'dark splendours'nature, terror and spirituality in the fiction of algernon blackwood

  1. Ferri Miralles, Imma
Dirigida por:
  1. Terry Gifford Director/a
  2. Teresa Gómez Reus Codirectora

Universidad de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante

Fecha de defensa: 10 de diciembre de 2015

Tribunal:
  1. José Antonio Álvarez Amorós Presidente
  2. Antonio Ballesteros González Secretario/a
  3. Carme Manuel Vocal
Departamento:
  1. FILOLOGIA INGLESA

Tipo: Tesis

Teseo: 398899 DIALNET

Resumen

Mi tesis 'Esplendores Tenebrosos': Naturaleza, Terror y Espiritualidad en la Ficción de Algernon Blackwood lleva a cabo una lectura ecocrítica de las estrategias narrativas presentes en la ficción de Algernon Blackwood (1869-1951). En su obra la naturaleza se construye a menudo como el arquetipo del fantasma que regresa para asediar y aterrorizar a los humanos, pero ¿cómo se consigue evocar exactamente la sensación de terror a la naturaleza en las historias de Blackwood? Sus representaciones de la naturaleza como una presencia espectral amenazante podrían considerarse `ecofóbicas¿ según la definición fundacional de Simon Estok, quien afirmó que ¿las representaciones de la naturaleza como un oponente que nos hiere, nos obstruye, nos amenaza o nos mata [¿] son ecofóbicas¿ (Estok 2009, 209). La naturaleza de Blackwood a menudo hiere, obstruye, amenaza, o incluso mata. Sin embargo, ¿podríamos considerarla ecofóbica? Tal y como este estudio demuestra, no todas las representaciones de la naturaleza como una entidad amenazante y peligrosa deben ser consideradas ecofóbicas. Esta tesis lleva a cabo un análisis exhaustivo de las representaciones de la naturaleza en los relatos góticos de Algernon Blackwood con la intención de evidenciar la visión reductiva de las actuales definiciones de ecofobia, poniendo de manifiesto la necesidad de revisarlas. Centrándose en las ricas representaciones de la naturaleza de Blackwood, a la vez, se pone de manifiesto la complejidad de un autor que, a pesar de disfrutar de un amplio reconocimiento durante su vida, ha sido tras su muerte injustamente relegado a la periferia del canon literario. En 1927 H.P. Lovecraft, maestro del género de terror y crítico literario, alabó la obra de Blackwood y admitió entre elogios que ¿entre [su] voluminoso e irregular trabajo podemos encontrar algunas de las mejores obras de literatura de fantasmas de esta o de cualquier época¿ (100). Sin embargo, a pesar de los comentarios mayormente positivos que siempre recibió por parte de la crítica, su obra siempre resultó ser insuficientemente estudiada. Esta tesis surge de la necesidad de resolver la paradójica situación que plantea el contraste entre el elogio excepcional que Blackwood siempre ha recibido y la falta de atención crítica minuciosa a su obra, una tendencia que ha hecho que su legado sea prácticamente invisible para la crítica del siglo XXI. De este vacío académico que lo ha reducido a poco más que una referencia de pasada en los estudios contemporáneos emerge la motivación de esta tesis de aproximarse de nuevo a esta figura olvidada. Para evitar malinterpretar la ficción de Blackwood, resultó esencial determinar en primera instancia qué aspectos de su escritura no se ajustaban a las convenciones del género sobrenatural. Grace Colbron, en una de las primeras revisiones de la obra de Blackwood, ya había observado que a diferencia de muchos otros escritores góticos Blackwood desarrollaba algunas de sus obras más exitosas en escenarios como el desierto o el bosque (1915). Dorothy Scarborough apreció también el uso de escenarios diferentes en la nueva literatura sobrenatural y observó que ¿el fantasma moderno tiene poder sobre ciertas localidades en lugar de meras casas o apartamentos¿ (1917, 105). Fue precisamente la reubicación de lo sobrenatural a estos escenarios lo que posibilitó que la naturaleza obtuviese ¿un nuevo poder, una emoción más impactante¿ (68). Scarborough remarcó que la ficción de Blackwood ¿da a la naturaleza un nuevo poder, y se la convierte en un igual al hombre¿a veces muy superior a este¿en pensamiento y en acción¿ (304). Ya se observaba entonces que su obra conducía a los lectores a pensar ¿en fuerzas elementales hostiles con el hombre¿ (285). Resulta particularmente revelador