Ciência semicolonialuma análise da cientificidade do conflito gerado pelo crime semicolonial Samarco/Vale/BHP

  1. Moraes Calazans, Marcos
Dirigida por:
  1. José Antonio Segrelles Serrano Director
  2. Antonio Julio de Menezes Neto Director/a

Universidad de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante

Fecha de defensa: 28 de febrero de 2019

Tribunal:
  1. Gregorio Canales Martínez Presidente
  2. Ana Eulalia Aparicio Guerrero Secretario/a
  3. Angela Santana do Amaral Vocal
Departamento:
  1. GEOGRAFIA HUMANA

Tipo: Tesis

Teseo: 581673 DIALNET lock_openRUA editor

Resumen

Tres años han pasado desde la rotura de la represa de Fundão en Mariana-MG, la mayor catástrofe de la historia de la minería en el país y la mayor catástrofe mundial en la que están involucradas represas. Hasta ahora, la inmensa mayoría de los daños causados a los antiguos habitantes de los distritos de Bento Rodrigues, Paracatu de Baixo y Gesteira, los cuales perdieron seres queridos, casas, propiedades y pertenencias, no han sido reparados. Según el pronóstico de los órganos públicos implicados, la reconstrucción de las comunidades devastadas por el mar de lodo de Samarco, ni siquiera iniciada, llevará años. Las familias afectadas, ubicadas en casas alquiladas por la empresa y con parca ayuda financiera, siguen sufriendo la prolongación continua del daño. El lodo de desechos devastó 663 km en los ríos Gualaxo del Norte, Carmo y Doce hasta llegar al océano atlántico, donde adentró 80 km2 al mar. Distritos y pueblos fueron completamente devastados por el lodo, causando la muerte de 19 personas. Cientos de familias destruidas, personas muertas, más de 1.200 personas sin hogar, más de 1500 hectáreas de tierras destruidas, incluyendo parques estatales y unidades de conservación (Parque Estatal del Río Doce, Parque Estadual Siete Salones, Bosque Nacional Goytacazes, y el Corredor de la Biodiversidad Siete Salones-Aymoré). Los pescadores, los ribereños, los agricultores, asentados de la reforma agraria y las poblaciones tradicionales, como el pueblo indígena Krenak, y los habitantes de las ciudades a lo largo de los ríos alcanzados, fueron inmensamente afectados. La gran mayoría de los daños causados son irreparables y sus dimensiones se desconocen y crecen día tras día. Los expertos de diversas áreas se han involucrado a través de proyectos de investigación y acciones extensionistas, pero las demandas de producción de conocimiento sobre los daños y las posibilidades de reparación también crecen con el paso de los días. Los desdoblamientos que sucedieron la rotura de la represa provocaron cambios drásticos y para empeoraron el modo de vida de una parte enorme de las poblaciones que viven alrededor de toda la cuenca del río Doce. Los antiguos habitantes de los pueblos que fueron completamente devastados por el lodo de desechos, como es el caso de Bento Rodrigues, Paracatu de Baixo y Gesteira Velho, sufren desde hace más de tres años, la espera de un proceso de reasentamiento que ya manifiesta desde sus primeros pasos ser desordenado y en la revelación de los reales intereses de las poblaciones afectadas, historia de vida y cotidiano. Decenas de familias de Bento Rodrigues que quedaron sin hogar tuvieron casas alquiladas por la empresa en la zona urbana de Mariana y pasaron a recibir una tarjeta con saldo de un salario mínimo al mes, con los que quedaron imposibilitadas de vivir en condiciones mínimas. Lo mismo ocurre con familias de Paracatu de Baixo y Barra Larga, éstas perdieron sus casas y sus fuentes de ingresos y son sometidas a los criterios semifeudales de las empresas de clasificación de "alcanzados con pérdida de renta" o "sufrimiento de daño en propiedad". La empresa y sus contratistas (ONG's y empresas de ingeniería, arquitectura, arqueología, comunicación, etc.) pueblan las comunidades, distritos y ciudades afectadas con sus trabajadores, servicios, máquinas, camiones, tractores, proyectos, acciones de ONG's con sus laudos, informes, y consultores técnicos, apareciendo como autoridades tecnocientíficas que "legislan" y deciden sobre los nuevos modos de vida que se van a devenir. El crimen-Samarco destruyó completamente las pequeñas y rudimentarias economías agrario-familiares de Bento Rodrigues, Paracatu de Baixo y Gesteira Velho. En el caso de Mariana, cuya dependencia económica en relación al monopolio de la actividad minera traía graves consecuencias sociales, no devoraba la producción campesina de pequeñas y medianas propiedades al borde del río