Arte rupestre en el macizo del caroig (valencia). El abrigo de voro como paradigma
- Mauro S. Hernández Pérez Director
Universidad de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante
Fecha de defensa: 24 de mayo de 2019
- Valentín Villaverde Bonilla Presidente/a
- Gabriel García Atienzar Secretario
- Oreto García Puchol Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Introducción. La cuenca del río Júcar se ha mostrado como un territorio de extraordinario interés para el estudio del Arte Rupestre, tanto en su cabecera en Cuenca, donde se localiza el célebre conjunto de pinturas de Villar del Humo, como al atravesar el macizo del Caroig, ya en las provincias de Valencia y Albacete, pues durante el Neolítico e inicios de la Edad de los Metales confluyen en esta accidentada área geográfica influencias de diversos ámbitos, principalmente mediterráneos, pero también del interior peninsular, el septentrión o el sudeste. En estas tierras, definidas por M. Bader (2004) como una de las zonas principales de Arte Levantino del ARAMPI, desde antiguo son incorporados a la investigación destacables yacimientos de hábitat, como la Ereta del Pedregal en Navarrés o la Cueva de la Cocina en Dos Aguas, y de Arte Rupestre, entre ellos el Abrigo de Tortosilla en Ayora, las Cuevas de la Araña en Bicorp o el Cinto de las Letras en Dos Aguas, que forman parte de un numeroso conjunto de estaciones que han sido dadas a conocer a lo largo de más de 100 años de exploraciones y estudios, si bien en demasiadas ocasiones sus publicaciones se han llevado a cabo de manera escasa o fragmentaria. Motivación de la tesis y metodología. En el marco de este contexto general de investigación se planteó esta Tesis doctoral que partía con el objetivo básico de documentar y estudiar el Abrigo de Voro y el resto de conjuntos pictóricos localizados en el río Grande, un afluente de segundo grado del río Júcar que en su recorrido de dirección SO-NE cruza prácticamente todo el macizo del Caroig. En este espacio se conocían desde 1972 el mencionado Abrigo de Voro y el Abrigo del Garrofero, situados en los términos municipales de Quesa y Navarrés respectivamente. Los trabajos que hemos desarrollado han permitido reestudiar estos yacimientos, que con anterioridad habían sido presentados por J. Aparicio y estudiados parcialmente por el propio J. Aparicio y J. G. Morote (2006). Junto a estos conjuntos, se han estudiado los otros 11 sitios que, por el momento, componen la agrupación de yacimientos rupestres del río Grande, algunos de los cuales ya se habían dado a conocer en parte en trabajos anteriores (Martorell Briz, 2009; Martorell Briz y Barciela González, 2013-2014), mientras que otros, descubiertos con posterioridad, han sido presentados ahora. A una escala mayor, también se ha podido efectuar un inventario general del Arte Rupestre del macizo del Caroig, al que se ha aportado una treintena de conjuntos inéditos, de cronologías prehistóricas e históricas, que hemos descubierto en los términos municipales de Ayora, Bicorp, Dos Aguas, Enguera, Millares, Navarrés, Quesa y Tous, donde ya se conocían numerosas estaciones, y en los de Alzira, Antella y Llombai, en los que por el contrario no se tenía noticias sobre la existencia de este tipo de yacimientos. La visita sistemática a todos los conjuntos rupestres del macizo del Caroig ha permitido, entre otras cosas, fijar con precisión su localización, determinar qué tipos de artes albergan y cual es su estado de conservación. En esta investigación se han aplicado metodologías concretas según las distintas escalas arqueológicas necesarias para abordar el estudio del Arte Rupestre y el territorio. El trabajo parte de la contextualización paisajística y arqueológica del macizo del Caroig, y, seguidamente, se centra en el estudio en profundidad del Abrigo de Voro. Sus pinturas han sido documentadas mediante calcos digitales elaborados a partir de fotografías de alta calidad y, en algunos casos, con una visualización mejorada de los pigmentos a través del software de código abierto ImageJ y su extensión DStretch. El estudio del estilo y el ambiente etnográfico de sus pinturas ha permitido profundizar en aspectos relativos a la cronología y la autoría del Arte Levantino, uno de