encontrar entre algunas de estas primeras apreciaciones sobre su ficción comentarios críticos con más acierto que otros más recientes, por lo que su relectura y análisis resultaron de gran importancia en el presente estudio. Así pudimos observar que, si bien Scarborough había recalcado el poder y la hostilidad de los paisajes de Blackwood, Aubrey J.C. Walters apreció la profunda fascinación de Blackwood por la naturaleza en general. Así pues, identificó en ¿Algernon Blackwood y la Literatura Oculta¿ (1928) que la principal influencia del trabajo de Blackwood fue ¿el amor por la naturaleza y la creencia en sus semejantes¿ (47). Este amor y compromiso con la naturaleza empezó a destacar de manera progresiva a los ojos críticos, y fue también declarado abiertamente por Blackwood en su propia autobiografía. Sin embargo, aceptar que Blackwood un ferviente apasionado de la naturaleza planteaba la siguiente pregunta: ¿Cómo podía un autor con un fuerte apego a la naturaleza representarla como algo amenazante y como un detonante para infundir terror? La observación de esta tensión presente en sus historias constituyó el motor del presente estudio, que se propuso intentar resolverla ya que, de así hacerlo, se contribuiría a una mejor comprensión de cómo se construyeron sus representaciones ecofóbicas en su obra y con qué efecto. Tras la muerte del autor se le siguió destacando la importancia de la naturaleza en los relatos de fantasmas de Blackwood. Peter Penzoldt observó que el principal interés del autor se dividía en dos grandes campos: la naturaleza y el ambiente de las casas (1962, 233) y Jack Sullivan reconoció con mucho acierto que sería ¿sistemáticamente fácil clasificar a Blackwood simplemente como el maestro de las historias de fantasmas al aire libre¿ (1978, 113), tanto en términos de cantidad, puesto que ¿escribió más que cualquier otro autor¿, como de calidad, ya que ¿las contribuciones más originales de Blackwood al género fueron sin duda sus historias sobre la naturaleza¿ (1986, 39). También consideró que ¿Los Sauces¿ (1907) fue la mejor de sus historias y que sus escenas de fantasmas destacaban por encima del resto de su producción (120). Por lo tanto, si bien la dimensión sobrenatural de la obra de Blackwood siempre fue el interés principal de la crítica, se puede observar que existe una progresiva si bien tímida evolución hacia el reconocimiento de la naturaleza como un elemento clave de su escritura. De un modo similar, fue también progresivo el reconocimiento de los fuertes tintes autobiográficos de la obra de Blackwood (Walters 1928, Ashley 1987, Ashley 2001b). Fue precisamente gracias al trabajo de investigación biográfica que llevó a cabo Mike Ashley que pudimos conocer un aspecto peculiar sobre Blackwood, pero que sólo se había tratado hasta día de hoy como un curioso apéndice: la relación del autor con círculos ocultistas y esotéricos. Blackwood evitó hacer referencia a estos aspectos en su autobiografía, que concluyó con esta críptica afirmación: ¿de experiencias místicas, psíquicas o también llamadas `ocultas¿, no he dicho nada a propósito, ya que estos apuntes sólo han pretendido rescatar aventuras más superficiales¿ (1923, 304). La minuciosa investigación de Ashley, sin embargo, ilustró parte de la experiencia personal de Blackwood con la Sociedad Británica para la Investigación Psíquica, la Sociedad Teosófica o la Orden Hermética del Amanecer Dorado, una orden ocultista fundada en Londres en 1888 dedicada al desarrollo mágico, espiritual y filosófico de sus adeptos. La experiencia de Blackwood con estas sociedades se complementó con su aprendizaje autodidacta en filosofía oriental y misticismo, y su autobiografía de nuevo nos ofreció las claves de los textos sagrados orientales que adoptó como lecturas básicas a lo largo de su vida. La complejidad que su visión de temas espirituales y metafísicos añadió a su obra literaria no pasó desapercibida para algunos críticos. Walters reflexionó sobre las limitaciones de la etiqueta `relato de fantasmas¿ para describir la ficción de Blackwood, una rúbrica algo simplista, y afirmó que describirlo como tal sería ¿dar una falsa impresión¿, ya que en realidad ¿sus temas son la brujería, el legado, la encarnación¿ (1928, 50). En 1935 Stuart Gilbert observó que Blackwood ¿trajo a la historia sobrenatural las esferas de la filosofía, el pensamiento oriental serio, la psicología moderna y nuevas áreas de conocimiento mágico¿ (x). Esto también fue observado por Bleiler en años posteriores, quien consideró que Blackwood fue ¿históricamente importante en la ampliación del alcance del género para incluir la consideración seria de los estados alterados de la mente, el ocultismo y el misticismo auténtico¿ (1973, 51). Aunque estas reflexiones sobre la importancia de la dimensión espiritual en la ficción de Blackwood no exploraron el tema en más profundidad, sí apuntaban ya a un aspecto poco estudiado que podría proporcionar la clave para entender algunas de las ambivalencias más desconcertantes de la ficción de Blackwood. S. T. Joshi dedicó un capítulo a Blackwood en su The Weird Tale (2003) en el que identificó otra de las peculiaridades más llamativas sobre el autor. Joshi apreció cómo Blackwood trató de transmitir una sensación de terror en parte de su obra mientras su mensaje predominante se mantenía optimista con respecto a los seres humanos, su capacidad de engrandecimiento a nivel espiritual y su lugar en el cosmos (89), e hizo hincapié en que el trabajo más característico de Blackwood, en realidad, no era la historia de terror (131). David Punter, por otro lado, fue responsable de la inclusión de Blackwood en Ecogothic (Smith and Hughes 2013), el primer volumen crítico en establecer un diálogo entre la literatura gótica y la ecocrítica. La contribución de Punter sobre Blackwood podría leerse como un intento de ruptura de la imagen estereotipada del autor como un mero escritor de relatos de fantasmas, y en ella remarcaba que ¿en sus historias y novelas sin duda hay fantasmas; hay incluso, en ocasiones, terror, y cuando Blackwood quería congelar la sangre sin duda podría hacerlo. Pero podemos sospechar que esta no fue su principal preocupación¿ (45). Su preocupación perenne, como también observaron otros autores tras Punter (Kokot 2010, Goho 2013) y como demuestra la presente tesis, fue siempre la naturaleza. Este estudio, por lo tanto, toma como punto de partida de las observaciones de Joshi y Punter y trata de entender cómo Blackwood construye un mensaje positivo en su obra y cómo se entrelaza con su representación aterradora de la naturaleza para así obtener una mejor comprensión del efecto de sus pasajes ecofóbicos. El análisis de anteriores estudios críticos sobre la ficción de Blackwood, desde su tiempo hasta la actualidad, también reveló que las obras que había sido comentadas apenas representaban un pequeño sector de su producción literaria. Si bien siempre hubo una fijación constante en reimpresiones y revisiones de historias como ¿Los Sauces¿, la mayor parte de su producción se mantuvo totalmente inexplorada. Incluso se llegó a obviar que su obra fue amplia y que abarcó no sólo relatos cortos, sino también novelas, obras de teatro, programas de radio y cuentos infantiles, así como numerosos ensayos, cuyo análisis podría contribuir a delinear una imagen más nítida de alguno de sus temas recurrentes como la naturaleza. Además, a pesar de la reciente aproximación a Blackwood desde perspectivas ecocríticas, no se ha establecido ningún diálogo entre su obra y los estudios sobre ecofobia que, como sugirió Estok, debe ser la preocupación central de la ecocrítica (2009, 204). Sullivan señaló que Blackwood escribió historias de fantasmas al aire libre más que ningún otro autor (1978, 113), lo que lo convertía, probablemente, en el autor más apto para colocar bajo de la lente de la ecocrítica en un estudio que podría resultar beneficioso para nuestro conocimiento actual de ambos. De estas observaciones previas y el estudio preliminar de su obra emergió la hipótesis de investigación del presente trabajo de investigación, que sugería que las representaciones de la naturaleza en la obra de Blackwood como fuente de terror no perpetraban la ecofobia, sino que servían de plataforma para ponerla de manifiesto y condenarla mientras, a su vez, transmitían un mensaje positivo de unión y esperanza. Así pues, la presente tesis expone de qué manera se establece un diálogo entre toda la producción artística de Blackwood, su trayectoria de vida y los escritos y prácticas que alimentaron sus aspiraciones