y afectó severamente la actividad económica de la pacífica ciudad de Barra Larga, actividades de las mineras y, por esa razón, ni siquiera estaba sujeta a la lógica de los royalties de la minería. Toda la vida se transforma tan profundamente en estas localidades que en algunos lugares se pasa a hablar de la "vida antes y después del crimen-Samarco". El crimen-Samarco suscitó un amplio debate en los medios de comunicación y dentro de las universidades. Los expertos y laicos se involucraron en discusiones llenas de controversias sobre tecnologías de construcción de represas, criterios técnicos de seguridad, prevención de accidentes, responsabilidad de fiscalización y posibles reformas en la legislación ambiental, además del tratamiento dado a los impactos ambientales y sociales causados por la rotura. La discusión científica de estos y otros aspectos tomaron cada vez mayor espacio en el escenario del conflicto, a medida en que partes más profundas y amplias de los daños provocados se van revelando al conjunto de la sociedad. Decenas de organizaciones científicas, ambientales, institutos de investigación y universidades, movimientos sociales, ONGs y diversos órganos del poder público directa e indirectamente involucrados en el conflicto, tomaron parte en la discusión científica. La conmoción inicial impulsada por la tragedia y repercutida por los órganos de prensa por todo el mundo, atrajo a los más diversos sectores de la sociedad, con sus más variados intereses, a adentrarse en las controversias científicas. El conocimiento científico, en su acepción más amplia, es tomado como pasaporte para el ingreso en las controversias públicas y, sobre todo, como instrumento de poder en las tomas de decisiones más importantes en torno a los temas relacionados a la reconstrucción de las casas destruidas, a la indemnización de los afectados, al conocimiento y a la reparación de los daños provocados en el conflicto de forma general, etc. En esta controversia, especialistas, técnicos e ingenieros, además de comunicadores y autoridades promueven un discurso que, en su contenido, tratan los aspectos técnicos y científicos separados de los aspectos económicos, históricos y sociales, lanzando mano, así, de una idea de ciencia y técnica como supuestamente neutras o como "conocimiento" fragmentado. Al tratar la controversia de la ruptura de la represa y sus desdoblamientos hay un discurso consonante entre medios de comunicación, medios académico-científicos, instancias diversas del poder público y en una parte de la población local, en la cual las empresas involucradas en el conflicto serían unánimemente competentes técnicamente. La noción de competencia técnico-científica hegemónica presente en esta controversia es que un buen científico o ingeniero es aquel que manipula bien ecuaciones, demuestra "habilidades y competencias" para mejorar el desempeño / optimizar procesos de producción, sin importar qué y a quién sirve el conocimiento. Las empresas causantes de esta tragedia criminal y el Estado se echan mano de esta visión de ciencia y técnica confundiendo y manipulando familias afectadas. Los conceptos como "gobernanza", "resiliencia", "desarrollo sostenible", "desastre natural o tecnológico", etc, ganan el centro de estos debates y cada vez más, aparecen como claves para entender y solucionar el conflicto. Los argumentos de las empresas ante los reclamos de los afectados siempre se presentan permeados por tal lenguaje "técnico" incomprensible para laicos y defendido por especialistas y académicos, que lanzan una aureola sobre las aserciones manipulatorias de la empresa confiriéndole valor de verdad. En esta investigación se pretendió investigar la cientificidad presente en el conflicto establecido por la rotura de la represa de Samarco. La dimensión científica del conflicto no es neutra como se pretende en el discurso de las empresas y los determinantes del constante embate entre verdad y falsedad, que involucran a los diferentes actores de éste, no pueden ser explicados en el puro campo de la filosofía de la ciencia, aunque tenga graves implicaciones para una epistemología que se pretende completamente posmoderna en el sentido de que "resolvería" las "graves deformaciones del pensamiento de la modernidad". Para entender cómo la ciencia se produce se partió de sus nexos con la totalidad social. Las empresas Vale S/A y BHP Billiton, controladoras de Samarco, son las dos mayores empresas monopolistas del mundo en el sector minero. Por su parte estas empresas