Convivencia intercultural en saludmarroquíes en Castellón (España)

  1. Escrig Sos, María Lidón
unter der Leitung von:
  1. Francisco Muñoz Muñoz Co-Doktorvater/Doktormutter
  2. Irene Comins Mingol Co-Doktorvater/Doktormutter

Universität der Verteidigung: Universitat Jaume I

Fecha de defensa: 20 von März von 2015

Gericht:
  1. Beatriz Molina Rueda Präsident/in
  2. Francisco Raga Gimeno Sekretär/in
  3. Daniel La Parra Casado Vocal

Art: Dissertation

Teseo: 379576 DIALNET lock_openTDX editor

Zusammenfassung

La conflictividad en salud en contextos migratorios se traduce en confrontación de ideas, personas, intereses y prácticas, pero también en múltiples espacios de negociación y convivencia pacífica de creencias, representaciones y prácticas culturales de salud. En espacios de concordia que buscan y permiten más bienestar y más salud para los actores de la interculturalidad. El marroquí es el colectivo más numeroso de migrantes árabe musulmanes tanto en España como en la Comunidad Valenciana. Este colectivo de inmigrantes marroquíes, no obstante su heterogeneidad interna y los elementos distintivos de su identidad nacional, comparte mayoritariamente con el resto de los y las inmigrantes procedentes del Magreb el mismo universo simbólico del Islam, siendo su identidad musulmana el rostro común en el que se reconocen. Este trabajo se plantea desde una intuición: conocer y entender más y mejor los procesos de salud-enfermedad¬atención de este colectivo de inmigrantes marroquíes, la lógica y la racionalidad que los guían, puede contribuir a que el contacto intercultural con la sociedad que les acoge no se maneje tanto desde la confrontación, como desde el conocimiento y reconocimiento mutuo y la confianza, ingredientes todos ellos imprescindibles de la convivencia intercultural pacífica. En el transcurso de la revisión de literatura sobre el tema se concretó el objetivo general de esta tesis: profundizar en el conocimiento de las creencias, representaciones y prácticas relativas a los procesos de salud-enfermedad¬atención de la inmigración árabe musulmana marroquí en Castellón, identificar sus posibles aportaciones a la convivencia intercultural desde el ámbito de la salud, y contribuir con ello al reconocimiento de este colectivo de inmigrantes. En el Capítulo 1, Estado de la cuestión, desde diferentes disciplinas sociales y de salud, se presenta un panorama general de la inmigración marroquí y de sus procesos de salud-enfermedad-atención en España y en la Comunidad Valenciana. En el Capítulo 2, Desarrollo del marco teórico, se muestran diferentes enfoques teóricos que, desde un abordaje interdisciplinar (Estudios de Paz, Antropología Social y Cultural, Antropología de la Medicina y Sociología, entre otros), y seleccionados en el transcurso de la revisión bibliográfica, se han considerado relevantes para el encuadre epistemológico general de este estudio y para la formulación de las hipótesis que de él se derivan. El Capítulo 3, Estrategia de investigación y herramientas metodológicas, está dedicado íntegramente a mostrar el diseño del estudio, así como la abundante literatura metodológica en que se ha apoyado. El enfoque etnográfico establecido sobre la comparación, las entrevistas y la observación semiparticipante, se ha configurado como eje metodológico de este trabajo. El Capítulo 4, Marroquíes en la Comunidad Valenciana, está dedicado a presentar el trabajo de campo con los diferentes escenarios y condiciones de vida material en el que viven los inmigrantes en Castellón y Vila-real. En el Capítulo 5, Interculturalidad, saberes y prácticas de salud, se presentan y analizan los datos de la literatura científica relativos a los diferentes sistemas médicos, racionalidades curativas, saberes y hábitos sanitarios de la población marroquí. El Capítulo 6, El valor de la experiencia: vidas y relatos de inmigrantes, está dedicado al análisis en profundidad de los datos que emergen de las entrevistas, a partir de las categorías elegidas para este fin. Finalmente, en el último apartado, Reconocer, confiar, convivir. Conclusiones y algunas propuestas