La actividad musical del Círculo Católico de Torrentde la banda del patronato de la juventud obrera (1887-1936) a la banda de música del Círculo Católico de Torrent (1940-2012)

  1. COGOLLOS LLINARES, VICENTE
Dirigida por:
  1. Oscar Creus Ortolá Director/a

Universidad de defensa: Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir

Fecha de defensa: 23 de enero de 2015

Tribunal:
  1. Gregorio Canales Martínez Presidente
  2. Ana María Botella Nicolás Secretario/a
  3. Anna Cazurra Basté Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 377728 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumen

La presente tesis doctoral tiene como finalidad el estudio de la trayectoria histórico-artística de las bandas de música que han pertenecido al Círculo Católico de Torrent: la Banda del Patronato de la Juventud Obrera, cuya actividad comenzó en 1887 y concluyó en 1936, año en que se disolvió a causa de la Guerra Civil Española, y la Banda de Música del Círculo Católico de Torrent, que se fundó en 1940 tras disolverse la Banda Municipal de Torrente -agrupación fundada el año anterior con los músicos supervivientes a la Guerra Civil- y pervive hasta la actualidad, pasando por diversas escisiones y unificaciones que han determinado, tras el paso de los años, el panorama musical y bandístico actual de la ciudad de Torrent. En primer lugar se ha realizado una breve introducción político-histórica sobre la época de la Restauración en Valencia y sobre los aspectos socio-culturales de la ciudad de Torrent a finales del siglo XIX, acompañada de una contextualización histórico-musical de Valencia en el tránsito al siglo XX, años en que inició su andadura la Banda del Patronato de la Juventud Obrera, y de los años posteriores a la guerra civil, décadas de 1940 y 1950, período en el que se fundó la Banda del Círculo Católico. A continuación se aborda el estudio del fenómeno bandístico en la Comunidad Valenciana, elemento dinamizador de nuestra cultura y signo de identidad de la cultura valenciana, en la que las bandas de música han ejercido una labor formativa y cultural muy significativa en nuestra sociedad a lo largo de sus años de existencia. En tercer lugar se ha estudiado la fundación y organización de los Círculos Católicos Obreros con una especial dedicación al Círculo Católico de Torrent, que consideramos fundamental para poder entender la naturaleza e idiosincrasia de las bandas de música estudiadas, ya que en último término nacen y se desarrollan al calor de unas asociaciones obreras muy significativas desde el punto de vista sociológico y que con su carisma determinan la evolución misma de las agrupaciones musicales. Tras la contextualización histórica, sociológica y musical, la investigación se ha centrado en los aspectos históricos -fundación, escisiones, unificaciones, etapas con los distintos directores, cambios organizativos, actuaciones en conciertos y festivales, entre otros-, tanto de la Banda del Patronato de la Juventud Obrera desde su fundación en 1887 hasta su disolución en 1936, como de la Banda del Círculo Católico 2 desde su fundación en 1940 hasta el año 2012, sin olvidar la breve existencia de la Banda Municipal de Torrente (1939-1940). El estudio se ha estructurado siguiendo la estela de los diferentes directores que han dirigido la agrupación y han dejado su impronta en la misma. Ante las dudas iniciales sobre su origen, podemos concluir que la Banda de Música del Círculo Católico es continuadora de la Banda del Patronato de la Juventud Obrera, ya que ambas entidades se suceden en el tiempo y pertenecen al Círculo Católico, careciendo ambas de personalidad jurídica distinta de la del Círculo. Todo ello, aún a pesar de que en 1948 un grupo de músicos creó una nueva banda que volvió a denominarse Patronato de la Juventud Obrera, y aunque ambas se unificaron poco después en 1949 bajo la denominación Banda del Patronato de la Juventud Obrera del Círculo Católico, las dos agrupaciones se separarían definitivamente en 1952. Durante la década de los 50 la Banda del Círculo Católico asume una importante una labor formativa a raíz de la cual experimenta un crecimiento cualitativo, volviendo a participar en el Certamen de Valencia en 1959, 1960 y 1961 contando con la presencia de directores relevantes como Juan Martínez o el propio Amando Blanquer. Pocos años después, en 1964 la Banda del Círculo Católico sufre otra escisión a raíz de la cual se formó la Asociación Musical La Clásica. Tras la escisión de 1964 la Banda del Círculo Católico queda muy debilitada, pero logra resurgir tras unos años de intenso trabajo bajo las directrices del entonces director Enrique Andreu. En estos años de crecimiento asiste al Certamen de Valencia de 1966 y 1967, participa en una grabación para TVE e incrementa sus actividades con los educandos de la escuela de música, institucionalizándose la Semana Musical en Honor a Santa Cecilia. En la década de los setenta pasan directores como Francisco Cabrelles o Joaquín Vidal, hasta que en 1978 se contrata a José Miguel Peñarrocha y se realizan los cursos internacionales de perfeccionamiento de trompa impartidos por Vicente Zarzo. La banda vuelve al Certamen de Valencia los años 1982, 1984 y 1986, consiguiendo buenos resultados con los maestros Peñarrocha y Alonso Brull. En 1993 se presenta la banda juvenil como agrupación estable y en esta misma década va desarrollándose y consolidándose la escuela de música, introduciéndose las especialidades de cuerda frotada y la creación de un Orfeón Infantil, aunque éste apenas duraría unos pocos años. A