son controladas por los mayores carteles de instituciones financieras que componen el capital financiero internacional. Sólo la Vale sustrae más de 350 millones de toneladas de mineral al año, vendidas a 30 dólares / tonelada. En un contexto de crisis económica internacional la empresa sigue batiendo récords de productividad incluso después de la ruptura de la represa (Vale S.A., 2017b) y sus tasas de ganancia crecen o se mantienen constantes a pesar de la crisis. La empresa es una de las mayores multinacionales del mundo, parte de un selecto grupo de empresas de capital abierto que son controladas por carteles de bancos y grupos financieros internacionales y con sus acciones en las mayores bolsas de valores del mundo. Tiene negocios en cinco continentes y más de 30 países. Vale es una de las expresiones más importantes del sistema de monopolios controlado por el capital financiero internacional que tienen un poder y dominio incalculables sobre países de América Latina, África y Asia y sus recursos naturales. En este trabajo se entiende el concepto de imperialismo como en Lenin (1966), no como una política preferencial de las corporaciones financieras, sino como una etapa de desarrollo del propio capitalismo, la etapa del capitalismo monopolista. Cuando esta problemática se toma desde un punto de vista tecnocrático-reduccionista, la cuestión central que se ve oscurecida es que este crimen tiene una naturaleza inherente semicolonial. Como crimen de clase contra el pueblo y la soberanía nacional cometido por empresas monopolistas está intrínsecamente relacionado al modelo de desarrollo económico y político desarrollado en los países semicolonios como producto del modo de producción capitalista en su fase actual, el imperialismo. Él está fuertemente marcado por la centralidad de los monopolios en la actividad minera, y en todas partes, como verdadero saqueo de las fuentes de riqueza nacional. Se crean en diversas regiones relaciones de control, dominio y dependencia por medio de un sistema capilar en que empresas y aseclas (no sé lo que es) transforman regiones enteras como meras piezas o engranajes de un mecanismo de succión (minerodutos) de las riquezas nacionales. Con poca o casi ninguna diversificación la actividad económica de estas regiones queda totalmente sometida al horizonte de "negocios" de estas grandes empresas. En razón de su propia naturaleza contradictoria, combina todo el desarrollo científico y tecnológico de sus métodos de "extracción" de commodities y su apariencia de modernidad con el mantenimiento de todo retraso en las regiones de campo (rural) y los restos de relaciones de trabajo semifeudales (pre-capitalistas). Al referirse a los desdoblamientos del crimen de la rotura de la represa se entiende, en esta investigación, la expresión "conflicto" (del "conflicto generado por la rotura de la represa"), no en el sentido dado por Acselrad como "disputa entre sentidos atribuidos a la naturaleza por algunos grupos con posiciones sociales desiguales "(Acselrad, 2004: 41), sino en el sentido de conflicto de clases. Se buscó, escapando de la inmediatez de los análisis que plantean los conflictos ambientales fuera del ámbito de la contienda entre capital y trabajo, concebir el conflicto como conflicto de clases, particularmente, entre la clase de los grandes burgueses que componen el capital financiero internacional y sus gerentes directos en el país y, por otro lado, los trabajadores, campesinos, pequeños comerciantes, etc., afectados por el crimen. Por otro lado, estamos denominando "cientificidad del conflicto" el conjunto de aspectos científicos que están relacionados directamente al conflicto generado por el crimen de la ruptura de la represa de Fundão. Es decir, las prácticas científicas, eventos, conceptos, concepciones, teorías, investigaciones, grupos e instituciones académicas y científicas involucradas en el conflicto. En este contexto, la cientificidad en el conflicto, en su procesualidad, evoluciona, no linealmente, de un conjunto de opiniones, debates, seminarios dispersos orgánicamente, pasando por investigaciones relatadas en artículos científicos y laudos técnicos de empresas, organismos públicos, ONG's, universidades y centros de investigaciones, pasando también por la constitución de organizaciones de asesorías técnicas y comisiones de especialistas, hasta llegar a una estructura orgánica constituida por las empresas que, aunque no encierra toda la cientificidad del conflicto, la centraliza de modo increíblemente