para la competencia cultural en salud, se interpretarán y contrastarán los datos que emergen del trabajo de campo con las hipótesis y con las afirmaciones de los diferentes enfoques teóricos de las que parten estas hipótesis, se presentarán las reflexiones finales y posibles líneas de investigación que pudieran derivarse de esta tesis. En lo relativo a la metodología cabe destacar que la naturaleza del objeto y de los sujetos de estudio ha aconsejado plantear esta investigación desde el paradigma naturalista, fenomenológico-interpretativo. Diseñar esta investigación desde el paradigma etnográfico intenta responder a los interrogantes planteados poniendo la mirada en lo cualitativo, en la (inter)subjetividad de las relaciones e interacciones personales y sociales, en la experiencia de los sujetos de estudio y en los significados y valores que transitan por ella. Este es un trabajo encarnado en la pluralidad de los sujetos estudiados, en la heterogeneidad de sus discursos -de sus voces-y en el valor intrínseco de sus identidades, percepciones y experiencias. Desde una perspectiva sociocrítica es también un trabajo autorreflexivo ya que no parte de categorías cerradas que a priori determinen una única posición desde la que mirar -observar-los fenómenos a investigar, y busca su entendimiento y su comprensión a través de las interacciones dialógicas y el compromiso con los/las migrantes marroquíes que están en el centro de este trabajo. También hay que señalar que la triangulación metodológica y teórica ha sido central en el desarrollo de esta investigación en la que se ha intentado articular de forma coherente objetivos, hipótesis y muestra seleccionada, no siendo un diseño puramente inductivo sino proyectado/programado, en tanto en cuanto ha incluido la elaboración de un marco teórico/conceptual del que surgieron las hipótesis y un proceso de documentación previa al trabajo de campo que ha continuado durante todos los pasos del proceso de investigación. Al mismo tiempo contiene también la fuerte impronta de los diseños emergentes ya que, a medida que avanzaba el trabajo de campo y la recogida de los datos, hubo que tomar decisiones que afectaron al propio diseño. De entre las conclusiones de este trabajo cabe destacar que los y las inmigrantes marroquíes no parecen cuestionar el modelo de salud biomédico, hegemónico en Marruecos y en España, con el que están ya familiarizados/as. Población básicamente joven y sana, hacen uso del los dispositivos de salud sólo cuando la atención dentro del sector popular de atención (familia fundamentalmente) no basta para solucionar sus problemas de salud. El sector popular de atención es el primero al que recurren en caso de necesidad o problema de salud. Dentro de este sector popular utilizan de manera complementaria una gran variedad de remedios, populares-tradicionales y biomédicos, normalmente en el ámbito doméstico, antes de buscar la ayuda en el sector profesional biomédico oficial. El acceso a la atención sanitaria pública en la sociedad de acogida es valorado positivamente por todas las personas entrevistadas, pero no parece que este hecho les haya hecho variar de forma importante sus formas de autocuidados, ni se traduzca en una mayor utilización de los dispositivos de salud en España, con excepción de la atención materno-infantil y las urgencias en la que sí se observan cambios. La falta de reconocimiento de su identidad musulmana, el racismo que estas personas refieren (en forma de xenofobia/islamofobia), parece reducir su confianza y su vinculación con la sociedad de acogida, no les genera bienestar, pero, sin embargo, no parece condicionar conductas de evitación de la atención sanitaria. La percepción de falta de reconocimiento de su identidad religioso cultural les lleva a apreciar en el personal sanitario conductas que ellos y ellas identifican y nombran como racistas. Estas percepciones en el trato con el personal sanitario se pueden convertir en barreras psicológicas que, si bien no les impiden buscar la atención sanitaria, sí la hacen menos amable o satisfactoria en su conjunto. Barreras que