finales de esta década y principios de la siguiente, coincidiendo con el cambio de siglo, la banda juvenil experimenta una intensa actividad bajo la dirección de Manuel Cervera, participando en numerosos conciertos, 3 festivales y encuentros musicales de ámbito comarcal. Tras algunos altibajos, hemos advertido en los últimos años un significativo crecimiento cualitativo y cuantitativo de esta joven agrupación, que la convierten en una importante cantera de músicos que nutre a la banda sinfónica con numerosas nuevas incorporaciones cada año. En los últimos años la escuela de música ha experimentado una evolución espectacular, especialmente desde la inauguración de las nuevas aulas del edificio Casa de la Música, siendo en junio de 2011 cuando se declara Centro Reconocido por la Generalitat Valenciana. Este éxito se traslada a la banda sinfónica que en estos años bajo la batuta de los directores José Luis Peris y Vicente Cogollos, vuelve a conseguir importantes premios en los certámenes de Valencia, Leganés, Cullera y Altea. También hemos hecho mención especial de los distintos reglamentos de la Banda de Música y del tratamiento y regulación de la agrupación en los estatutos del Círculo Católico. Podemos concluir que los reglamentos de la Banda del Patronato de la Juventud Obrera muestran mayor rigidez en las condiciones y normas obligatorias para formar parte de la agrupación que los de la Banda del Círculo Católico que son más flexibles en la cuestión disciplinaria. Respecto al contenido de los estatutos del Círculo Católico, la banda siempre es considerada como un grupo más entre las diferentes actividades impulsadas, y carece de personalidad jurídica distinta de la del Círculo. Sin embargo, en los últimos años la agrupación goza de una mayor autonomía para llevar a cabo sus decisiones en cuanto a programación, desarrollo de actividades, compra de instrumental o contratación de director y profesorado docente. Hemos estudiado la evolución del número de músicos de la agrupación, muy condicionada por las circunstancias sociales, con una clara tendencia al crecimiento, excepto en los períodos de crisis -décadas de 1950, segunda mitad de la década de 1960 y primera mitad de la década de 1970- especialmente tras las diversas escisiones sufridas. En cuanto a la incorporación de la mujer a la banda, no será hasta la década de 1980 y primeros años de la de 1990, cuando se generalice su presencia en la formación musical. A partir de 1995 se estabiliza el porcentaje de músicos femeninos en la agrupación -en torno al 30% del total de músicos-, la mayor parte de ellas intérpretes de instrumentos de viento-madera. Los músicos profesionales de la agrupación, según su época presentan un perfil muy distinto: si en las décadas de 1940, 1950 y 1960 lo más habitual era que muchos músicos con escasa formación consiguieran plaza de músico militar, en las décadas de 1970 y 1980 destacan los que consiguen plaza en importantes orquestas profesionales, mientras que los músicos 4 profesionales más recientes se dedican principalmente a la enseñanza, tanto en conservatorios y escuelas de música, como en institutos de educación secundaria y colegios de primaria. La evolución de la sociedad conlleva una evolución del gusto musical y la banda no es ajena a este devenir estético, por ello completamos el estudio realizado con un análisis comparativo de diferentes plantillas instrumentales de la banda de diferentes años elaborado a partir de los listados obtenidos de músicos, así como un análisis detallado de la evolución del repertorio interpretado por los distintos directores de la agrupación, con el objetivo de estudiar la evolución del gusto musical de la sociedad torrentina y la adaptación de la banda a la demanda social. Respecto a las plantillas instrumentales, podemos afirmar que en los períodos de dificultades sociales, como son los años siguientes a las escisiones de 1952 y 1964, y aún a pesar de que la banda disminuye sensiblemente el número de músicos, logra mantener siempre el equilibrio interno entre las diferentes familias instrumentales, a pesar de que puntualmente algunas cuerdas quedan mermadas, como sucede en varias ocasiones con los clarinetes, trompas o tubas. El repertorio que se interpretaba a finales del siglo XIX y durante la mayor parte del siglo XX se basaba en la interpretación de obras orquestales transcritas para banda de compositores de estética romántica. También se interpretaban, aunque en menor medida, los intermedios y selecciones de zarzuelas de compositores nacionales, ya que no existía apenas repertorio escrito expresamente para banda. A principios de la década de 1980, coincidiendo con la dirección de José Miguel Peñarrocha, se produce un cambio sustancial en el repertorio de la banda, ya que se reducen considerablemente las transcripciones de obras orquestales y adquieren una importante presencia las obras originales para banda de compositores valencianos. A partir de mediados de esta década, este camino de renovación del repertorio con tendencia a la reducción de obras orquestales transcritas para banda y al aumento de obras de concierto originales para la formación bandística, sufrirá avances y regresiones según las preferencias y edades de los directores. En estos últimos años el número de obras sinfónicas para banda supera al de transcripciones, aunque van ganando peso específico nuevos géneros como los musicales, tangos y música de cine, junto a la interpretación de pasodobles y otras piezas de música festera -marchas moras y cristianas- que la sociedad actual demanda.