espirituales, que revelan que su única intención en cuanto a las actitudes ecofóbicas representadas en su obra de ficción, era en realidad la de ponerlas de manifiesto. Esta hipótesis emerge de la sospecha de que no se ha entendido suficientemente el impacto que las doctrinas y prácticas espirituales con las que estaba familiarizado Blackwood ejercieron sobre su ficción. Como se ilustra en la presente tesis, el ocultismo, la filosofía oriental y el esoterismo formaron la base de la particular visión del autor sobre la realidad e inspiraron profundamente sus inquietantes paisajes naturales. Parte, por lo tanto, de una visión contraria a la mantenida por Joshi en este aspecto cuando afirmaba que ¿la obra completa de Blackwood, y su obra de terror en particular, tiene relativamente poco que ver con el ocultismo¿ (2003, 116). Además, puesto que la ficción de Blackwood parece crear un efecto ambivalente, que abarca desde terror al optimismo, el presente estudio toma en consideración la experiencia literaria en su totalidad y trata de discernir qué mensajes podrían estar llegando a los lectores a través de la experiencia literaria. Joshi sostuvo que el mundo de Blackwood era ¿positivo y constructivo¿, y también que fue ¿francamente el escritor de terror más alegre que conozco¿ (2003, 88). ¿Cómo pudo Blackwood entrelazar este tono optimista con sus imágenes de carácter amenazante y hostil? Esta tesis asume el objetivo de llevar a cabo una exploración de este complejo claroscuro, que resulta ser clave para apreciar los diferentes matices que los lectores experimentan con sus representaciones de ecofobia y que, a su vez, van más allá de ¿la versión monocromática de Estok de `ecofobia¿¿, que recientemente criticaba Timothy Clark (2015, 111). Otra tendencia que el presente estudio pretende corregir es la falta de reconocimiento de la figura de Blackwood por parte de la crítica, que ha tenido como resultado un rápido envejecimiento de una obra que gozaba de gran vitalidad. Walters observó que las obras de Blackwood ¿no pueden aspirar a ser populares entre el público en general, y no es probable que nunca resulten atractivas para un gran número de lectores por su inusual tipo de historia¿ (1928, 47). Compton-Rickett también apreció que ¿Blackwood nunca será un éxito de ventas, porque es demasiado sutil para el lector común, pero siempre será uno de los mejores escritores¿ (1937, 69) y Joshi, en cambio, consideró que la falta de crítica podría tener que ver con el volumen de su obra literaria (diez veces todo lo que Lovecraft escribió) o la falta de un trabajo concreto que pudiera resultar de especial interés para los lectores (2003). Sin embargo, intentando comprender aquellas áreas de su obra que han permanecido inexploradas, en lugar de aceptar que pueden resultar demasiado oscuras y complejas de entender, esta tesis ha pretendido corregir la tendencia de relegar a uno de los autores más notables de su tiempo a los márgenes del canon literario. Tomando todos estos aspectos en consideración, por tanto, este estudio se fijó como objetivo seguir una metodología que ampliara nuestro conocimiento sobre la obra de Blackwood tanto en amplitud, analizando una mayor parte de su producción, como en profundidad, teniendo en cuenta aspectos que hasta la fecha habían sido pasados por alto. Para ello, se tuvieron en cuenta tres ámbitos diferenciados a estudiar. En primer lugar, se llevó a cabo un análisis de estudios críticos sobre Blackwood anteriores. Esto permitió formarnos una idea sobre las lagunas existentes en el conocimiento previo sobre su obra y detectar qué áreas necesitaban mayor exploración. En segundo lugar, se examinó toda la producción literaria del autor. Se amplió, por tanto, el enfoque de la investigación más allá de sus relatos de fantasmas más populares con el fin de ver si sus obras menos conocidas escondían alguna clave reveladora. El análisis incluyó toda su producción escrita, desde relatos cortos a novelas, obras de teatro, cuentos infantiles, guiones de programas radiofónicos, ensayos y piezas de no ficción publicados en revistas y que proporcionaban información valiosa acerca de su comprensión de la naturaleza. En tercer lugar, se incorporó también en la discusión material de archivo que amplió nuestro conocimiento general