Noche insular, jardines invisibles. El concepto de la luz en la obra de José Lezama Limaun paradigma filosófico de su cosmología

Resumen

La obra literaria del poeta cubano José Lezama Lima es capítulo de notable importancia en el contexto literario iberoamericano, sin el cual todo estudio sería incompleto. La enorme trascendencia de su obra, dentro y fuera de Cuba, se ocupa de destacar esta relevancia y de incentivar y justificar cualquier acercamiento analítico que sirva para enaltecer el valor que tiene dentro de la cultura cubana. El entretejido extraliterario que a veces ha acompañado el conocimiento de su obra, y la insistencia en aspectos personales en detrimento del rigor en el análisis exegético, han contribuído a correr un velo sobre su figura, además de fomentar el mito de Lezama como poeta hermético y evasivo, lo que lejos de ayudar a conocer su verdadera dimensión poética, la extraña. La raigal cubanía de este autor se expresa en su obra como vocación esencial, síntoma que se descubre a su vez como sustento de empresas tan valiosas como lo fueran la creación del Grupo “Orígenes” y de la revista homónima, de los cuales fuera fundador, lo que situado en el contexto socio-cultural de la República, destaca aún más el sentido audaz y valiente de tales proyectos, signo de “resistencia” ante lo banal y circunstancial en una personalidad donde la honestidad humana e intelectual primó a toda costa, eticidad que imprime un sello auténtico a todo su legado. La riqueza de una obra en la que prima el signo poético, cualquiera que sea su modo de expresión -poesía, narrativa, ensayo, crítica, epistolario- pone en evidencia un trasunto filosófico que sustancia una poética y una eidética, capaces de sostener una cosmologìa de particular interés, explicitada por el mismo poeta a partir de su "Sistema Poético del Mundo". De este modo, el proceso de razonamiento para cualquier estudio -como es el que ahora proponemos- surge del propio acercamiento a la obra lezamiana, por cuanto esta da las pautas a seguir; pautas que deben seguir, por tanto, un discurrirpoético- filosòfico, como sustrato, a partir de la muy original cosmovisión lezamiana. Un importante postulado suyo reafirma esta consideración: "En los términos de mi sistema poético del mundo, la metáfora y la imagen tienen tanto de carnalidad, pulpa dentro del propio poema, como de eficacia filosófica, mundo exterior o razón en sí" (Armando Alvarez Bravo, "Órbita de José Lezama"), sistema poético que, como en las antiguas cosmogonías, expone una filosofía sustentadora de la cosmovisión poética. El adentramiento en ese peculiar trasunto filosófico inherente a su poética, lo da el propio Lezama al hablar sobre el motor impulsor de su sistema: "Este motor es esencialmente poético. Algunos ingenuos, aterrorizados por la palabra sistema, han creído que mi sistema es un estudio filosófico ad ussum sobre la poesía (...) He partido siempre de los elementos propios de la poesía, o sea, del poema, del poeta, de la metáfora, de la imagen". (Armando Álvarez Bravo, Op.Cit) Al adentrarnos en la obra de José Lezama Lima, ya sea en prosa o verso, nos llama poderosamente la atención el interés que tiene –y de este modo despierta en el lector– el tema de la luz dentro de ella, asunto que de muy particular modo participa dentro de su cosmovisión poética, ya que la "imagen", como categoría central, es tácitamente "imagen visual" que se devela, a partir de su poesía, por el elemento de la luz. Además de esta participación esencial dentro de su cosmología, y de tal modo expresa en su prosa reflexiva, se proyecta en su crítica de artes plásticas para subrayar no sólo la expresión acabada del pintor sino el proceso creativo que hace corresponder al proceso de creación poética, tal y como ocurre dentro de su propia poétca. En numerosos ensayos, así como en artículos críticos (entre ellos vale destacara el imprescindible "Confluencias", "A partir de la poesía", "Tres visibles", "Pintura preferida", "Incesante temporalidad") así como en tantísimos poemas ("Noche insular, jardines invisbles", "Primera luz", "Dador", .......), Lezama Lima desarrolla la idea de la luz ("rayo de luz", "corpúsculos luminosos") como elemento constitutivo de la imagen poética y, de este modo, elemento esencial en su cosmología. Al igual que expresara un coherente "Sistema Poético del Mundo", para el escritor cubano su idea de la luz se vuelve un concepto válido y sostenedor de su discursiva reflexiva, articulado a una cosmología dentro de la cual se vuelve importante paradigma. La cosmovisión de José Lezama Lima revela, a partir del fuerte sustento filosòfico, la carga cosmogónica de su poesía -que así impele también, como hemos dicho, todo signo de expresión-, asunto que le hace pertenecer, por derecho propio, a un amplio linaje de "poetas-filósofos", parentesco que ata sus cuerdas -entre otros muchos poetas- a la obra del cubano José Martí, y de la cual es deudor. Esta ilación observada no es fortuita, toda vez que en Cuba, ya en pleno siglo XX, se advierte un cambio de paradigma en los cánones de la filosofía, de tal modo que se pueden apreciar -y tal el caso de Jose Lezama Lima- discursos eminentemente filosóficos o de reflexión teórica, dentro de géneros que no son propiamente los ortodoxos dentro de la filosofía. Este cambio de paradigma es el que propone a la poesía y la cultura como nuevos paradigmas filosóficos, ámbito dentro del cual incluimos la obra del poeta cubano -en orgánico enlace con Jorge Mañach, Rafael García Bárcena, entre otros intelectuales cubanos del contexto republicano. El particular estudio del concepto de la luz -apoyado en teorías lumínicas y en presencias de escritores que participan tangencialmente en su conformación- evidenciará el interesante trazado de una cosmovisión lezamiana como expresión de un pensamiento poético subyacente bajo la expresión estética de su original y genuina obra, para consolidarlo, a la vez, como integrante de la historia de la literatura y el pensamiento iberoamericanos.