capilar y vertical. El objetivo del estudio fue el de investigar y caracterizar esta cientificidad del conflicto a partir de algunos presupuestos. El primer supuesto de naturaleza ontológica se refiere a la relación entre los complejos ciencia y trabajo. La ciencia sólo se produce en múltiples nexos con la totalidad social en general y con el complejo del trabajo en particular. El segundo, de naturaleza epistemológica, es el hecho de que sólo se puede conocer la naturaleza de la ciencia en cada sociedad y en cada contexto histórico si se dispone de una teoría social adecuada, capaz de desvelar el contenido esencial de los nexos entre ciencia y trabajo, en su procesualidad, y el modo particular como cada uno de ellos es mediado por la totalidad social. La ausencia de una teoría social adecuada ha sido la razón por la cual los varios intentos de superar los límites de la ciencia moderna producto del capitalismo han resultado ineficaces. De ello deriva nuestro tercer supuesto que se refiere a la relación de dependencia del segundo aspecto en relación al primero, o sea, del aspecto epistemológico en relación al ontológico. El material empírico de la investigación se constituye de informes y laudos técnicos, informes y documento de las empresas, de órganos del Estado y otras instituciones. Se procedió al seguimiento de las reuniones de negociación entre afectados y las empresas en Mariana durante 7 meses entre 2016 y 2017 y durante el año 2016 se dio un intenso contacto con las comunidades afectadas y eventos de naturaleza científica o de carácter general con afectados, representantes de las empresas y del poder público y ONG's. Los resultados de la investigación apuntan hacia una determinación semicolonial de la cientificidad del conflicto. Se tomó de Mariategui (2010), su concepto fundamental de semicolonialidad, con la que el marxista peruano caracteriza esencialmente el conjunto de las relaciones sociales en los países latinoamericanos. Se utilizó la denominación de ciencia semicolonial para caracterizar el tipo de cientificidad hegemónica en el conflicto. La ciencia semicolonial está constituida por un marco conceptual, donde el concepto de gobernanza gana centralidad, y una Epistemología Sistémica Semicolonial (ESS). También integran la Ciencia Semicolonial una estructura orgánica integrada de instituciones estatales, ONG's y otras instituciones, todos bajo un sistema capilar de dominio de las empresas. El análisis de la política ambiental del Estado brasileño orientada y dirigida por los monopolios del capital financiero y sus agencias revelan los elementos centrales de esa estructura, su historicidad y cotidianidad. El proceso recorrido en la investigación hasta llegar a la determinación semicolonial de la cientificidad del conflicto nos condujo igualmente a caracterizar el propio conflicto como un "crimen semicolonial Samarco / Vale / BHP", como crimen de clase del gran capital internacional contra el pueblo y la soberanía nacional. En síntesis, la ciencia semicolonial se caracteriza por: 1) uso de conceptos y prácticas científicas nacionales y locales de estructura capilar y vertical controladas y orientadas por empresas y agencias financieras monopolistas internacionales y sus agencias (ONU, Banco Mundial, BID, etc.) al servicio del imperialismo; 2) ontología idealista expresada en la negación de la objetividad como producto de la concepción de mundo de la gran burguesía monopolista imperialista en su crisis de decadencia ideológica; 4) naturaleza epistemológica relativista e irracionalista, con tendencia a la inmediatez y rechazo a métodos de análisis, como resultado de la negación ontológica de la distinción entre esencia y apariencia; 5) función social de manipulación, justificación y legitimación del actual orden social imperialista de explotación; La ciencia semicolonial constituye uno de los elementos centrales de manipulación de los afectados y de la sociedad como un todo en el proceso de reparación de los daños sociales y ambientales. La cientificidad se convierte en un sistema de legitimación de todo el mecanismo capilar de dominación de las empresas sobre la región afectada por el conflicto. Se presentan investigaciones, laudos técnicos y hechos científicos que de forma sutil exculpan a las empresas por el crimen. Se trata de una "ciencia" o pseudociencia manipulatoria producida por la cúpula de las grandes potencias imperialistas y reproducida por sus gestores secuaces en el país, empresas, gobiernos y ONG's ambientalistas.