sobre Blackwood y su obra. Se tuvo en cuenta material recopilado en diferentes archivos del Reino Unido, como la Colección de Manuscritos de la Biblioteca Británica de Londres, el Archivo y Centro de Estudios Locales de Bexleyheath, la Sociedad Histórica y Arqueológica de Crayford Manor House, el Archivo Histórico de la BBC en Caversham, y la colección de libros y antigüedades de la librería Peter Ellis Bookseller de Londres, entre otros. También se incorporó en la discusión material recopilado a través de servicios de investigación remota, que permitieron el acceso a las reproducciones digitales de material original conservado en archivos históricos y literarios como la Alexandra Palace Television Society, el archivo del Royal Mail y Postal Museum de Inglaterra, la Biblioteca de Estudios Locales de la Biblioteca Richmond de Londres, el Museo del Castillo Bruce, la Biblioteca y Archivo del Estado de Tennessee, el Archivo del Instituto Borthwick de la Universidad de York, la Biblioteca John J. Burns del Boston College en Massachusetts, y colecciones privadas como la de John Hirschhorn-Smith, ávido coleccionista y propietario de una de las bibliotecas de ficción sobrenatural más importantes de Inglaterra. Este trabajo de recopilación de datos proporcionó acceso a cientos de documentos con información valiosa sobre la vida de Blackwood y su carrera literaria, principalmente cartas personales y profesionales escritas por él en las que comentaba el proceso creativo de sus propios escritos. Esto permitió completar el trabajo de archivo realizado por Ashley con anterioridad y desenterrar algunos textos escritos por Blackwood que habían permanecido desconocidos para la crítica hasta ahora, así como ampliar y corregir información previa acerca de su vida. Además, dado que la escritura de Blackwood era notablemente autobiográfica y los lugares que conocía y amaba tuvieron un gran impacto en su ficción (Blackwood 1923, Carr 1965, Ashley 2001a), este estudio también incorporó información e impresiones recogidos in situ en algunos de los lugares que jugaron un papel importante en la vida de Blackwood. Así pues, proporciona nuevas fotografías y datos sobre sus hogares de la infancia en Crayford y Shortlands, en el Alexandra Palace de Londres, desde donde se retrasmitían sus historias de terror para la BBC, Watkins Books, la librería esotérica más antigua de Londres y favorita del autor, o el Savile Club de Londres, club de caballeros y su lugar de estancia durante largos periodos de tiempo cuando se encontraba en la ciudad. También se tendrá en cuenta la información contrastada en una entrevista personal con el biógrafo de Blackwood, Mike Ashley, en el salón de té Piccadilly Richoux de Londres, lugar frecuentemente visitado por Blackwood según su diario personal de 1949. El análisis de su obra también se vio enriquecido por la posibilidad de acceder a las ediciones ilustradas originales de la obra completa de Blackwood en la Biblioteca Británica, hecho que proporcionó una idea más ajustada de cómo era la experiencia lectora y de qué manera se intentó transmitir el mensaje del autor. A pesar de la variedad de fuentes consultadas, como se observa en el presente estudio, todos los datos parecían girar en espiral en torno a un hecho central, que era el devocional afecto de Blackwood por la naturaleza. La comprensión del mismo contribuyó a entender y determinar el impacto que sus ambivalentes paisajes de ficción podían llegar a tener sobre sus lectores. Para ello, esta tesis se ha estructurado en seis capítulos. El Capítulo Uno, ¿Algernon Blackwood: Hombre Verde¿, ofrece una introducción a la vida y la ficción del autor centrándose en el papel relevante que la naturaleza jugó en ambos, y sienta las bases para la discusión crítica de su obra. Este capítulo, además, ofrece información valiosa sobre lo que ya se conoce sobre Blackwood gracias a anteriores publicaciones y lo amplía, utilizando materiales de archivo primarios tales como periódicos, registros y censos oficiales, así como su correspondencia. Estas fuentes de archivo confirman lo importante que fue la naturaleza para el escritor y ayudan también a identificar claramente como suyas algunas piezas olvidadas que nunca habían sido atribuidas a Blackwood. El segundo capítulo, ¿Espacios