente las posibilidades educativas y formativas que brinda Internet. El proceso de enseñanza-aprendizaje queda colgado en la red y se abren infinidad de oportunidades al campo educativo (Bonk, 2001). Se puede afirmar, sin lugar a dudas, que las tecnologías están transformando el espacio real de las aulas en espacio virtual, generando nuevos ambientes en los que Internet y todo lo que lleva aparejado esta herramienta están cambiando la enseñanza tradicional. La virtualidad es un rasgo definitorio de la metodología de aprendizaje en el mundo de las redes. Actualmente en el ámbito educativo se están dejando atrás los modelos tradicionales de enseñanza-aprendizaje que enfatizaban la acumulación del saber y se está apostando por modelos centrados en cómo adquirir, evaluar y sintetizar la información y en cómo aprender en colaboración con los otros. Internet ha pasado a ser un nuevo espacio para la comunicación y ha dado pie a una nueva manera de concebir la enseñanza y el aprendizaje. Este nuevo paradigma junto con la reciente apertura al Espacio Común Europeo de la Educación apuntada en la Declaración Bolonia (1999) están demandando entornos de aprendizaje que otorguen un papel más activo al alumnado, en el que los estudiantes tengan acceso a resultados y herramientas y sean ayudados por profesores-mentores que sirvan de buenos guías y entrenadores. Salinas (1998) anticipó que el empleo de las redes en la enseñanza primaria y secundaria se multiplicaría y éstas tendrían un mayor impacto en la enseñanza superior. El impacto de Internet en la educación superior se ha recogido en diferentes documentos como es el caso de la Declaración Mundial sobre la Educación Superior (UNESCO, 1998) en su art.11, donde se apuntaba que se debería utilizar plenamente el potencial de las TIC para la renovación de la educación superior y adaptar dichas tecnologías a las necesidades nacionales, regionales y locales. En esta misma línea también, el Preámbulo de la Ley Orgánica 4/2007, Ley Orgánica de Universidades de 12 de abril (BOE, 2007) expresaba con claridad que las universidades habían de formar a sus universitarios para adaptarse a las demandas sociales, científicas y tecnológicas de la sociedad. La incorporación de las tecnologías e Internet en las universidades españolas fue tardía en comparación con el resto de países europeos. En general, las universidades tomaron una actitud comprometida con la introducción y uso de las TIC, pero con frecuencia más improvisada que planificada (Bricall, 2000). En un primer momento los esfuerzo e inversiones de las universidades estaban orientadas a la dotación de infraestructuras tecnológicas. Por este motivo, la primeras investigaciones que se realizaron en torno esta temática se dedicaban a describir y medir la situación de la incorporación de las tecnologías e Internet en la educación superior (Bioeduca, 2006; Bricall, 2000; Consejo de Universidades, 2001, 2003; Hernández, 2010; Fundación Telefónica). Hoy el objeto de estudio de las investigaciones va más allá de la métrica de la tecnología disponible y centra su interés en conocer las opiniones y actitudes de los agentes educativos hacia el uso e integración de las tecnologías e Internet y el la puesta en práctica de diferentes ofertas formativas a través de Internet (plataformas digitales, e-learning y blended learning) (Muñoz-Rivas, Navarro Perales y Ortega de Pablo,2003; Peng, Hsinyi; Tsai, Chin-Chung; Wu, Ying, 2006; Duart, Gil, Pujol y Castaño, 2008; Ramboll, 2004; Tallent-Runnels, Thomas, Lan, Cooper, Ahern, Shaw et al. ,2006). Los estudios que pongen el énfasis en cómo utiliza Internet y sus aplicaciones los estudiantes universitarios en su formación académica escasean. En este sentido la universidad, institución que ha de formar a los futuros profesionales que pasarán a ser parte de la cadena productiva de una sociedad cada vez más tecnológica, ve como por un lado debe preparar a sus estudiantes para desenvolverse con soltura en un mercado laboral caracterizado por el fluir de la información en la red y por otro lado observa como las nuevas generaciones de estudiante dispone de un bagaje tecnológico que le permite enfrentarse a los aprendizajes de manera diferente que las generaciones anteriores. Autores como Toffler y Toffler (2006) señalan que los jóvenes de hoy son multitareas y multifocos de interés. Están familiarizados con el acceso a ordenadores y el uso de Internet, cámaras digitales, smartphones, etc. procesan más información a ritmos más rápidos y llegan a aburrirse con cualquier cosa que consideren lenta. Son nativos tecnologicos (Premsky,2011) han nacido y crecido con la tecnología. Se hace necesario conocer el bagaje