los problemas más controvertidos en la investigación del Arte prehistórico del mediterráneo peninsular. Seguidamente, se ha realizado la documentación y estudio del resto de conjuntos rupestres que se localizan junto a Voro en el río Grande. La mayoría de estos yacimientos -9 de 13- han sido localizados en las prospecciones arqueológicas que venimos desarrollando desde el año 2008, permaneciendo inéditos hasta ahora, a excepción del yacimiento conocido como Cuevas Largas. Abrigo II que publicamos junto a la Dr. Virginia Barciela en la revista Recerques del Museu d’Alcoi, 23 (Martorell Briz y Barciela González, 2013-2014). Asimismo, todos estos conjuntos del río Grande han sido integrados en un SIG y analizados desde una perspectiva meso-espacial. Finalmente, la actualización del inventario de sitios con Arte Rupestre del macizo del Caroig y su entorno geográfico próximo, y la elaboración de un catálogo básico de los mismos, realizado a partir del vaciado sistemático de la bibliografía existente y su revisión mediante las visitas que hemos hecho a todos los conjuntos, ha permitido, entre otras cosas, ordenar y unificar bajo un mismo formato la información que ya existía con anterioridad a este trabajo, y, por otra parte, aportar las primeras referencias acerca de los nuevos descubrimientos que hemos realizado fuera del río Grande, principalmente en el sector septentrional del núcleo del Caroig. Esta puesta al día ha elevado hasta 188 el registro de enclaves con manifestaciones rupestres de la zona. Conclusiones. La investigación realizada, que como heredera de la primigenia escuela creada por el prof. Mauro S. Hernández se ha desarrollado mayoritariamente con un intenso trabajo de campo, ha permitido explicar el Abrigo del Voro y proponer un panorama general del arte rupestre postpaleolítico en el río Grande y el macizo del Caroig. De esta manera, se ha podido constatar que el arte rupestre del río Grande presenta una incuestionable unidad (cultural, social, temporal, técnica…) con el resto de conjuntos rupestres del macizo del Caroig y su entorno geográfico inmediato. Esta unidad se sostiene en la existencia en el río Grande de motivos pertenecientes al Arte Esquemático Antiguo (serpentiformes y antropomorfos), característicos del territorio de influencia macroesquemática (Hernández Pérez, 2006a y 2006b y 2013; Hernández y Martí, 2000-2001), y a la presencia de todos los tipos del horizonte gráfico Levantino definidos en la secuencia propuesta por la Dra. Martínez i Rubio (2011). Las exploraciones desarrolladas en las sierras septentrionales al norte del Júcar, donde hemos descubierto 16 conjuntos de Arte Rupestre Neolítico de características similares a los localizados en la margen opuesta, ha diluido la hipótesis de que el Júcar pudiera haber actuado como un espacio de frontera durante el Neolítico. La visita que hemos hecho a varias cavidades situadas más al norte, entre las cuencas de los ríos Palancia y Túria, como el Barranc del Llop I, en Sagunt (Barrachina y Viñals, 1998), el conjunto de abrigos del barranco de las Clochas, en Gestalgar (Martínez y Guillem, 2006) o las inéditas Cuevas de la Alhóndiga, en Chiva, todas con representaciones de tipo Levantino que comparten espacio con antropomorfos, zigzags y serpentiformes pertenecientes al horizonte Esquemático Antiguo, próximos tipológicamente a los inventariados en el área del Júcar, refuerzan esta hipótesis y sugieren la existencia de cierta unidad entre estos territorios. Así, en un futuro se debería intentar definir los límites del territorio cultural en el que se incluye el Caroig a partir del análisis del corpus de manifestaciones parietales y su comparación con el de las áreas que se extienden hacia el norte (Túria, Palancia y Valltorta-Gasulla), el sur (Serpis, incluyendo la Vall d’Albaida y la Safor) y el interior peninsular (serranía de Cuenca y extremo oriental de La Mancha). En este sentido, cabe llamar la atención sobre el hecho de que el 48% de los yacimientos del territorio del Caroig nunca han sido documentados de manera integral. Es importante que en los próximos años se acometa su documentación y estudio, y que este trabajo sea la base sobre la que se elabore el corpus de Arte Rupestre del macizo del Caroig.