Encantados¿, explora de qué manera la naturaleza estuvo representada en la escritura de Blackwood, siguiendo el consejo del ecocrítico Lawrence Buell de ¿tomar un especial interés en observar qué elementos de la naturaleza se describen y para qué tipo de representación¿ (2009, 29). Como se explica en el capítulo, Blackwood utilizó algunos escenarios naturales que conocía de primera mano y transformaba los elementos del entorno en el arquetipo del fantasma. Para representarla rompía de forma figurada en sus relatos los límites físicos del tiempo y el espacio para representar la naturaleza como una fuerza latente que vuelve a la vida. El efecto que el autor trató de transmitir con estas representaciones del mundo natural era, en primer lugar, el miedo al poder de la naturaleza, un miedo que se podría definir como ecofobia si lo entendemos, en palabras de Estok, como ¿el desprecio y el miedo que sentimos hacia la autonomía del medio natural¿ (2009, 207). Tras exponer la forma en que Blackwood represencia la naturaleza en su escritura como una presencia espetral inquietante, el capítulo tres, ¿Confeccionando el Miedo¿, tiene como objetivo desgranar exactamente de qué manera Blackwood conseguía hacerlo mediante un uso meticuloso del lenguaje y de técnicas retóricas. Con este fin se lleva a cabo una lectura de sus relatos sobrenaturales en la naturaleza para identificar con que técnicas se crean sus paisajes de terror, y se presta especial atención al uso de la personificación, la metáfora y la sinestesia. Se pretende de esta manera despejar incógnitas como la que planteaba Joshi cuando reconocía que estaba ¿francamente perdido si intentaba explicar cómo exactamente Blackwood produce el efecto de la manera en que lo hacía¿ (2003, 119). El crítico observó que en el clímax de muchas de las historias no ocurría nada en particular y sobre la historia ¿Un Descenso¿ reflexionaba que ¿cómo Blackwood puede crear tan poderoso clímax con sólo representar a tres personajes sentados, hablando y esperando el amanecer, es uno de los misterios de la literatura¿ (2003, 103). Con el análisis de dichas figuras retóricas, sin embargo, se consigue vislumbrar de qué manera esto ocurría. Una vez presentadas las técnicas que más habitualmente utilizó Blackwood en su construcción aterradora de la naturaleza, el Capítulo Cuatro, ¿Tipología de la Ecofobia¿, da un paso más allá en el intento de entender la ecofobia en la literatura y establece cuáles fueron las diferentes fobias relacionadas con la naturaleza que emergen de los relatos de Blackwood. Algunos de los tipos de miedo identificados son el miedo primitivo a la naturaleza, el miedo al peligro físico, un miedo ecofóbico infundado basado en el desprecio hacia todo lo natural, el miedo ecofílico (a estar lejos de la naturaleza), el terror por arrepentimiento tras haber perpetrado un ataque a la naturaleza y lo que podríamos el miedo positivo. Este capítulo demuestra las limitaciones de las perspectivas actuales sobre ecofobia, que son demasiado ¿indiferenciadas¿ (Kerridge 2013, 28), restrictivas y necesita una revisión. El tercer capítulo además, sugiere que la mayoría de los miedos representados en las historias de Blackwood se descubren finalmente como infundados dentro de la misma narración. La ampliación de la definición de ecofobia, además, permite revelar que algunos de estos temores hacia la naturaleza se mezclaban habitualmente con otras sensaciones más complejas. El capítulo Cinco, ¿Paisajes Sagrados¿, echa la vista atrás hacia las creencias espirituales esotéricas y contra-científicas que inspiraron a Blackwood para encontrar explicación a algunos de los enigmas sobre su ficción. En este capítulo se observa cómo las enseñanzas de sus libros espirituales, que continuamente revisitaba, nos proporcionan información sobre el efecto que estos paisajes aterradores podían tener sobre los personajes. El rastreo de estas fuentes espirituales contribuyó a una mejor comprensión del fantasma Blackwoodiano, diferente a los tradicionales fantasmas de la tradición inglesa, y contribuyó a explicar que el secreto está en la construcción de las fuerzas elementales de la naturaleza como presencias espectrales que vuelven a la vida. Además, el análisis de su experiencia con las prácticas y rituales