La dimensión cívica en la poesía mexicana desde 1960herencia, tradición y renovación en la obra de Vicente Quirarte
- Carmen Alemany Bay Doktormutter
Universität der Verteidigung: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante
Fecha de defensa: 19 von Juli von 2017
- Eva M. Valero Juan Präsidentin
- Ana Chouciño Fernández Sekretär/in
- Patrizia Spinato Bruschi Vocal
Art: Dissertation
Zusammenfassung
La tesis La dimensión cívica en la poesía mexicana desde 1960: herencia, tradición y renovación en la obra de Vicente Quirarte plantea una caracterización de los poemas y poemarios que se vienen publicando en los últimos cincuenta años a partir de la influencia que tienen el contexto y la academia en la habitabilidad urbana (dimensión cívica). La defensa de la ética ciudadana conecta con poetas que nacen en la segunda mitad del siglo XX y que tienen en común una poética dialogante con otros géneros, artes, tiempo o espacio. Focalizamos el trabajo en Vicente Quirarte (Ciudad de México, 1954) para acercarnos a la definición de la actual poesía mexicana. La escasa presencia que tienen quienes nacieron en los cincuenta o sesenta, debido en parte a una crítica anclada en Contemporáneos del principio del siglo XX, nos lleva a adentrarnos en poetas que, cuarenta años después, siguen engrosando su obra lírica. Ana Chouciño, Frédéric-Yves Jeannet, Malva Flores o Alejandro Higashi son los únicos que profundizan en la generación de los cincuenta, «la del desencanto» (Flores), la «constelación» (Higashi) de Vicente Quirarte. No existen trabajos específicos sobre el poeta en cuestión, más allá de la reciente tesis de licenciatura que Jessica Rodríguez presentó en la UNAM sobre la melancolía en su cuento «Pisar en el aire». Gracias a la dirección de la catedrática Carmen Alemany Bay, al contrato con la Universidad de Alicante y al trabajo del Seminario de Investigación en Poesía Mexicana Contemporánea se fue gestando el estudio sobre una figura tan importante como inadvertida para la crítica. Así pues, los materiales y las confesiones que aseguran la amabilidad de Vicente Quirarte motivan el desarrollo teórico de dos partes: la dimensión cívica en la poesía mexicana desde 1960, más general; y la herencia, tradición y renovación en el caso particular de Vicente Quirarte, sin desatender en cualquier caso el diálogo y las correspondencias entre temas, poemarios y poetas. La canónica antología Poesía en movimiento (1966) de Octavio Paz, Alí Chumacero, José Emilio Pacheco y Homero Aridjis, la Matanza de Tlatelolco en 1968, la academia, los suicidios de Martín e Ignacio Quirarte, padre y hermano del protagonista del trabajo, así como la crisis del nuevo siglo o la transformación de la capital, la ciudad de México, hilvanan el oficio poético de quienes ya no parten de un manifiesto común a la manera de Estridentistas, Contemporáneos, Poeticistas o incluso Infrarrealistas; sino que, desde el ámbito académico que también comparten, tratan de establecer unas líneas que dialogan y se solapan, lejos de anquilosar las décadas por la ya superada tradición de la ruptura. El contacto entre poetas, que son peatones solos entre la multitud, garantiza la evolución de un género literario activo, actual. Así pues, nuestra mirada podrá ser parcial, en tanto que el objeto de estudio está en proceso, pero sin duda estudiar a un poeta vivo garantiza la cercanía (más temporal que espacial) para entender la relación con el contexto compartido; no social o político, sino cívico. De tal manera, estudiamos las numerosas antologías que se suceden con frecuencia repitiendo selecciones y ausencias. El desequilibrio entre los y las poetas nos lleva a pergeñar los huecos de la crítica y la poesía mexicanas. Del flâneur de Charles Baudelaire al «peatonauta» de Ramón Carrillo transitamos a la manera de Arnold van Gennep, siguiendo la estructura que sostiene la obra de Vicente Quirarte, los rites de passage: separación, iniciación y retorno. Del cielo –el padre− a la tierra –la madre−, el poeta es la lluvia –agua como elemento natural básico− que verticalmente accede a los bajos fondos de la historia cotidiana. La «sociudad» engloba los temas que parten del amor, revulsivo de la ciudad, la sociedad, la suciedad y el suicidio. El seseo americano nos hace pensar también en el neologismo «zoociudad» para fijarnos en la evolución de los vivos en la literatura, siendo en la poesía mexicana perros callejeros o insectos gastronómicos (hormigas y grillos). La presencia de los héroes (Melchor Ocampo) y los superhéroes (Spiderman) hacen de Vicente Quirarte un ejemplo de la necesaria vinculación que existe entre las formas clásicas (pensamos en la narración, la sintaxis, la métrica y la sonoridad de sonetos, epigramas o casidas) y los temas recientes que permean de EUA, la televisión y la cultura de las imágenes. Las técnicas de écfrasis o ut pictura poesis enriquecen el texto que busca «decir de otro modo lo mismo» (Bonifaz), «con todo el cuerpo» (Quirarte). Por lo tanto, concluimos que la poesía mexicana contemporánea puede explicarse a partir de su ligazón con la realidad tangente y no con los discursos herméticos, abstractos y encriptados que le supone la ausencia de crítica. La dicotomía entre lo culto y lo popular, entre Paz y Sabines, no representa ni abarca la riqueza y la variedad de poetas que conviven con la academia y trabajan por la habitabilidad y descapitalización de un país que no olvida la importancia del arte para la identidad de la ciudadanía. La entrevista que adjuntamos al final de la tesis, «el héroe es el de cada día», asienta y complementa las líneas de trabajo que asimismo muestra la bibliografía.