incomodan y no contribuyen a su bienestar psicológico. Es de esperar que si las mediaciones en el campo de la atención a la salud se establecen desde posiciones de reconocimiento intersubjetivo aumente la percepción de confianza y vinculación de los y las inmigrantes marroquíes con la sociedad que les acoge, así como su percepción de bienestar. Sin embargo, los datos recogidos parecen sugerir que la percepción de reconocimiento de la identidad religioso-cultural entre los y las inmigrantes marroquíes en Castellón es más bien débil y muy segmentada, no está sólidamente asentada, ni efectivamente sentida. Además, las mujeres parecen percibir de manera más intensa esta falta de reconocimiento cuando acceden a la asistencia sanitaria: por ser extranjeras, por ser musulmanas y vestir como tales, y por la barrera lingüística prevalente en las mujeres de este colectivo. Las relaciones y sinergias entre los preceptos del Islam y la salud son claras, explícitas, admitidas y muy apreciadas por la mayoría de las personas entrevistadas. Es más, conocer su existencia es necesario si queremos saber cómo gestionan sus procesos de salud/enfermedad: prescripciones, reglas y rituales de higiene y purificación corporal (limpieza, baños, abluciones); normas dietéticas, alimentos hal-lâl y prohibiciones que afectan sobre todo al consumo sustancias como el alcohol, drogas y tabaco, o alimentos como el cerdo y otras carnes y animales también harâm. Estas regulaciones son seguidas y apreciadas por los y las inmigrantes marroquíes de primera generación y por sus hijos/as, no sólo por su condición de musulmanes sino por la percepción intrínseca de sus beneficios para la salud. Llama la atención que la salud no la entienden de manera fragmentada, sólo como salud física sino, en un sentido más holístico, como bienestar psicológico y social. No se han identificado cambios en sus creencias y representaciones religioso-culturales relacionadas con la salud-enfermedad. Esto se podría explicar entre otras causas por hecho de ser todos y todas inmigrantes de primera generación, y en algunos casos por llevar pocos años como inmigrantes. Además, porque en estos inmigrantes de primera generación, su identidad cultural y religiosa les da cobijo, les ayuda a establecer redes de apoyo y solidaridad, todo ello dentro de un marco sociológico colectivo de baja vinculación social con la sociedad de acogida. El Islam es la religión que mayoritariamente profesan los y las inmigrantes marroquíes y, como ya se ha comentado a lo largo de este trabajo, está presente, regula y normativiza amplios sectores de la vida de este colectivo, convirtiéndose la mayoría de las veces en una forma de vida y en un anclaje identitario importante de la inmigración marroquí en Castellón. Sin embargo, ninguno de ellos y ellas se identifica con esa imagen estereotipada de lo musulmán como violento o fanático. La violencia y el fanatismo están lejos de sus vidas e imaginarios y es rechazada sistemáticamente por todos y todas. El ¿verdadero¿ Islam es profundamente pacífico: esa idea es común y reiterada, y se deriva de todos sus relatos. Los cambios en los patrones de sociabilidad tras la emigración son importantes y casi siempre son narrados como carencia. Echan de menos muchos aspectos de la sociabilidad marroquí, desde las relaciones cálidas y de ayuda entre vecinos y familiares, hasta las celebraciones importantes que se transforman y resignifican en el contexto de acogida, las dificultades y cambios para celebrar los rituales relacionados con la muerte, dificultades para compaginar el ayuno de Ramadán con el trabajo, entre otros. ¿Qué valores y virtudes vinculados a la salud y a la convivencia aporta a la sociedad de acogida la inmigración marroquí en Castellón?, podemos concluir que en sus discursos y experiencias de vida narradas, el sentido de la amistad, el amor en su diversas manifestaciones y tipologías, el respeto, la honestidad, la generosidad, la bondad, la dignidad y la lealtad, la tolerancia, la responsabilidad, el apego a la paz, los valores cívicos, culturales, religiosos, familiares, estéticos, etc., han