mágicos, principalmente en la Orden Hermética del Amanecer Dorado, resultó ser revelador a la hora de comprender cómo se produce el efecto positivo final tras la experiencia aterradora. Como explica el capítulo, Blackwood conduce a sus personajes a través de un proceso ritual en espacios naturales sagrados que, si bien atemorizan al principio, en última instancia fomenta la unión y el éxtasis con la naturaleza y una sensación de belleza y restablecimiento de equilibrio universal. Finalmente, el Capítulo Seis, ¿Cambio de Conciencia¿, intenta responder a la pregunta de si los cuentos ecogóticos de Blackwood, pese a sus representaciones de ansiedades ecofóbicas, pueden ayudar a perpetrar actitudes positivas hacia la naturaleza en los lectores. Pretende, así, ampliar la visión e ir ir más allá del efecto que ejerce la naturaleza sobre los personajes y tiene también en consideración la percepción lector. Asimismo, presta atención a la posible intencionalidad detrás de la escritura de Blackwood, identificando los mensajes que Blackwood trató de transmitir a su público utilizando material de archivo en el que declaró sus intenciones creativas. Otros tipos de documentos de archivo, como sus artículos publicados en revistas como Country Life, ayudan a probar la hipótesis de que estas historias no contribuían a perpetrar actitudes ecofóbicas sino que fueron utilizados para representar y transferir otro tipo de mensajes como la unión de todos los elementos naturales, el reconocimiento de la vitalidad y agencia del paisaje y la necesidad de romper la barrera simbólica que separa a humanos del resto de su entorno. En resumen, la estructura de esta tesis pretende contribuir a un vacío en la investigación existente hasta el momento, teniendo en cuenta todo el legado escrito de Blackwood y abarcando todo el espectro de la experiencia literaria, desde la génesis de las ideas por parte del autor a la recepción de la obra final por parte del público lector. De esta manera se consigue poner de manifiesto que la literatura aterradora de Blackwood, lejos de fomentar actitudes negativas hacia la naturaleza en sus lectores, en realidad contribuye a remodelar su opinión sobre ella de manera positiva y con tal fin se identificaron los mensajes eco-éticos que Blackwood pretendía transmitir. Como consumidores de un género de ficción que recrea e infunde miedo a la naturaleza, el presente estudio nos permite apreciar que algunas de nuestras percepciones acerca de la naturaleza pueden perfilarse durante la experiencia lectora, y que el género de terror tiene un gran potencial representativo que va más allá de la evocación transitoria de una sensación. Los resultados que han surgido de este estudio contribuyen a la literatura existente en diferentes modos. En primer lugar, la investigación llevada a cabo ha contribuido a teorizar el concepto de ecofobia y a revelar que, paradójicamente, las representaciones de ecofobia a veces no están fundamentadas en una visión negativa de la naturaleza ni contribuyen a la promoción de actitudes ecofóbicas. Además, y en relación con el debate sobre si el gótico es un género conservador o subversivo, este estudio sugiere de qué modo puede ser subversivo, ya que puede transmitir y tratar de representar un mensaje de cambio. También ha contribuido a los debates actuales en el campo emergente del ecogótico, ilustrando cómo se construyó la ecofobia en uno de los autores más representativos del género. Este estudio también ha demostrado que la motivación detrás de los paisajes de ficción de Blackwood se basa en parte en sus aspiraciones activistas, y que autores con preocupaciones ecológicas podrían utilizar el terror como una manera de reflexionar sobre nuestra relación con el medio ambiente. Otro dato significativo, también relacionado con el fin de las obras literarias, emergió de la observación de que apenas difieren los mensajes que pretenden ser transmitidos a través de historias de ficción y a través de los ensayos de no-ficción. Esto refuerza la idea de que la literatura debe seguir siendo reconocida como una herramienta potencial para el comentario crítico y filosófico que puede retroalimentar de nuevo a la sociedad de la que surge, y que no debe ser considerada sólo como un producto de consumo diseñado para el entretenimiento