tecnológico que el estudiante posee cuando está a punto de formar parte del engranaje de la cadena productiva de una sociedad cada vez más tecnológica que reclama el aprender a lo largo de la vida, ya que los cambios son constantes en esta sociedad del conocimiento. Es necesario conocer como usa Internet y sus aplicaciones el estudiante de último año de carrera en su formación académica. El objetivo principal de este estudio de tesis doctoral es averiguar el uso de Internet y sus aplicaciones en el alumnado de último año de carrera de la UA y, si dicho uso difiere en función de la rama de conocimiento y del género, pudiendo dar lugar a la llamada ¿brecha digital¿. Este trabajo da respuesta a las siguientes preguntas de investigación: 1) ¿Cuál es la formación y las experiencias en el uso de la red que tienen los estudiantes universitarios? 2) ¿Cuál es el uso con fines académicos que hace el estudiante universitario de Internet? 3) ¿Cabe hablar de la existencia de una brecha digital en el alumnado universitario? Se diseñó un estudio cuantitativo, no experimental, descriptivo y transversal, mediante encuesta. La población diana de este trabajo fueron los estudiantes de matriculados en el último año de una carrera de la UA, en alguna diplomatura o licenciatura en el curso académico 2007/08. Conclusiones El análisis del uso de Internet entre los universitarios y de su integración en el proceso enseñanza-aprendizaje constituye una cuestión primordial en la planificación y desarrollo de las políticas educativas. La simple dotación tecnológica no iguala las posibilidades de aprendizaje del alumnado ni mejora sus habilidades en la adquisición del conocimiento. Por tanto, se hace imprescindible conocer el perfil del alumnado universitario usuario de las herramientas tecnológicas para posibilitar el control y la dirección de su propia educación. Los hallazgos de esta investigación se convierten en una referencia que podría ayudar a las instituciones universitarias a establecer las directrices que deberían adoptarse en este sentido. A partir de los resultados podemos concluir que, en referencia a la primera pregunta de investigación, existe un uso generalizado de Internet entre los universitarios de último curso de la UA. A pesar de haber sido autodidactas en el aprendizaje de esta herramienta, su nivel de dominio de Internet es bueno. Sin embargo, esta habilidad en el manejo de Internet no es aprovechada con finalidad formativa ya que la mayoría de ellos emplea la Red como recurso de comunicación con amigos y compañeros, dedicando a este fin varias horas al día. Respecto a la segunda pregunta de investigación relativa al análisis de los fines académicos que hace el estudiante universitario de Internet en la UA, los alumnos de último curso de carrera de la UA apenas tienen desarrollada la competencia de lectura digital (buscar información, comprenderla, extraer conclusiones), según se deduce de los datos presentados. El principal fin académico que realizan es la comunicación vía mail con el profesorado y consultas a la Web institucional. Los alumnos de la UA cuentan con buena accesibilidad a los recursos tecnológicos y así es percibido por los estudiantes. Sin embargo este acceso a una infraestructura adecuada no es suficiente para promover la incorporación de Internet en los procesos de enseñanza-aprendizaje. A pesar de ello Internet es percibido como una herramienta principal de búsqueda de información académica. Internet se ha convertido en la fuente de elección para la búsqueda de información, dejando en un segundo plano la biblioteca universitaria, a pesar que su uso no es fomentado por los docentes. Finalmente, la tercera pregunta de investigación trataba de averiguar la existencia de una brecha digital en el alumnado universitario. Los resultados de este estudio permiten concluir que los alumnos de último curso de la UA han superado la primera brecha digital. Sin embargo existen diferencias en el uso de Internet según el género y la rama de conocimiento que podrían dar lugar a la desigualdad tecnológica entre los estudiantes de la UA. A pesar de ello, la mayoría de los participantes en este estudio con independencia del género y la rama de conocimiento cursada tiene un buen acceso a Internet en la UA. Además, existe una gran motivación hacia el uso del mismo. Sin embargo, se evidencian graves carencias en la finalidad de uso de Internet y la comunicación y gestión docente, según se deduce de la falta de comunicación a través de la plataforma digital, escasa proporción páginas Web, recursos online sugeridos por el profesor, etc., Este hecho podría llevar a pensar en la existencia de una segunda brecha digital.