podido ser observados a lo largo del trabajo de campo. Y no sólo a lo largo de las entrevistas formales, sino también en otras muchas interacciones durante y después del periodo de trabajo de campo con otras muchas personas del colectivo inmigrado árabe musulmán. Las cualidades humanas positivas y la sensibilidad relacional han estado presentes todo el tiempo. La muestra no permite establecer generalizaciones al respecto, pero si apunta a unos patrones relacionales y de sociabilidad basados en valores positivos para la convivencia que merecen ser tenidos en cuenta cuando pensemos en el colectivo de migrantes árabe musulmanes marroquíes. Tal parece que sus malestares más que físicos (como ya se ha dicho, en general personas jóvenes y sanas), son de índole psicológica y sociocultural: duelos migratorios más o menos intensos y duraderos, percepción de falta de reconocimiento y de la diferencia vivida como desvalor, racismo/islamofobia, dificultades con la traducción/comunicación lingüística, deficiente o escasa traducción cultural de sus necesidades de salud, a los que se unen las condiciones socioeconómicas desfavorables en destino por el desempleo y la precariedad laboral. Sin olvidar las dificultades de adaptación que dependen también de factores psicológicos individuales. Más allá de su derecho a la atención sanitaria, que no parece ser cuestionado sino valorado por todos y todas, el reconocimiento intersubjetivo de su alteridad religioso-cultural y de sus necesidades culturales en salud parece que podría actuar como un bálsamo psicosocial que disminuiría su desconfianza tanto en el sistema sanitario de acogida, como en la estructura social de la que es parte el sistema sanitario, ampliando su percepción de bienestar y vínculos con la sociedad de acogida. Los datos analizados apuntan en esta dirección, pero, no obstante, habría que seguir indagando en la relación de estas variables para poder afirmar que mayor reconocimiento de su identidad religioso cultural redundaría en mayor confianza en el sistema sanitario y en los profesionales y en mayor vinculación con la sociedad de acogida. A la luz de los relatos analizados, desde una perspectiva etic, el desconocimiento mutuo se configura como una barrera principal para la convivencia y, al mismo tiempo, de manera inversa, el conocimiento y reconocimiento se propone como el eje básico para la confianza y la convivencia intercultural. El desconocimiento y desinterés por el otro/a diferente es el primer germen de la marginación y la exclusión social. Ni una ni otra son compatibles con la salud y con la convivencia intercultural. El conocimiento mutuo es imprescindible para que la interculturalidad en salud sea una realidad amable y la convivencia también. Tampoco hay que olvidar que dentro del propio colectivo de inmigrantes árabe musulmanes en general, y marroquíes en particular, circulan también estereotipos negativos acerca de la sociedad de acogida, de los valores y de las formas de vida que aquí se dan. Los datos recogidos nos muestran que en ambos sentidos transitan los estereotipos estigmatizantes del otro/a diferente que no facilitan la convivencia intercultural. En ambos sentidos también pueden circular los valores morales y las virtudes de paz. Hace falta deconstruír los primeros y reforzar el conocimiento de los segundos. La competencia cultural en los cuidados de salud, con el eje vertebrador fundamental de la comunicación intercultural, se perfila como un instrumento básico para la acción-participación en el campo de la salud intercultural. Una visión cosmopolita de la salud humana implica necesariamente el conocimiento y reconocimiento de otras lógicas y racionalidades diferentes a la hegemónica o mayoritaria que hoy en día encarna la medicina científico-técnica occidental. Interesa conocer de qué modos las mujeres y los hombres árabe musulmanes marroquíes explican aquello que creen, sienten y piensan acerca del cuerpo, la salud, la enfermedad, la muerte y la asistencia sanitaria, qué comparten con los actores locales y qué perciben como diferente, sin olvidar lo que desean.