efímero. El presente estudio también ha contribuido a la ampliación del alcance de estudios anteriores sobre la producción literaria de Blackwood. Muchos textos nunca habían sido analizados desde una perspectiva crítica desde su publicación original y en el presente estudio han sido integrados en la discusión crítica por vez primera. Asimismo, se ha logrado ampliar la visión limitadora y estereotipada sobre Blackwood como un autor de relatos de fantasmas y ha ofrecido una caracterización más compleja y precisa de su obra literaria y de las fuentes que la inspiraron. Sus numerosas y complejas representaciones de la naturaleza también invitaban a la lectura ecocrítica que se ha llevado a cabo en esta tesis, lo que ha ayudado a superar la tendencia a clasificarlo como un escritor de relatos de fantasmas y a descubrir una dimensión de su obra de ficción que se había explorado insuficientemente. Durante el proceso también ha se contribuido a perfilar los debates actuales en el emergente subcampo ecocrítico del ecogótico y, en última instancia, ha ampliado la caracterización crítica del término `ecofobia¿ definida por Estok. Del mismo modo, se ha logrado ofrecer una nueva visión sobre la intensa vida de Algernon Blackwood. Nuestro conocimiento sobre el autor se ha visto ampliado y se ha puesto de manifiesto, además, de qué manera el ocultismo y esoterismo tuvieron un impacto en su vida, lo que a su vez ha explicado algunas de las obsesiones que influyeron la estructura, el contenido y el desenlace de sus narraciones. También ha revelado que su producción fue amplia y rica, y la necesidad de explorarla en profundidad sigue estando vigente. Asimismo, ha puesto de manifiesto algunos nuevos hallazgos bibliográficos. Se ha demostrado que Blackwood escribió y publicó al menos tres piezas de poesía en su juventud, y ha identificado algunos artículos perdidos de su época como reportero del New York Times que no habían sido recopilados en estudios biográficos previos. También ha proporcionado el primer comentario crítico de sus cuentos infantiles o sus obras de teatro y, a pesar de que no es posible acceder a los programas de radio de la BBC que retrasmitía en directo, los guiones de los programas conservados en archivos también han sido tenidos en consideración en la presente discusión de su obra. Todo ello ha contribuido una mejor y más nítida comprensión de la obra del autor y, a su vez, a nuestro entendimiento de por qué tememos lo que tememos y qué efecto podrían tener nuestras prácticas de lectura en nuestra concepción personal y colectiva del mundo natural. De los resultados extraídos podemos concluir que el mensaje optimista identificado en la ficción de Blackwood se basaba en su intento de transmitir un mensaje de esperanza y de representar la reconexión entre el hombre y su entorno. A causa de sus convicciones espirituales, Blackwood abrazó la creencia de que nunca era demasiado tarde para la redención y confió en un sistema de equilibrio universal que pudiera resolver cualquier digresión del camino correcto, un mensaje que promovía la compasión y ofrecía consuelo en tiempos de guerra. También trató de transmitir algunas ideas que coinciden con las preocupaciones centrales de los discursos ambientales actuales, todas ellas basadas en la necesidad de detener las actitudes antropocéntricas. A través de su obra de ficción Blackwood pretendía que sus lectores adoptaran una actitud más humilde hacia el lugar que ocupan los seres humanos en el cosmos, a que reconocieran su entorno como algo vivo y digno de admiración y a que apreciaran la belleza de su fuerza. Algunos de los mensajes ecoéticos que se pueden extraer del subtexto de sus historias surgen de su desprecio hacia la industria del turismo, la explotación lucrativa del paisaje y la suciedad y la vulgaridad asociadas a estilos de vida modernos. Hubo, por lo tanto, espacio para comentarios críticos sobre valores sociales en sus relatos y una intención didáctica que vibraba tras la ficcionalidad, cuyo objetivo final era promover la ecofilia y no la ecofobia. El mensaje que Blackwood pretendía transmitir era, por tanto, que la naturaleza no era horrible pero que nuestra concepción de la misma, basada en el sistema de valores de nuestra sociedad, puede que así la moldeara.